El mito del ovejero

EL MITO.

El mito del Ovejero.

Muchos comentan en la Patagonia el mito del ovejero. Que al llegar la primavera cuando las noches son más cortas y las ráfagas de viento son tan fuertes que se pude escuchar su fuerza y entre sus sonidos se escuchan los lamentos del Ovejero.

La historia cuenta que el ovejero era un hombre solitario que todos los inviernos tomaba sus ovejas y se las llevaba al norte de Punta Arenas en búsqueda de pastos para alimentarlas.

Tenía dos hermosos corceles, tan blancos como el invierno en la Patagonia.

El ovejero preparaba su montura de cuero de oveja con dos grandes alforjas con víveres para un mes lo que duraba su viaje.

Una noche el invierno se puso muy fuerte el viento y la nieve no permitía ver y cada vez eran más las ovejas muertas y sus fuerzas comenzaban a gastarse y se sentía muy fatigado el ovejero buscaba por todas partes un refugio para proteger sus ovejas hasta que encontró un corral abandonado con pastizal para poder pasar unos días.

Los días pasaron pero nadie podía predecir que nevaría de tal forma ese invierno que no quedo rastro del corral donde estaba el ovejero y sus ovejas.

Al llegar la primavera en el pueblo comentaban y pensaban en el ovejero en sus gritos y alegría que demostraba cada vez que llegaba de regreso.

Cuando nadie se lo esperaba sus corceles con su montura tan especial y todo su rebaño volvió a sus corrales en perfecto estado, la gente corrió a saludar y festejar como siempre al ovejero, pero lo que nadie sabía que el ovejero jamás regreso y nadie supo nunca nada de él.

Desde ese año y cuando la primavera llega y el viento sopla fuerte, se siente el galope de sus corceles y los gritos del ovejero desaparecido.

Álvaro Prieto Mansilla.

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