El Rol Social De La Mujer

El nuevo rol de la mujer en la sociedad es el fiel reflejo de una lucha incansable por reivindicar una realidad donde ésta sea libre de ejercer su papel como ser esencial, primordial y vital para la vida. Mas nuestra lucha ha sido un extenuante camino lleno de estragos donde nos encasillaron a un solo estereotipo y donde nuestra voz no era más que palabras que se llevaba el viento, donde éramos invisibles a los ojos de la humanidad y nuestra presencia una llama apagada, pues creían que no teníamos la suficiente fuerza, coraje y capacidad para ser partícipes de nuestro mundo, un mundo que gritaba a viva voz por nuestra emancipación. Fuimos por un largo tiempo personas destinadas únicamente al labor doméstico y a la sumisión del hombre y éste era quien que encarnaba la única autoridad para la toma de decisiones. Éramos simples piezas que jugaban sin importancia, atadas a un sombrío escenario lleno de personajes que actuaban con indiferencia ante nuestro verdadero rol como mujeres.

Pero a pesar de nuestro duro pasado, fuimos guerreras de una dura batalla por logar triunfar en la tierra gobernada por hombres. Nuestro primer intento fue en la Revolución Francesa, cuando una mujer llamada Olympe de Gouges , bajo los ideales de libertad, igualdad y fraternidad, redacta la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, pero no fue debidamente tomada en cuenta. Mas no nos dimos por vencidas y seguimos protestando .En la Revolución Industrial disputamos por nuestro derecho al sufragio, tras la segunda guerra mundial nos incorporamos a la educación superior lo que permitió, poco a poco, la ocupación de cargos de responsabilidad; en los años sesenta reclamamos por nuestros derechos a elegir cuándo y cuántos hijos tener, al pago igualitario de salarios, a la participación en la política; y en los noventa se luchó por una mujer multifacética que es capaz de desempañar su rol dentro de cualquier ámbito que se le presente. Todo este proceso se lo conoce actualmente como el movimiento feminista.

Y en realidad afirmo que nuestra lucha no ha sido en vano. Actualmente podemos hablar de la mujer como profesional trabajadora y emprendedora que trabaja arduamente por cambiar el mundo y cumplir sus sueños; hablamos de una madre y esposa que vela por el bienestar de su familia y aporta en la construcción del futuro de sus amados. En fin, hablamos de una mujer completa, capaz de desempeñarse exitosamente en cualquier reto que se le presente. Hoy tenemos numerosos ejemplos de mujeres que no se dejaron nunca vencer por las limitaciones sociales que aún reprimen nuestra auténtica capacidad. Por nombrar unas pocas tenemos a Cristina Fernández, Michelle Bachelet y Dilma Rousseff, quienes han sido jefes de estado; Michelle Obama, con gran influencia en Estados Unidos; e Indra Nooyi, actual presidenta de Pepsi.

Pero esta realidad, lamentablemente, no está a la disposición de todas. Todavía existen mujeres maltratadas alrededor del mundo, todavía existen mujeres cuyos derechos no son tomados en cuenta y que día a día son sometidas a vivir situaciones deplorables. Son usados para la prostitución o sometidas a prácticas inhumanas. Es así como en África más de 80 millones de niñas y adultas han sido circuncidadas mediante la ablación del clítoris, que es una especie de violación.De igual forma en ciertas partes del mundo, la sumisión y su falta de participación es un tema indiferente. Por ejemplo, la mujer árabe está restringida al ámbito doméstico, depende económicamente de su esposo, su acceso a la educación está prohibido y casi el 90% son analfabetas.

Por lo expuesto, se puede decir que la mujer vive las dos caras de una misma moneda. Por un lado hablamos de una mujer participativa, multifuncional que ha logrado abrirse camino entre una sociedad machista y dejar su huella en el mundo y por otro, de aquella que todavía vive reprimida,

...