El hombre Light: Una crítica a la superficialidad en la sociedad contemporánea

El hombre Light

Enrique Rojas

Con el avance de las sociedades (niveles socioeconómicos altos) últimamente se ha seguido un camino nuevo, el camino de los productos light, pero también se ha dado un cambio en las personas: el hombre light. Este modo de vida que se ha dado, es el de una persona que esta bien informada de los acontecimientos en el mundo, además de que se esta bien educado y es un buen profesional. Pero por más que esta descripción parezca la de una persona que es buena para la sociedad, no lo es.

El hombre light es una persona superficial, que se ha convertido en un sujeto trivial, ligero, frívolo, que lo acepta todo pero que carece de criterios solidos en su conducta (Rojas, 1998). Esta persona ha vivido cambios en su entorno de una manera tan rápida que no cuenta con el tiempo para adaptarse a dichos cambios, por lo que toma una postura del “que mas da”, no le importan sus alrededores por que se siente alejado de los mismos. Una persona que no cuenta con ideas claras, una persona que vive el día a día, una persona llena de información que lo distrae; esto hace que se vuelva alguien indiferente y superficial con un gran vacío moral.

Este nuevo tipo de hombre, tiene varios rasgos que hacen que se diferencie de las demás personas, el hombre light es materialista: solo le importa el ganar dinero; es hedonista: solo le importa vivir los momentos (llega a ponerlos como principal preocupación, mas que los ideales). Además es permisivo, relativo y consumista, suele valorar lo material sobre las mismas relaciones que podría tener con el mundo, al que ha dejado de pertenecer. Otras de las principales características con las que cuenta es que es una persona de pensamiento débil, sin convicciones, con indiferencia hacia la curiosidad (Rojas, 1998). Es una persona pragmática, y se deja llevar por lo que esta de moda, sin crear por si mismo una forma de vida que vaya de acuerdo a lo que el pudiese querer, es una persona neutral que no se atreve a los cambios y se podría decir que se esconde en la intimidad, sin salir al publico como en realidad es.

Otras normas que rigen la vida del hombre light, es que vive una vida ligera, sin riesgos, sin rebeliones, sin creencias ni opiniones concretas, solo con la seguridad por delante; lleva una vida vacía que no dejara huella en la humanidad. Actualmente se vive en una era plástica, donde la fama, el poder y el dinero (Rojas, 1998) se han puesto por encima de todo, sin importar las personas que se vean afectadas en esta búsqueda del éxito y del triunfo sobre los demás. Un hombre light piensa que si se gana bastante dinero y además ha triunfado, se tiene conocimiento sobre todas las cosas, aun cuando esto solo sea de las cosas ajenas a ellos. Pero en realidad solo se tiene una pobreza de cultura tan grande que solo se hable de un “yo”, o de otras personas light que han tenido un impacto en su vida.

Para Alain Finkielkrauer el hombre es cada vez menos sabio; y esto lo muestra la cultura nihilista en la que se vive actualmente, hacer lo que uno quiera, vivir para uno mismo y nuestros placeres, sin restricciones que nos digan cuando estamos mal y necesitamos detenernos. Pero la incógnita que surge es sobre como hacer que este tipo de personas abran los ojos y cambien su forma de vida, que aprendan que siendo una persona light, lo tendrán todo, pero se encontraran sin nada al mismo tiempo. Para el autor la manera suprema de aprendizaje es el sufrimiento, un sufrimiento trascendental que los incite al cambio, para que así encuentren un control personal y se vuelvan personas digan, mas humanas.

Se puede afirmar que uno de los principales problemas de hoy en día, es esta cultura, la cultura de la abundancia, tener todo lo material que se pueda dejando lo espiritual de lado. Estar repleto de todo, pero sin un sentido en la vida, perder la buque da de la superación y volverse alguien superficial,

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