Ensayo Sobre El Arte
gretell153 de Diciembre de 2012
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CONTENIDO, FORMA Y COLOR
Una teoría del arte para funcionar tiene que estar enraizada en el éxtasis del paraíso terrenal y, en una defensa de por vida de la Vida, de la hermandad, de la unión, de la comprensión de una sola semilla y su derivación en todos los resultados sociales, económicos y emocionales, en el ideal de un mundo nuevo, que nace con un nuevo milenio, un mundo fresco, sano, limpio, alegre, puro y de por vida. Para lograrlo, hay que hacer un compromiso, tomar la decisión de defender la vida, de tomarla como propiedad, de darle la oportunidad a la inteligencia verdadera, de expresarse. Ella tiene todo para guiarnos al poder y la fuerza. Contenido, forma y color tienen su raíz en la fuente suprema del amor.
El artista, al tener consciencia de la situación actual, de un mundo en crisis, tiene que tomar las riendas del poder y crecer: tomar su verdadera dimensión de hombre superior y anteponer sus pequeñas frustraciones y, entender que los problemas, carencias o dificultades se nos dieron para aprender. Son solo pruebas para crecer.
El día llego de tirar todo lo inútil y mirar al Sol, enloquecer y adquirir nuestra verdadera conciencia de seres cósmicos, comprometidos con el Universo y auto nombrarnos su mano y, su voluntad. De ahí nace la idea y, al pensarla tenemos que reiterarla hasta el infinito; si lo hacemos con humildad, llegará el concepto y tal vez la teoría se revelará. El trabajo y la disciplina nos entregara eso que corresponde a cada uno.
El artista nació con una palabra grabada en el Corazón.
ARTE, IDEA E IMAGINACIÓN: LA IDEA COMO ETERNIDAD
El artista debe en principio, ser cauteloso ante las formas conocidas o no reconocidas; sordo a las ideas de su tiempo. Sus ojos deben estar atentos, alertas y dirigirse hacia su vida interior. Su oído debe prestar atención a la necesidad interior. La Sabiduría interna contiene todos los contenidos filosóficos, formas y técnicas adecuadas a las necesidades de la vida. El relámpago creador de nuestra imaginación está siempre esperando la oportunidad para expresarse.
La imaginación es una parte del orden creador que nos rodea. La imaginación del hombre es el puente que pone en contacto la idea con la materia espiritual. Éste es el único camino para expresar la necesidad religiosa, si tomamos como religión religar o, unir cielo y tierra, agua, fuego y aire como el Corpo de la Vida.
Todos los medios son sagrados si son interiormente dictados por esa unión, si brotan de la fuente verdadera de nuestra verdadera naturaleza cósmica. Para ello, se requiere una reflexión muy seria y profunda que nos vincule otra vez para volver a Ser niños. Para el niño el querer saber es muy serio y quiere siempre la Verdad para aprender a moverse en la Vida. El niño sabe cuándo lo engañan, tiene una gran capacidad de sospecha y busca la Verdad. En esta búsqueda, de eso se trata, es de dudar de todo, de no creer nada; de volver a empezar, de desear otro mundo, de anular todo, de imaginar una nueva Realidad.
EL ARTISTA COMO HOMBRE DE FE
LA FE COMO UNA LEY OMNIPOTENTE
La fe es una ley cósmica y un poder; la fe es una fuerza que genera, que realiza la verdad. La fe realiza el milagro de ver y da seguridad en la oscuridad. La fe anula la soberbia y transforma al hombre de conocimiento hacia estados superiores; la fe es hermana legítima de la paciencia y da la sutileza de la certeza invisible. La fe da salud y es felicidad. La fe es la ley de la riqueza. Podríamos nombrarla como la ley de leyes. La fe es nuestro tercer ojo, que todo lo ve, que todo lo sabe, que todo lo puede y que todo lo entiende, es la gracia.
El artista por su especial percepción está capacitado para leer entre líneas el futuro, teniendo como punto de partida el presente, la verdad del presente y, al hacer un recuento de la vida, utilizando la compasión y el amor supremo al hacer ese análisis, va a tener que ver qué lo llevó a fracasar la vida y de millones de seres y casi de la humanidad entera; qué ideas, qué necedades, qué aparente evidencias, cuáles fueron las causas de semejante miopía, qué destrozó la realidad y la convirtió en veneno mortal. La mentira es la traición de la vida.
