El lado oscuro de mochilero TRADUCIDO

El lado oscuro de mochilero

[Atención a los lectores: debería cambiar el nombre de este artículo "Gimiendo de un mochilero que viaja con una maleta". No estoy hablando del problema del tercer mundo aquí, por favor, no olvides tu humor en los defectos de tu mochila, viajar fue la mejor experiencia de mi vida]

Sí, viajar es genial, incluso sorprendente, por miles de razones. Cuando viajas, todos te dicen cuán "afortunado" eres. La suerte no tiene nada que ver con eso, pero ese es otro debate. El punto aquí es que, aunque claramente no vamos a quejarnos de eso, viajar es como una relación: no siempre como en las películas. Aquí hay una lista no exhaustiva de lo que a veces lo convierte en un completo dolor en el culo.

1. Viajar es agotador. Esto puede sonar como una mierda para alguien que piensa que mochilero es solo pasar el día (y algunas veces la noche) en la playa, y salir de fiesta en lugares locos, pero cualquiera que haya cubierto un poco del mundo sabe. Moverse todo el tiempo, gastar la mitad de su viaje en autobuses, trenes, aviones, barcos, siempre teniendo que optimizar su tiempo durante el día y socializar durante la noche, sí, es físicamente agotador. Lo bueno es que aprendes cómo dormir en los lugares más agitados, incluso un festival de música electrónica debajo de tu ventana (o, mi experiencia más reciente, un cabaret de señoritas) no pudo despertarte.
2. No tienes idea de lo que acecha en el fondo de tu mochila: nunca has desempaquetado. Tu vida está contenida en 30 cm cuadrados, y ha pasado tanto tiempo que ahora estás aterrorizado por lo que encontrarás allí. Especialmente por todas esas mañanas en las que te despertaste tres minutos antes de la hora de salida y arrojaste todo adentro como lo encontraste.
3. Llamas un lugar a casa cuando pasas más de 3 noches allí: básicamente, ya no tienes un hogar. Nunca te acomodas en un solo lugar y, a veces, la idea de estar en tu aburrida sala de estar comiendo lasaña de tu madre (o la cena asada) parece un paraíso.
4. Charla pequeña se convierte en su peor pesadilla. Las primeras semanas después de que te fuiste de casa, pensaste que era increíble la cantidad de personas que podrías conocer en un día. Bueno, ya no. En algunos momentos, incluso te vuelves amargo e insociable. ¿Gente nueva? Mierda. Estás cansado de tener la misma conversación una y otra vez: "¿Cuál es tu nombre? ¿De dónde eres? ¿Cuánto tiempo llevas viajando? ¿A dónde te diriges ahora? "En realidad, ahora solo recuerdas las nacionalidades de las personas. Ni siquiera sus primeros nombres. Y los describes en consecuencia; "El chico sueco", "Chile", o incluso solo "Baguette" para los franceses.
5. Diciendo adiós. Con mucho, la peor de esta lista, pensé que podría acostumbrarme a ella en algún momento, pero aún no lo hice. Cuando conoces personas en el camino que de inmediato se convierten en parte de tu círculo cercano, te apegan mucho más rápido que en casa. Pero después de unos días, semanas o meses, es hora de decir adiós, y cada uno continúa su propio camino. Incluso si los puede volver a ver en su casa, visitarlos o encontrarse con ellos nuevamente en otro viaje, no será lo mismo. Usted sabe esto, y no solo se despide de su amigo, sino también de los momentos que compartió.
6. Está el camino fácil, y está el camino complicado, no todo sucede como lo planeó. De hecho, generalmente nada lo hace. Perder el autobús, sacarse la billetera o el pasaporte, tener un problema con la visa, quedarse sin dinero ... esta lista solo podría continuar por un tiempo y simplemente llamarse "Estoy cansado de viajar". Más de una vez, me han dejado solo en un aeropuerto, atrapado por una de estas razones (o una vez solo porque seleccioné el mes equivocado cuando reservé mi boleto) y decidí que solo quería ir a casa. Afortunadamente, siempre hay una solución y la superas rápidamente, pero estos momentos son una parte desagradable pero necesaria del viaje.
7. Tu estómago tendrá problemas: entre los alimentos de algunos países, el estilo de vida en constante cambio, el alcohol casi diario (exagerar con el alcohol local, como el whisky tailandés o el matón australiano) es absolutamente lo peor que puedes hacerle a tu cuerpo), la enfermedad del mar / coche. Creo que entiendes la idea.
8. De hecho, todo tu cuerpo estará en contra de las probabilidades. Entre los cosméticos baratos, la falta de sueño, el punto 7 de esta lista, la falta de instalaciones sanitarias y los días completos en un autobús o un tren nocturno de mierda, a veces incluso tu maravilloso bronceado no puede ocultar el hecho de que tienes cara de pizza, tu cabello es grasoso y estás sin aliento después de dos tramos de escaleras.
9. Olvidas lo que es simplemente no hacer nada. Puedo escuchar objeciones a esto ya. Pero a veces SOLO necesitas escabullirte frente a tu televisor todo el día.
10. Viviendo en un mochilero. Me encantan los albergues por muchas razones, pero al final, pagas una gran cantidad de dinero para compartir tu habitación con 32 personas, roncando cada una de ellas y configurando su despertador por un horario diferente a partir de las 4 AM (con algunas repeticiones cada uno), y disfrutar de una cocina llena de platos sucios, pero inexplicablemente, sin sartén. Solo acepta el hecho de que ya no tienes vida privada.
11. Extrañas tu hogar. Probablemente el más obvio, y por mucho que disfrutes cada día de tu vida de viaje, a veces desearías poder saltar en un avión para ver a tus seres más cercanos y queridos solo por una hora. La Navidad en la playa es una experiencia divertida, pero pensar en tu familia sin ti, bueno, a veces apesta.

Esto suena realmente cínico, pero obviamente, si estuviéramos compilando una lista sobre los aspectos positivos del viaje, 11 puntos solo serían una introducción. En realidad, la peor parte de mochilear es probablemente que un día, ¡tienes que regresar!

Artículo: Gaelle Courau

Ayuda con la traducción: Katharina McGuill

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