Ensayo Corrupcion

Esta historia ocurre en un pequeño poblado del departamento de Santa Bárbara, Honduras. Es uno de los departamentos que tiene las muchachas más bonitas del país. Mujeres piel blanca y tersa, cabello como hilo de oro..., esta mezcla sale de que las personas de esta área en su mayoría sus antepasados fueron españoles ya sea por padre o madre.

Bueno nuevamente a la historia.

Había un tipo llamado Jorge. Jorge era un hombre con fama entre sus amigos de tener el arte de seducir a las mujeres. Sin embargo, Jorge en sus adentros moría de amor por una joven que nunca le prestaba la atención que el tanto deseaba. Ella era Julia.

Julia era una joven trabajadora muy bella y con muy buenos modales, todo lo opuesto de Jorge.

Pasaban los días y Jorge cada vez más sentía que su cariño hacia Julia iba creciendo hasta que un día decidió decirle la verdad. Esperó a que la joven fuera como de costumbre a pasear al río del pueblo. En efecto ella fue al río y Jorge estaba detrás de unas plantas, luego de lo cual salió y le declaró su amor a Julia. Ante el asombro de Jorge, Julia le dijo que no, que ella tenía muchas cosas por hacer aún en su vida y que no deseaba nada con él.

Jorge trató de no mostrar el enojo que le embargó y se retiró a su casa. Por la noche, conversó con sus amigos al calor de los tragos y les dijo que Julia debía ser de él y que la iba a observar cuando saliera para seguirla y hacerla su mujer. Las risas maliciosas entre los amigos se hicieron presentes.

Pasaron varios días y una noche Jorge estaba nuevamente bebiendo cuando miró (vio) a su Julia pasar cerca de él pero sin lograr verle la cara. Le llamó en tres ocasiones: ¡Julia!, ¡Julia!, ¡Julita mi amor!. Pero Julia no volteó siguió su camino hacia el río.

Jorge, bajo los efectos del alcohol y viendo la belleza de la escultural joven, dijo en su mente: "¡Va para el río hoy sí la voy a hacer mi mujer!". Fue así que la siguió sigilosamente. Entre las plantas logró ver cómo Julia se inclinaba sobre las piedras a lavar unas ropas, alumbrada por la luz de la luna llena. Jorge pensó: "Ahora es el momento".

Se aproximó donde Julia y le dijo: "Julita mi amor, hoy si vas a ser mía palomita". La tomó con fuerza de sus brazos, la volteó y la miró desde los pies, pero lo raro era que no tenía pies sino pezuñas de caballo en lugar de pies, su cabello le cubría el rostro hasta las caderas. Jorge no se podía mover. Fue así que se dio cuenta que Julia no era Julia sino algo siniestro. El ser movió su cabello y sostuvo uno de sus pechos grandes y deformes. Jorge nunca olvidará los dientes filosos y los tres ojos de aquel ente. La mujer le gritó entre carcajadas: ¡Jajajaja toma tu teta (pecho) que soy tu nana (mamá)!.

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