El “artista hacedor” de la cultura ha empleado su fuerza para satisfacer sus necesidades más bajas, en expresiones aparentemente artística, ofreciendo un contenido impuro, ensalzando la tristeza; mezclando los elementos débiles justifica y colabora al auto engaño de sí mismo, creyendo convencerse de una sed de “justicia”. La injusticia, la pereza y la pobreza son resultados de esa falta de energía, son la justificación de todas las imposibilidades y todas las incapacidades; así también son las creencias en que alguien tiene la culpa y se culpa a todo: al padre, a la madre, a todos los cercanos al gobierno, a la época, a la economía, a todas las estaciones climáticas, al aire, a la lluvia, al destino, a Dios, etcétera. La creencias en la fatalidad son lo contrario de la fe. Los hacedores de esa cultura han sido hombres destrozados por su ceguera y, han validado el mal por una necedad siniestra y, tan inteligentemente y sutilmente matizada la pintaron de todos los colores y la expusieron como la “verdad”. El resultado de todo eso lo llaman crisis, es su síntesis. Así como la fe tiene todas las gamas, así el miedo también, así como el dolor tiene asimismo todas las enfermedades.
La fe es la posible semilla de esta época para la juventud. Si todo se vende y todo se compra, cambiemos los precios: purifiquemos el oro como metal sagrado, símbolo del sol de vida, de pureza de valor, de fuerza, de vitalidad.
El primer hexagrama del I Ching dice: “Ha de hacerse íntegramente fuerte, eliminando a conciencia todo lo degradante, todo lo vulgar. Así la infatigabilidad que se basa en los ciclos completos de actividad”.
En el problema esta la solución. El triángulo espiritual rota a velocidades impensables. La mente como un magneto que atrae las ideas de la mente cósmica. La única condición es pureza. Evolucionar en la esencia de nuestro propio ser: la esencia de nuestro propio ser es la idea sublime convertida en conciencia y en experiencia vivida, en conocimiento aplicado a este mundo.
El artista, por su especial conexión, tiene la capacidad de ver con ese tercer ojo todas las triadas y ponerlas en práctica: fe, esperanza y caridad; amor, belleza y libertad; pensamiento, decisión y acción. El futuro es nuestro. El futuro es este segundo: cómo diseñar el futuro, cuál es el color de la fuerza, cuál el dibujo de la verdad, cuál es la forma de la eternidad, qué herramientas son las adecuadas. Cada puerta tiene una llave, cada clave su sonido, toda resonancia recorre la eternidad y retorna también en la diferencia de la eternidad. Estamos atrapados en todas las formas de lo sublime, de todas maneras todos los caminos llegan al mismo lugar; tarde o temprano, fácil o difícil.
Hasta este año 2000 la humanidad ha recorrido el camino del dolor y de la guerra en todas las miserias. Los invito a buscar la llave de la fe. Solamente la fe hace evidencia de las cosas invisibles y posibles las imposibles. Solamente la fe hará el milagro de que nuestra madre la Tierra sea feliz. Solamente la fe nos hará hijos agradecidos de todos los milagros en que vivimos y, ver el verdadero milagro que es la vida. El amor es el primer milagro y, ese milagro será en nosotros si nos damos amor y gratitud. Nuestra felicidad es la felicidad de la vida. Nuestra felicidad es la felicidad de la Tierra. Nuestra felicidad es la felicidad del agua, nuestra felicidad es la felicidad del fuego; nuestra felicidad es la felicidad de la eternidad y la vuelta del retorno. Nuestra felicidad es la felicidad del Universo. No podemos olvidar nuestro lugar de residencia.
La fe, la felicidad y la paz son la triada de la armonía y, ahí está nuestra profunda unión. Estamos enraizados en el éxtasis de la eternidad.
LO ESPIRITUAL EN EL ARTE
Es asunto de todos nosotros la lucha para darle a la Humanidad los medios para que pueda llevar a cabo su ascensión. El arte a de estar generado por un espíritu de grandeza, para poder ejercer influjo sobre la faz de la Tierra.
La naturaleza síquica del “hacedor” ha de estar adherida a las fuerzas de la vida espiritual para transfigurarse en poder. La humanidad ha de ser el combustible de poderosa inspiración para que se adhiera al artista hacia la claridad, por el hecho de estar y ser uno con el cielo, del cual emanan las fuerzas de la luz.
Es tarea del artista disolver en la psique humana la idea de separación de “un creador” desligado de nosotros, como la de un yo desvinculado del Universo, como la de un cuerpo apartado del espacio. Esto ha tenido una repercusión enorme en nuestra mente y ha fomentado sentimientos de antagonismo, llevando a creencias de separatismo y hacia un individualismo con muchos “derechos”: derecho a ser como yo quiera, a pensar como yo quiera, a tener mis propias ideas, mis propios gustos, mis yoes al infinito.
El “artista” a través de la historia ha sido el difusor más poderoso para el “conocimiento de la naturaleza humana”; en toda la infinita gama ha legitimado
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