El Oro Verde

El oro verde

La explotación forestal fue un negocio tan lucrativo en ciertos periodos históricos y llego a darle tal esplendor y bonanza económica a la nación haitiana, que Francia la consideró como su colonia mas prospera del siglo XVIII. Indudablemente que la caña de azúcar jugó un papel destacado, pero al final este producto no pudo superar el valor que alcanzó la madera en aquel entonces.

Esta medida tenía la finalidad de favorecer a las familias parisinas que ayudaban a mantener económicamente su dominio sobre este territorio en el Caribe.

Prácticamente la economía de la isla se sustentó en la exportación maderera en el periodo de 1795 a 1844.

La importancia de la madera en la economía y la vida política de la República Dominicana alcanzó su mayor grado de relevancia precisamente durante la primera mitad del siglo XX. Aunque la historia dominicana no registra este hecho con claridad existe suficiente documentación escrita sobre el uso del bosque que así lo demuestra. Para 1900 las aduanas registraban que la madera era el principal producto de exportación de la república dominicana, la cual encima el peso de la deuda externa contraída fundamentalmente con los Estados Unidos.

Primeros estudios

En 1906 llegó al país el primer ingeniero forestal, trajo con al economía específica de realizar un inventario de la riqueza maderera nacional.

El volumen de madera explotable era de tres billones de pies más de los tipos de madera que poseía el país.

Un paraíso forestal

Hasta hoy los recursos naturales del país apenas han sido tocados y hablar de explotación destructiva parece algo prematuro en un país donde deben ser hechas todo género de tentativas para atraer el capital extranjero, pero el mismo hecho de que la necesidad de la conversación de los bosques no se ha impuesto aun por si misma a la atención del pueblo, prueba la alta previsión del actual gobierno al tomar medidas para regularizar el uso prudente de la riqueza forestal.

Dos años después de la ocupación norteamericana de 1916, vino al país otro ingeniero forestal con la misma encomienda o para reconfirmar la información de su antecesor.

Para aquel entonces se acaba de construir el primer sistema nacional de carreteras, que comunicaban a la capital dominicana con las tres grandes regiones del país.

Leyenda de la selva

Grandes árboles y plantas bordean los caminos reales y carreteras en grandes masas de variada vegetación, formada por viñas, helechos, orquídeas, enredaderas, tunas y árboles de madera.

Otros estudiantes realizados posteriormente, entre 1937-1939 por el ingeniero agrónomo y forestal Carlos Chardon demuestra que para este entonces el país aún conservaba el 69% de su cubierta boscosa.

De ahí en adelante comenzó una explotación intensiva de los bosques nativos.

Conservación y desarrollo

La conservación de los bosques debe formar parte orgánica de cualquier plan de largo alcance para la República dominicana, nada mas previsor y juicioso para las futuras generaciones, y cualquier paso que se dé en este sentido, hablará muy alto una vez más de la obra constructiva del presente gobierno.

Los aserraderos

Realmente la destrucción de los bosques dominicanos a finales de la década de los años 40 y se afianza a partir de 1950.

Las cosas no cambiaron mucho en el campo forestal con la caída de la tiranía en 1961, ni siquiera con la situación de confusión e inestabilidad política y social que vivió el país durante los primeros años de la década de los 60.

Bajo estas circunstancias y al concluir la Guerra de Abril de 1965, la Organización de Estados Americanos (Unión

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