El fondomonetarismo neoliberal

Las relaciones de dependencia entre países débiles y poderosos se regulan mediante nuevas formas de explotación a escala mundial. Dentro de éstas, los organismos internacionales como el FMI, el Banco Mundial y el GATT se les han asignado el papel coordinador. Dentro de esta modalidad conocida como nueva “división internacional del trabajo”, el capitalismo ha encontrado los mecanismos para poder justificar su hegemonía con base en la explotación del excedente económico producido en el Tercer Mundo. Los engranes tradicionales de explotación a escala internacional habían sido el comercio desigual y la apropiación de sus recursos naturales y humanos en forma tal que se permitiera su explotación, con lo que se lograba el abastecimiento oportuno de materias primas y mano de obra barata para el desarrollo de la gran industria. Hoy día, aparte de lo anterior, ha cobrado fuerza la explotación de dicho excedente económico por la vía del endeudamiento externo y el pago de sus elevados intereses, supervisados por un organismo hegemónico mundial que coordine las políticas económicas de los países endeudados a fin de que, mediante “ajustes económicos”, se evite que las riquezas generadas en estos últimos se apliquen a su desarrollo interno, en lugar de exportarse a los países acreedores en forma de pagos de intereses por la deuda contraída o por dividendos de la inversión extranjera.

La aceptación de los mecanismos de ajuste implica contar con gobiernos dóciles a sus mandatos, a fin de que sea posible instrumentar las nuevas formas de explotación comunes a esta etapa de la crisis. Estos gobiernos deberán ser entreguistas para aceptar medidas tales como la marcha atrás en las nacionalizaciones revolucionarias, la privatización creciente, la eliminación gradual de controles estatales y la pérdida de la rectoría del Estado mediante el adelgazamiento de éste. Por ello estas doctrinas neoliberales son abrazadas por los grupos más reaccionarios de los países sonde se aplican, en especial por las burguesías altamente vinculadas al capital financiero internacional.

En sesentas la banca internacional otorgaba créditos para fines de desarrollo económico y social, mediante instituciones como el Banco Mundial, el BID y la Asociación Internacional de Fomento. En los setentas y sobre todo en los ochentas se pasó abiertamente a los préstamos especulativos o usurarios, destinados a impulsar los planes de exportación de materias primas necesarias a los proyectos estratégicos y militares de las potencias, con altas tasas de interés a corto plazo para su pago. En los noventas prevalece la inversión extranjera que especula en las bolsas de valores.

Estas condiciones desfavorables afectaron especialmente a países que presentaban problemas de carencia de recursos de capital para desarrollar sus economías, pues para hacer frente a estos compromisos sólo podían hacerlo sacrificando su desarrollo en aras de cumplir con el capital financiero internacional. De esta manera, la deuda pública externa es el eje en torno al cual gira toda la problemática económica del Tercer Mundo. De allí que sólo queden dos caminos, declarar una moratoria conjunta a nivel latinoamericano o proseguir en el espinoso camino de los ajustes fondistas.

El propósito central de los esquemas neoliberales consiste en lograr el uso más racional de los recursos naturales, humanos y financieros del país endeudado, a fin de asegurar el pago de sus adeudos externos. Así se establecen una serie de candados que permiten que la riqueza producida en el país en cuestión se exporte, en tanto que se sacrifica al máximo el desarrollo y el bienestar de la población en su conjunto, logrando el pago oportuno de los intereses de la deuda. Es necesario analizar las implicaciones de las propuestas neoliberales fondistas:

1. Reducción del gasto público: Dentro del capitalismo la irracionalidad, la corrupción y el derroche son elementos clave que permiten su sostenimiento. Éstos vienen a ser los aceites que permiten que la maquinaria funcione para generar grandes fortunas y acumular capitales. Debido a los elementos negativos mencionados existe una baja carga tributaria, ya que los grandes empresarios y los funcionarios importantes gozan de enormes privilegios fiscales, lo que determina la penuria crónica de las finanzas del Estado y explica el por qué ha tenido que recurrirse al endeudamiento externo para cubrir los persistentes déficit de las cuentas públicas. Visto así, el pago de intereses de dicha deuda sólo puede cubrirse reduciendo el gasto e inversiones públicas, ya que el Estado no quiere llevar a cabo una reforma fiscal que grave a los ricos y que además se evite la evasión fiscal y los privilegios distributivos, ya que esto implica atentar contra las leyes del capitalismo. Por ello se recurre a los ajustes al gasto e inversiones dentro de los que son los trabajadores los más afectados, lo que crea un efecto multiplicador negativo en los aspectos económico y social, de allí que la reducción en el gasto público implique obligadamente caer en esquemas recesivos, con bajas tasas del crecimiento del PIB, desempleo, quiebra masiva de empresas y restricciones de todo tipo. Gracias a ello, el Estado tiene manera de hacer frente al pago de la deuda, pero el costo social es muy alto.
2. Austeridad desigual: Se da debido a la reducción del gasto público, y se ve agravada por el abandono de las actividades productivas que beneficien a mediano y largo plazo, en favor de las actividades especulativas que buscan las ganancias a corto plazo.
3. Saneamiento de las finanzas públicas: Esto implica actualizar las tarifas de los servicios públicos que ofrece el Estado, un adelgazamiento del mismo, la eliminación de subsidios y la venta o el cierre de empresas gubernamentales consideradas como ineficientes; el gobierno se ve obligado a reducir o aniquilar subsidios de todo tipo a la vez que vende al sector privado nacional o extranjero muchas industrias que son patrimonio de la nación, es decir, del llamado sector social, con lo que se presenta un paulatino desmantelamiento de la economía pública. Estas medidas generan mayores ingresos al Estado pero tienden a ser una de las causas centrales de la inflación.
4. Mayor libertad económica (Libre juego a los monopolios): Esto implica una menor intervención del Estado, flexibilidad de precios, libertad cambiaria y libertad para la inversión extranjera; esto obliga a otorgarle todas las facilidades a los grupos monopólicos poderosos para que especulen y que el Estado limite su acción, lo que se presenta para acrecentar el serio proceso especulativo que también incide sobre la inflación.
5. Apertura al capital y mercancías extranjeras sin reglamentación: Eliminar cualquier tipo de proteccionismo, lo que obliga a una competencia muy desigual e injusta entre los productores locales y las grandes transnacionales.

En el caso de México podemos encontrar la explicación inmediata de la aplicación del neoliberalismo en la absurda política de endeudamiento externo.

CONCLUSIONES

La aplicación de las medidas neoliberales fondistas ha sido funesta para los países tercermundistas, y en el caso de México las pésimas administraciones públicas se han agravado a lo largo de la historia contemporánea debido a un endeudamiento externo inverosímil, sin fundamento y sin provecho alguno, el cual, aunado a una extrema dependencia de EEUU y de los recursos petroleros, puede desencadenar en una verdadera catástrofe económica con las reformas estructurales neoliberales que el actual gobierno federal pretende implementar, y cuyos primeros efectos serán seguramente la inflación y el aumento de la pobreza.

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