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El Retorno Al Huevo


Enviado por   •  2 de Abril de 2014  •  904 Palabras (4 Páginas)  •  4.178 Visitas

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Diana Vanessa Calero Tamayo

Comunicación escrita y procesos lectores II

3 parcial

Elogio de la dificultad, Estanislao Zuleta

Antes de iniciar hablando acerca del ensayo Elogio de la dificultad por Estanislao Zuleta, es de gran importancia saber quién era este gran autor.

Estanislao Zuleta (Medellín, 3 de febrero de 1935 — Cali, 17 de febrero de 1990) fue un filósofo, escritor y pedagogo colombiano célebre especialmente en el campo de la universidad a la cual dedicó toda su vida profesional. Más allá de sus escritos, ha sido muy apreciado por su oratoria por la gran cantidad de conferencias que dictó. Dedicado a la filosofía, la economía, el psicoanálisis y la educación en toda su extensión, dejó tratados sobre pensadores tanto de la antigüedad como del mundo contemporáneo y un pensamiento rico en análisis social e histórico de Colombia y América Latina. Fue además asesor de organizaciones como las Naciones Unidas.

Zuleta no destacaría solo como profesor, sino también como investigador al participar en diferentes capítulos de trabajo dentro de áreas sociales, económicas y pedagógicas dentro de los centros que fueron testigos de su discurrir profesional. Finalmente el Maestro Zuleta, como era llamado, terminó radicándose en la ciudad de Cali en donde trabajó en varios centros educativos como la Universidad Santiago de Cali, la Universidad del Valle y la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.

La Universidad del Valle le concedió en 1980 el Doctorado Honoris Causa en psicología y fue allí, en la ceremonia de entrega, en donde leyó uno de los tratados más célebres del pensamiento colombiano contemporáneo: Elogio de la Dificultad.

El elogio de la dificultad es un ensayo, donde el autor Zuleta plasma sus más grandes inconformidades con la sociedad. Inicia su ensayo con la siguiente premisa. “La pobreza y la impotencia de la imaginación nunca se manifiestan de una manera tan clara como cuando se trata de imaginar la felicidad. Entonces comenzamos a inventar paraísos, islas afortunadas, países de cucaña. Una vida sin riesgos, sin lucha, sin búsqueda de superación y sin muerte. Y, por tanto, también sin carencias y sin deseo: un océano de mermelada sagrada, una eternidad de aburrición. Metas afortunadamente inalcanzables, paraísos afortunadamente inexistentes.”

De lo anterior debo decir que estoy de acuerdo con el maestro Zuleta, el ser humano busca constantemente, estar siempre en un estado de bienestar, como si quisiéramos volver a nuestro vientre materno donde nada nos cause dolor y molestia. Todas las acciones malas o buenas que hagamos las justificamos diciendo frases, como por algo tenía que pasar, dios sabe cómo haces sus cosas y otras muchas más que ahora no recuerdo. Pero si en algún momento alguien trata de invadir nuestro vientre, nuestro caparazón o burbuja simplemente lo atacamos o nos defendemos. Como por ejemplo: una persona con creencia católica cree tener la razón y la respuesta para todo, creando mundos fantasiosos donde no exista la muerte espiritual y halla salvación del alma, tratando a diario en tener una buena conducta o hacer una obra de caridad para alcanzar el nirvana o como ellos lo llaman el cielo. Es como Zuleta lo afirma, en lugar de desear una filosofía llena de incógnitas y preguntas abiertas, queremos poseer una doctrina global, capaz de dar cuenta de todo, revelada por espíritus que nunca han existido o por caudillos que desgraciadamente sí han existido. Adán y sobre todo Eva, tienen el mérito original de habernos liberado del paraíso, nuestro pecado es que anhelamos regresar a él.

Tal vez esta conducta de buscar un estado de bienestar y alegría, nos la trasmiten nuestros padres desde que somos pequeños, es como si nos plantaran un chip donde ya viniéramos programados para lo que vayamos hacer de adultos. Y es así las costumbres, tradiciones y creencias se no da por herencia mas no porque hallamos querido elegir.

No solo nuestros padres nos heredan esto, también está el colegio ya que nos enseñan a repetir frases dichas más no a crear las propias, una educación bancaria que solo deposita información mas no un conocimiento significativo.

Esas ataduras Zuleta lo plantea como la búsqueda de amos, el deseo de ser vasallos, el anhelo de encontrar a alguien que nos libere de una vez por todas del cuidado de que nuestra vida tenga un sentido, pero el problema radica que la dificultad de nuestra liberación procede de nuestro amor a las cadenas. Amamos las cadenas, los amos, las seguridades porque nos evitan la angustia de la razón. Salimos de ser esclavos pero queremos regresar allí.

Es necesario entonces romper no solo las cadenas, si no trasformar el pensamiento que adoptamos de ser esclavos, para pasar hacer dueños de nuestra propia libertad. Para así llegar hacer seres pensantes, autocríticos, que no les de miedo salir de ese paraíso, para conocer un lugar donde nos enseña que es el frio, el hambre, la pobreza, el dolor porque todo esto es fundamental y vital para el hombre que debe buscar su propia liberación.

En conclusión debo decir que para lograr ese camino hacia la liberación es necesario leer más autores que nos aporte y nos haga dudar de todo, como lo es este gran pensador Zuleta. También es fundamental una educación liberadora como lo plantea Freire una educación para la libertad ya que el estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas.

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