Ensayo de enconomia Globalización, crisis y crecimiento en México
marco2130Ensayo2 de Mayo de 2018
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Materia: Problemas socioeconómicos y políticos de México
Nombre: Ruiz Pabello Marco Antonio
Sección: D01
Aula: Q-11
Ensayo
Globalización, crisis y crecimiento en México
Aníbal Terrones Cordero[pic 3]
Cuando hablamos de globalización, hablamos de la manera en cómo han cambiado las cosas, de la forma en que la innovación y la tecnología llegaron a muchos países del mundo para mejorarlo, para lograr una mejora económica exponencial, la forma en como los mercados se extendieron alrededor de todo el mundo, como cambio la política dentro de todos los ramos.
Tomemos como ejemplo México, donde la política simplemente ha acabado lentamente con el país. Debido a los excesos permitidos por nuestro gobierno, los préstamos extranjeros redujeron los recursos del país, devaluando la moneda del país a tal grado que el día de hoy nuestros propios recursos son demasiado costosos para nosotros mismos.
Los países en desarrollo se han insertado al nuevo orden económico internacional de manera desigual, donde sus estructuras tecnológicas y productivas están subordinadas a las de los países desarrollados, profundizando aún más la dependencia y la heterogeneidad estructural de países subdesarrollados, como es el caso de la economía mexicana.
Durante los años 80 el sistema económico mundial se reforzó, dando muchos cambios en la vida de la sociedad, tales como el resurgimiento de sociedades destruidas durante la segunda guerra mundial. El mundo se transformó en unipolar dependiendo de estados unidos, ya que después de ll ataque a las torres gemelas, incremento su gasto bélico considerablemente y se hizo presente en muchas partes del mundo.
El proceso de globalización es la expansión vertiginosa expansión del capitalismo a nivel internacional, pero la participación de los hombres actúa como catalizadores retrasando o acelerando sus efectos. ‘‘El descubrimiento de que el mundo se volvió mundo, de que el globo no solo es una figura astronómica, de que es el territorio en el que todos nos encontramos relacionados y remolcados, diferenciados y antagónicos, ese descubrimiento sorprende, encanta y atemoriza. Se trata de una ruptura drástica de los modos de ser, sentir, actuar y fabular’’ (Ianni, 1999).
Cuando hablamos de globalización, hablamos también de alianzas, acceso a nuevas tecnologías, etc. Las cuales apoyan la aceleración de la globalización de las finanzas, la bolsa de valores, y el desarrollo e innovación financiera.
El fondo monetario internacional (FMI) y el banco mundial (BM) hablan del proceso de internacionalización acelerada del capitalismo con el nombre de globalización, tratando de definir procesos de igualdad, buscando la posibilidad de resolver las posibilidades que se presenten.
Paralelo a la globalización, nacen procesos que se vuelven parte del proceso general, destacando la consolidación de bloques económicos, modificando el comportamiento de las relaciones internacionales.
Del lado de la órbita capitalista, se formaron tres centros capitalistas: Japón, los países de la cuenca del pacifico y Norteamérica, que se encargaron de realizar mucho de lo que se conoce como comercialización entre países para recuperarse de las crisis después de la segunda guerra mundial, para reactivar su economía.
Japón se convirtió en el mayor acreedor del mundo, ya que, después de la segunda guerra mundial y al reactivar su economía, comenzó a crecer el comercio que se realizaba internacionalmente, donde tenía una proyección de 300 mil millones de dólares, siendo superiores a las proyecciones estimada de estados unidos. Pero igual que tiene fortalezas, también tiene muchas debilidades, como la dependencia del comercio, tales como la importación de insumos, energéticos, y la mayor parte de sus alimentos, por lo que si llegara a haber algún desplome en los acuerdos de libre comercio, perdería sus principales fuentes de recursos y recaería en la pobreza y desesperación, igual que en la segunda guerra mundial.
Por otro lado, cuando hablamos de estados unidos, hablamos de una alta competencia económica tanto interna como externa, lo cual pudo haberle sido de ayuda para utilizar su moneda como medio de fortalecimiento para su economía, pero al tomar un papel egocéntrico, abriendo todo tipo de mercados, donde no se protege a sí mismo y es demasiado vulnerable, como se pudo presenciar durante el ataque a las torres gemelas el 11 de septiembre.
