El Municipio

EL MUNICIPIO

El Municipio, como nivel de gobierno y célula político administrativa de los Estados, tiene su primer antecedente en Roma, en donde surge por primera vez el vocablo “municipio” como concepto jurídico; proveniente de munus munare que significa carga, gravamen o prestación, mismo que los pueblos sometidos debían pagar en forma de tributo a cambio de tener derecho a autogobernarse.1Esta institución romana, llegó a múltiples rincones del mundo, difundido a causa de las invasiones y conquista del Imperio, tal y como sucedió en el territorio ahora ocupado por España donde se llevó a cabo dicha organización poblacional legada por el Imperio Romano.

Ya en nuestro país, la institución del Municipio se adoptó lógicamente como herencia de España, que a partir de la conquista impuso en el territorio de la Nueva España sus formas de gobierno y costumbres políticas, por lo que las comunidades y centros de población fueron organizados y regidos tal como lo era en España. Tal es el caso que se fundaron los llamados “Ayuntamientos”, como formas de gobierno local, instituido el primero de ellos por Hernán Cortés en lo que hoy es Veracruz. La importancia de dichas formas de gobierno en la etapa de dominio español en la Nueva España, fue trascendental para su desarrollo jurídico, ya que los primeros ordenamientos y normas surgieron a partir de los propios Ayuntamientos.

Acercándonos a la etapa del México Independiente, el primer antecedente legislativo de los Municipios lo encontramos en la Constitución de Cádiz, que en su Artículo 321 señalaba las facultades que eran entregadas al Ayuntamiento para llevarlas a cabo en una circunscripción demarcada, en este caso la del pueblo, por lo que también contaba con un territorio delimitado.

Posteriormente, tanto en la Constitución del 4 de Octubre de 1824, como en las Bases Constitucionales de 1835 (de naturaleza centralista), omiten hablar expresamente del

Municipio, pero no olvidan la necesidad de dividir el territorio para su mejor administración y organización.

Reglamentación similar, se plasmó en la Constitución Federal del 5 de febrero de

1857 que en su Artículo 72, Fracción IV establecía que los Distritos y territorios federales

se gobernarían por Ayuntamientos, elegidos popularmente.

Sin embargo, con base en éste ordenamiento se dieron múltiples arbitrariedades y abusos de poder en las comunidades pequeñas, donde habían jefes políticos que hacían mal uso de sus puestos por lo que se procedió a la reorganización del Estado con base en sus Municipios, dotándolos de mayor importancia y autonomía, dichos ideales se vieron plasmados en los puntos básicos de el liberalismo de 1906,

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