El monje que vendio su ferrary

Cuando me pusieron de tarea leer el libro “El monje que vendió su Ferrari”, al principio me sentí renuente para leerlo, comúnmente no soy de las personas que lee libros que no traten de programación, computadoras y tecnología, presumo de ser del tipo que escoge los libros que leerá, sin embargo creo que este libro me eligió a mí, ya que me encuentro en una etapa de mi vida en la que necesitaba algo que me hiciera ver de una manera más amplia el panorama.

Cuando escuchamos la palabra éxito normalmente se piensa en una gran casa, autos lujosos, una enorme cuenta bancaria y viajes alrededor del mundo, esta ideología ha sido implantada en nosotros por una sociedad superficial, consumista y banal, la educación o el núcleo donde se ha crecido establece diferentes criterios y definiciones de la palabra en cuestión pero normalmente existe un rango o denominador que comúnmente es el mismo “cuanto tienes, cuanto vales”.

Mientras estamos en busca de una felicidad que parece inalcanzable, olvidamos disfrutar de una vida plena y armoniosa, el verdadero éxito depende de poder conseguir un equilibrio entre nosotros y nuestro entorno.

El autocontrol, el autoconocimiento y la disciplina, son solo algunas tácticas que nos va regalando el libro para poder alcanzar el éxito, pero de nada sirve si no las analizamos y las hacemos realidad en nuestra vida cotidiana.

El libo menciona los siguientes puntos:

1.-El Jardín Esplendoroso – Dominar la Mente.

Esta virtud es especial para poder empezar un día con alegría y ganas de seguir adelante. Las técnicas del corazón de la rosa o secreto del lago son buenas para mantener la concentración y llenar tu mente de pensamientos positivos.

2. El Faro Imponente – Seguir el Propósito.

Por lo que entiendo de esta virtud es que para poder concentrarte en tus objetivos debemos amar y vivir con pasión todos los días en el transcurso de estos, ya que si te aferras a ellos, terminaras frustrado y con la mente llena de negatividad.

3. El Luchador de Sumo – Practica el Kaizen.

Lo que habla esta virtud es de coraje, fuerza del carácter y fuerza mental, debes imponerte a ti mismo, además de mejorar a diario algún aspecto de tu vida, de esto se deriva la palabra “Kaizen” es decir, nunca termina la mejora.

En este punto el autor aconseja 10 maneras de practicar la vida radiante las cuales son:

1. Ritual de la soledad.

2. Ritual de la fiscalidad.

3. Ritual de la nutrición.

4. Ritual del saber abundante.

5. Ritual de la reflexión personal.

6.

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