El Miedo, ¿Porque existe? ¿Qué debemos hacer?

El Miedo, ¿Porque existe? ¿Qué debemos hacer?

Autor: Dario Cañedo Mata

Desde nuestros primeros años de vida empezamos a experimentar nuestras primeras emociones, desde la ira por no darnos nuestra mamila, la tristeza por no ver a nuestra madre, la felicidad por ver cumplido un antojo, el miedo al moustro que habita debajo nuestra cama;  Pero, ¿que son las emociones? ¿De dónde vienen? , ¿Por qué están presentes?,  ò enfocándonos en una emoción en particular, ¿Qué es el miedo?,  ¿alguna vez te habías hecho estas preguntas?, Sé que gran parte de los lectores respondieron negativamente a mi última cuestión, pero ¡aguarda!, eso es normal en estos tiempos.

Lamentablemente en la actualidad gran parte de las personas se volvieron adictas a lo cotidiano, no se arriesgan a explorar sus inquietudes, simplemente se quedan con el vago concepto que otras personas han incrustado en sus mentes, y, ¿saben por qué sucede esto?,  la respuesta es sencilla: Por una emoción llamada miedo.

El motivo por el cual mis manos escribieron estas letras, es a costa de haber vencido el miedo,  miedo al rechazo y al error, pero en mis ideales está muy presente la idea de que de los errores se aprende.  El miedo será el invitado de honor en mi escrito. Pero para desnudar esa palabra tan valiosa y discutida, es necesario abordar otros aspectos importantes,  no podemos comprender  el origen de una manzana sin antes haber observado el árbol de donde proviene. Por el motivo antes mencionado tenemos que intentar responder  a lo siguiente: ¿Qué son las emociones?[pic 1]

La filosofía crea teorías sobre el concepto; la biológica, se interesa por los cambios conductuales y fisiológicos, en otras palabras, observa las reacciones, y en la psicología las emociones son estados centrales inducidos por determinados estímulos, que se traducen en modificaciones en toda una variedad de conductas.[pic 2]

Existe “La teoría biologizante” que relaciona a las emociones del ser humano muy íntimamente con los instintos. En lo esencial James, autor de la teoría, partió del siguiente punto de vista:

El objeto de la ira, del amor y del miedo, no solo incita  la acción, sino que también produce cambios en la postura y en la persona misma; se manifiesta; de forma distinta en la respiración, en la circulación sanguínea, y en las funciones orgánicas.  Si las acciones están inhibidas, persisten todavía las manifestaciones emocionales, y en los rasgos de la persona podemos leer todavía su ira cuando el golpe de intentaba no pudo realizarlo, reacciones instintivas y manifestaciones emocionales se convierten imperceptiblemente unas en otras.^[1]

Por lo tanto podemos decir que las emociones que experimentamos, simplemente es la forma en cómo reacciona nuestra parte psicológica y física, a los estímulos externos que nos afectan a cada momento, ya sean objetos, situaciones o personas.

Las emociones traen consecuencias, pueden desorganizar mediante un shock la actividad del hombre, colocándolo durante algún tiempo en un estado de impotencia y depresión (miedo y tristeza) ,  ya no podra hacer nada, asimismo un fuerte sentimiento que se apodera del individuo puede movilizar sus fuerzas habilitándolo para rendimientos que jamás habría propuesto sin este sentimiento (Alegría ).[pic 3]

 “La eficacia del cuerpo se aumenta o reduce, se fomenta o se inhibe”  Spinoza, B. (1632-1677)

Ahora bien, retomando el objeto principal me es conveniente plantear una cuestión,  a discutir ¿Por qué existe el miedo?

En nuestro organismo existen  sistemas de alarmas naturales, como por ejemplo el reflejo de la tos, si estamos en un ambiente muy cargado de humo, se disparara el mecanismo de la tos; y todo esto para indicarnos que debemos abandonar el  lugar y al mismo tiempo nos está protegiendo los alveolos pulmonares. Pero una crisis asmática provocada por la presencia de unos miligramos de polen de las flores es una reacción de alarma inútil: ese polen no supone ningún peligro.  Es ahí donde el problema no se encuentra en el entorno sino en nuestro sistema inmunológico, la dificultad de respirar y la tos seca del asmático en crisis son más toxicas que útiles.

El miedo funciona como una señal de alarma, cuya función, como la de todas las señales de alarma, es avisarnos de un peligro para poder enfrentarnos mejor al mismo. El quid de la cuestión es que esa señal de alarma este bien regulada. (André, C. Sánchez, A. ,2006)        [pic 4]

Una explicación científica respecto al tema seria la que se hace mención enseguida:

La naturaleza del miedo es la supervivencia, y la amígdala nos ayuda a seguir vivos al evitar situaciones, personas u objetos que ponen en peligro nuestra vida… La amígdala revisa constantemente toda la información que llega al cerebro a través de los distintos sentidos con el fin de detectar rápidamente cualquier cosa que pueda influir en nuestra supervivencia… Una vez que detecta el peligro, la amígdala orquesta una respuesta rápida de todo el cuerpo que nos empuja a alejarnos de la amenaza, lo cual aumenta nuestras posibilidades de supervivencia^[2][pic 5]

La amígdala, es la zona del cerebro en donde se localiza la sensación del miedo. El cerebro manda impulsos a todo el cuerpo para decidir qué hacer, antes de captar conscientemente lo que está pasando en nuestro entorno. Por ejemplo cuando vemos una araña sentimos miedo, pero nuestro cerebro por efecto del aprendizaje sabe que una araña a larga distancia, no representa peligro alguno; aunque a primera impresión si sentimos un poco de miedo;  Sin embargo no hubo señales de la amígdala al 100%, el problema surge cuando la bendita araña se mueve, y peor aún; camina hacia nosotros.

Así, por los impulsos, solo se puede reaccionar de pocas maneras en cuestión de segundos,  para no poner en riesgo nuestra integridad. “Cuando nos enfrentamos al miedo la principal respuesta de nuestro organismo es luchar, intentar defendernos quedándonos donde estamos, escapar, o quedarnos parados y sufrir un colapso”^[3]

Existen diferentes formas de sentir esta sensación, Esta el miedo a estar solo, hacia un animal, a la pérdida de cierta persona, a la oscuridad, a quedar en ridículo en público, a tomar riesgos. Todo lo referente a ello va más allá de la diferencia entre una persona valiente y una cobarde, “Los dos sienten miedo en la misma proporción. Entonces ¿en dónde está la diferencia? Ésta en que el valiente avanza a pesar del miedo, mientras que en cobarde se paraliza a causa del miedo, ¡ambos temen!” (Osho, 2007).  

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