Ensayo- corrupción

Ensayo- corrupción

El día a día de la sociedad Colombiana se ha convertido en un “círculo vicioso” de pésimas noticas. Cada vez que una persona en cualquier rincón del país enciende la radio, la televisión o vía internet accede a blogs o periódicos electrónicos se entera de una indignante realidad: escándalos de corrupción en todas las ramas y esferas del poder. La situación en el país empeora conforme el tiempo pasa y las soluciones parecen lejanas e insuficientes para subsanar la gran problemática.  Su magnitud es tan grande  que el máximo mandatario de la nación, el presidente Juan Manuel Santos hizo un símil bastante acertado en su célebre frase “el cáncer de la corrupción ha hecho metástasis”. Es así como el adjetivo del término metafórico “círculo vicioso” se ha convertido en el calificativo más veraz, acorde y representativo del país.

Desde los últimos años hay varias frases han tenido lugar para los teóricos y críticos al momento de explicar los sucesos que padecen las ramas del poder público. Al transmitirse por los medios informativos su proliferación se dio de manera significativa, tanto, que para las personas del común las frases crisis de las instituciones, crisis de legitimidad, y específicamente, crisis de la justicia se convirtieron en el pan de cada día.

Ahora bien,  para confrontar dicha problemática  es necesario comprenderla, por lo cual resulta indispensable entender a qué se hace referencia  cuando se utiliza la palabra “crisis”. De acuerdo  con la profesora María A. Bonnemaison, suele entenderse por crisis una etapa crucial o peligrosa, la cual puede devenir en algo positivo o negativo. En este caso el momento crítico se vive dentro de las estructuras más importantes del Estado, haciendo que el trípode del poder tambaleé cada vez más.

Con respecto a la crisis de la institucionalidad esta se puede configuran con los siguientes sucesos: un congreso que ejerce su papel de manera poco representativa, incapaz y deficiente como constituyente derivado, funcionarios públicos que desvían dineros a cuentas personales, organismos de control que hacen todo salvo observar  y regular lo que sucede, constantes sobornos, casos de corrupción de toda índole entre ramas legislativa, ejecutiva y judicial para fallar de acuerdo a intereses particulares, un sistema democrático con gran cantidad de flaquezas, además de una justicia que sencillamente parece no funcionar.

No obstante, estos fenómenos no son novedad, se estima que a lo largo de la historia del país se han dado constantemente, por lo tanto el siguiente cuestionamiento resulta pertinente ¿qué ha desatado la “crisis” si los sucesos que la configuran no son nuevos? La respuesta perece ser simple, se debe a la información recibida. Por tanto, es en este punto donde los medios de comunicación juegan un papel fundamental, contribuyendo de manera indirecta en la denominada crisis de legitimación. La cual se debe a la falta de credibilidad y confianza que las personas tienen en las instituciones del Estado. Es así como las crisis que parecen ser distintas por los nombres que reciben no son más que títulos que forman parte una gigantesca crisis estatal.

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