El Placer

EL PLACER

Cómo jugamos con la mente…

INTRODUCCIÓN.

La otra vez, mientras veía un video musical de Enrique Iglesias por televisión sin pensarlo me quede ida por un momento y empecé a imaginar cómo sería o que sentiría si yo fuera la modelo que aparece con él.

Trataré de describir el placer enorme que sentí al imaginar ¡estar con Enrique Iglesias! Fue una combinación increíble de sensaciones a la misma vez; me sentí llena de alegría, una vibra tan positiva y me sentí plena… Es probable que nadie me pudiera quitar la enorme sonrisa de la boca que tenía en ese rato.

Me pareció interesante como los humanos podemos crear fantasías o imaginar cosas que sentimos tan reales pero solo son eso… Fantasías. Por eso fue que decidí escribir acerca del

placer y encontré esta definición en la Real Academia Española: goce, disfrute espiritual; satisfacción, sensación agradable producida por la realización o suscepción

de algo que gusta o complace; voluntad, consentimiento; diversión, entretenimiento.

¿Por qué escribir del placer? Muchos de nosotros al escuchar esta palabra se nos viene a la mente la sexualidad pero ¿acaso no sienten placer al estar rodeados de amigos de verdad? ¿Y qué me dicen acerca de estar con el ser el ser amado? O con el simple hecho de verlo y saber que está bien, ¿acaso eso no es placentero? Yo pienso que sí y no creo que sea la única.

¿Qué es placer para mí? Yo diría que es sentir una gran satisfacción positiva, una variedad de emociones encontradas, una gran alegría, buena vibra.

El placer lo podríamos encontrar en muchas de las cosas que hacemos a diario; desde tomar una deliciosa taza de café, el saber disfrutar de nuestra soledad hasta ganar un premio muy valioso… entre otras cosas, lo importante aquí sería el estar consciente de lo que hacemos y tenemos para poderlo disfrutar plenamente.

Según lo que investigué hay muchos tipos de placer o satisfacción:

Uno de ellos es el placer físico, que deriva de disfrutar condiciones saludables relacionadas con la estimulación de los órganos de los sentidos (las relaciones sexuales o la ingestión de platos exquisitos de comida). Hay distintos tipos de placer físico: el producido por el gusto o placer gastronómico; el producido por el tacto (masaje, placer sexual en sus diversas manifestaciones,...); el placer auditivo (música), el placer visual (arte), el deportivo, etcétera. Los griegos aconsejaban un placer moderado y consideraban un vicio pernicioso cualquier placer inmoderado.

El placer psíquico deriva del recreo que provoca en el ser humano la imaginación y la fantasía, el recuerdo de lo agradable, el humor, la alegría, la comprensión y los sentimientos de equilibrio, paz y serenidad, que granjean la llamada felicidad. El mero pensamiento puede llegar a sentirse dichoso sólo con la imaginación de lo bueno que no se posee ni se disfruta en ese momento.

El placer "psíquico" es definido por Platón como el mayor, y abarca también todos los placeres mentales causados al percibir cultura o arte, o al crear.

El placer estético, que mana de la contemplación y disfrute de la belleza, que consiste en el equilibrio "perfecto" (subjetivo, por supuesto) entre lo ideal y la realidad.

El placer intelectual, que nace al ampliar nuestros conocimientos y arrancar secretos a lo desconocido para poder descubrir y satisfacer nuestras necesidades espirituales e intelectuales, y hacer más libre y consciente nuestro actuar.

El placer lúdico, que deriva de la práctica de cualquier tipo de juego y se encuentra en la raíz de muchos otros tipos de placer.

El placer emotivo o emocional, que deriva de la empatía al compartir el amor y el afecto de la

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