En la lectura de las culturas estudiantiles y las manifestaciones simbólicas

En la lectura de las culturas estudiantiles y las manifestaciones simbólicas

Leidy Johana Castrillón Gallego

Sonia Malena Cardona Gómez

Fundación Universitaria Católica del Norte

Facultad de Ciencias de la Educación

Un mundo simbólico para aprender

San Roque

2017

“Los seres humanos no nacen para siempre el día que sus madres los alumbran: la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez, a modelarse, a transformarse, a interrogarse (a veces sin respuesta) a preguntarse para qué diablos han llegado a la tierra y qué deben hacer en ella.”

(García Márquez, 1961)                      

Cuando hablamos de identidad nos referimos a las particularidades que caracterizan a una persona o a una comunidad,  son sus rasgos propios, son las cualidades que les permiten expresarse ante el mundo. Existen diferentes tipos de identidad entre las que se destacan la identidad personal, de género, nacional, sexual, cultural, entre otras. En este ensayo enfatizaremos en esta última, abordando inicialmente la definición de identidad cultural, para luego retomar las formas de manifestación social, cultural y política de nuestra comunidad,  sus valores, tradiciones, símbolos, creencias, aspectos que han permitido definir su identidad.

“La identidad cultural de un pueblo viene definida históricamente a través de múltiples aspectos en los que se plasma su cultura, como la lengua, instrumento de comunicación entre los miembros de una comunidad, las relaciones sociales, ritos y ceremonias propias, o los comportamientos colectivos, esto es, los sistemas de valores y creencias (...) Un rasgo propio de estos elementos de identidad cultural es su carácter inmaterial y anónimo, pues son producto de la colectividad” (Molano, 2007)

Rodeado por hermosas colinas y asentado sobre un pequeño valle por el que corre un riachuelo, se encuentra San Roque, Ubicado en la región Nordeste del departamento de Antioquia, fundado en 1880 y elevado a la categoría de Municipio el 26 de enero de 1884 por zambullidores, cateadores y barequeros. La tribu indígena que habitaba esta región vino del bajo Porce y pertenecía a la tribu de los Noriscos y los Tahamies. Limita por el norte con el municipio de Yolombó, por el este con los municipios de Maceo y Caracolí, por el sur con los municipios de San Carlos, San Rafael y Alejandría y por el oeste con el municipio de Santo Domingo, es también conocido como “La tierra de la cordialidad” debido a la amabilidad de sus habitantes.

Sus calles empezaron a trazarse y con ellas a construirse los humildes ranchos de paja y bahareque, los cuales fueron siendo reemplazadas  por alegres y cómodas casonas con balcones, que un poco más modernizados aún se siguen conservando y haciendo parte de la cultura del municipio. El  trazado de sus calles es una de las principales características en cuanto a su perfecta delimitación, la cual tiene forma de cruz.

El primer parque fue construido por los mineros, llenando los pantanos con piedra, que le fueron dando su forma, ya en 1928 el alcalde Miguel Rincón lo remodeló y fue denominado parque de Bolívar. Actualmente es un lugar más moderno que es considerado elemento importante en la vida del pueblo, como lugar de encuentro y de las fiestas populares y religiosas  (Antioquiainteractiva.com, 2017)

Surgió así mismo la artística y hermosa catedral, que inicialmente no era más que una construcción de paja con apariencia de ramada y actualmente es una perfecta edificación, réplica de la catedral metropolitana de Medellín, lugar en el cual se congregan los feligreses y dan cuenta de su fe cristiana a partir de celebraciones y rituales religiosos.

El ornato de la población lo constituyen los monumentos: “El salvador”, “La Madre Laura”, “La virgen Inmaculada”,  “Simón Bolívar”, En cuanto a los edificios patrimoniales, San Roque cuenta con la Alcaldía municipal, el hogar juvenil,  la casa de la cultura Julio Valencia Molina, la casa cural, la casa campesina, el cementerio  que dan testimonio de la decisión de los Sanrocanos por todo lo que tiende a ablandar los sentimientos y a dignificar las costumbres, sus balcones son de gran valor patrimonial y están relacionadas con la colonización antioqueña, por eso su parque está rodeado de estas hermosas obras arquitectónicas, que le dan un aire colonial.

Como antioqueños, los habitantes de San Roque son en su casi totalidad virtuosos, amigos del estudio y del trabajo, pero poco de emigrar. Desde muy jóvenes su mayor aspiración, es la de conseguir una modesta fortuna que les permita formar un hogar donde la esposa y los hijos vienen a ser su más legítimo orgullo, su más valioso tesoro.

La minería, la agricultura, el comercio, las artes manuales y las pequeñas industrias, son las ocupaciones a que se dedican para ganarse la vida, a las cuales se debe en gran parte el progreso de la población; cabe anotar que las anteriores actividades laborales son realizadas por hombres y también por mujeres que poco a poco cambian su perfil de sumisas, entregadas al hogar y dedicadas exclusivamente a la crianza de los hijos para mostrarse como damas laboriosas y emprendedoras. Son pues, contados los Sanrocanos que no posean una parcela de tierra o un pequeño haber que les proporcione la manera de trabajar independientemente.

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