El informe Brundtland y los limites del crecimiento

El informe Brundtland y Los límites del crecimiento

Un análisis introspectivo

En la actualidad no hay discurso académico, político o social en torno al desarrollo que no exprese el concepto de sostenibilidad o sustentabilidad (ambos conceptos serna majeados como sinónimos ya que el objetivo del presente documento no será la discusión conceptual de los mismos), sin embargo que tan claro o que tan en práctica se pone realmente este tema; muchos de los discurso políticos que lo envuelven tiende a manjar la palabra como un concepto bolsa de payaso, es decir todo cabe en él; los alcances de este no han quedado bien definidos permitiendo la subjetividad y manipulación de este dependiendo de la vertiente o camino al que se desea dirigir a la audiencia. En la mayoría de los casos nos trae a la mente la ecología y su protección sin embargo esta es solo una de las 3 esferas básicas que componen la sustentabilidad.

Ya para 1972 un grupo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts dirigido por el investigador Denniss L. Medow publicaban un documento donde anunciaban a la población mundial de que el camino para el desarrollo que habíamos elegido nos estaba llevando a un declive y una gran crisis por el abuso constante de los recursos naturales lo cuales considerábamos como infinitos; pero así como todo contenedor tiene una capacidad máxima antes de desbordarse, la tierra también los tiene y había llegado el momento de desacelerar este crecimiento indiscriminado que traía como consecuencia la sobreexplotación de los recursos de subsistencia.

        “Si la industrialización, la contaminación ambiental, la producción de alimentos y el agotamiento de los recursos mantienen las tendencias actuales de crecimiento de la población mundial, este planeta alcanzará los límites de su crecimiento en el curso de los próximos cien años. El resultado más probable sería un súbito e incontrolable descenso, tanto de la población como de la capacidad industrial“ 

(Los Límites del Crecimiento, 1972)

Bajo esta clara advertencia habría que repensarse la concepción que tenemos de desarrollo el cual desde la Revolución Industrial se vio encaminada a la acumulación de capital financiero y capacidad de adquisición, es decir aquellas poblaciones con una mayor producción e interacción con el mercado se consideraban más desarrolladas que aquellas que se dedicaban a la producción de materias primas las cuales generaban menos ingresos.

Había que buscar estrategias de acción en torno a esta crisis a la que estábamos encaminados, donde todos los países debían estar involucrados ya que no se planteaba que una zona de la tierra era la que se encontraba en riesgo si no el sistema global, ante este panorama se tenían que establecer protocolos de administración de los recursos de uso común GLOBALES.

Los autores terminan afirmando que esta crisis puede ser detenida, aun había esperanza, que el intento por alcanzar un estado de equilibrio debía de provenir de una planificación a todos niveles tanto individual, nacional y mundial.

Sin embargo pasaron los años y el informe junto con su advertencia quedo archivado, como la locura de unos investigadores que osaban solicitar que se frenara el desarrollo, para los líderes mundiales y sus gobernados era inconcebible que los recursos naturales pudieran ser finitos, ellos a simple vista (como ejemplo) veían ríos llenos de agua corriendo y a las lluvias incrementando sus niveles, pero no hacían el cálculo de cuantas personas, animales y procesos industriales requerían de esa agua.

Para 1984, 12 años después de “Los límites del crecimiento”, una comisión de la ONU encabezada por la ex primera ministra de Noruega Gro Harlem Brundtland presento un informe que no solo concordaba con la visión de crisis del equipo de Medow si no que la descripción de la situación mostraba que al no haber hecho caso a la advertencia previa los eventos se habían acelerado y no tuvimos que esperar 100 años para ver el declive de los recursos naturales en pro del desarrollo.

Se explicó que muchas de las acciones que eran generadoras de un “desarrollo” medido a través del crecimiento económico, habían acarreado aumentos en la pobreza, vulnerabilidad y degradación del ambiente.

Por lo que, así como se solicitaba hace 12 años, era necesario reconsiderar el desarrollo desde otra perspectiva; fue en este informe cuando se acuño el término desarrollo sustentable refiriéndose a “aquel que garantiza las necesidades del presente sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”

La presión demográfica en el mundo era evidente y su distribución totalmente desigual, el aumento de la población por ende requería de una mayor disponibilidad de bienes y servicios como alimento, vivienda, energía y salud, lo que inevitablemente influye en la explotación del medio ambiente, principalmente porque no se han tomado medidas para renovar lo extraído.

Pero en este informe no todo se marcaba como negativo ni se trataba de anunciar un eminente apocalipsis, al contrario mostraron una cara optimista hacia el cambio en la búsqueda de un futuro próspero, justo y seguro, planteando que existe la posibilidad de un crecimiento económico basado en políticas de sostenibilidad y renovación de los recursos ambientales.

Quedarnos en la visión medio ambiental no nos dará sustentabilidad, ya que como se mencionó anteriormente este es solo una de las 3 esferas que confluyen para lograr la sustentabilidad; este tipo de desarrollo debe tomar en cuenta los derecho de la población a la salud, democracia derechos laborales, crecimiento económico y a su vez la preservación de la naturaleza.

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