Pero cuando hablamos de países de américa latina, comúnmente se habla de bajos niveles de desarrollo y de su alta inestabilidad económica-comercial, pero entre los más fuertes como México, Brasil, chile y argentina, el comercio tiene una rotación mayor y son considerados países competitivos que pudieran ser igual o más exitosos que la comunidad europea o Japón.
Por otro lado, Estados Unidos también se benefició, en la misma época, del incremento en las tasas de interés que aceleraron la crisis de la deuda del resto del mundo, lo que provocó la aguda caída de los préstamos extranjeros para las naciones fuertemente endeudadas ocurrida después de 1982, les exigió a estos países incrementar sus excedentes comerciales en conjunto por un monto de casi 50 mil millones de dólares para seguir pagando los servicios de sus obligaciones externas. Lo anterior hizo que la presión sobre la economía de Estados Unidos disminuyera y que se quedaran en el país del norte los capitales que antes se exportaban.
En la época contemporánea, las tendencias más importantes, en el contexto de la economía mundial, van orientadas a la conformación de bloques económicos integrados a distintos niveles de acuerdo a su desarrollo económico, lo cual permite a los países miembros tener mayor competitividad y aprovechamiento de los recursos disponibles, pero resultan más favorecidos los países con mayor desarrollo económico.
La globalización implica que un gran número de transacciones económicas e interacciones sociales se realicen en una región multiterritorial. Esta región se diferencia de la interestatal, donde los Estados como agentes soberanos se interrelacionan a escala nacional. La sociedad global y la red de relaciones interestatales se presentan así como realidades distintas que, sin embargo, se determinan mutuamente. En este contexto, la fisonomía de soberanía de los Estados dependerá de cómo la sociedad global afecte a las sociedades nacionales, y por la forma de cómo éstas, a través de sus gobiernos, definan la política internacional.
La soberanía ahora es identificada desde la óptica imperialista como la economía fuerte ,que impone condiciones a la economía mundial, en lugar de referirse a un concepto territorial, para los países económicamente débiles, ello implica un debilitamiento interno en el campo económico, político y social, hecho que no está contemplado en el mero proceso de inserción comercial.
La globalización, como aceleración de la internacionalización del capitalismo, es un fenómeno al que no puede escapar ningún país, el mundo se encuentra inmerso en este proceso que no respeta fronteras ni nacionalidades. Bajo este panorama, el sistema mundial capitalista ha dejado de ser un agregado de economías domésticas para convertirse en un ente conformado por una vasta red de interrelaciones económico sociales; es decir, industriales, tecnológicas, financieras, políticas y culturales, que se articulan entre empresas, países y regiones, y está volviendo incapaces a los gobiernos para dirigir sus propias economías, que se ven cada vez más sometidas al control de los monopolios y grupos de poder financiero internacionales.
‘‘Las empresas transnacionales son los principales agentes que participan y se benefician de los cambios, en ellas predominan el objetivo de lograr que el capital obtenga un mayor grado de internacionalización e integración. Por ello, las empresas al tener, no sólo ventajas comparativas, sino también competitivas, abatiendo sus costos de producción, están elevando a un mayor nivel el desarrollo de las fuerzas productivas, las que en manos de las grandes potencias, Estados Unidos a la cabeza, intentan subordinar a los países en vías de desarrollo, para explotar sus recursos naturales y humanos. Las razones son claras, mantenerse en posición competitiva en la esfera internacional. Así, la competencia entre las empresas gigantescas a escala mundial no termina con la globalización, sino que adquiere un mayor nivel’’
(Dávila, 2002: 27-64).
Han sido de gran importancia las empresas transnacionales para el crecimiento del sector industrial, ya que va creciendo el desarrollo tecnológico aumentando producciones de materias primas y productos en lugares no tan desarrollados, lo que aumenta la producción de materias primas sintéticas.
En México, la presencia de las transnacionales se ha ido afianzando a partir de la década de los cuarenta tanto en el campo como en la ciudad. Corporaciones como “Nestlé” controlan la producción de cacao, café, leche y otros productos lácteos, alimentos enlatados, confites, bebidas y cereales; “Gigante” vende hortalizas, frutas y alimentos balanceados; “Del Monte”, hortalizas y alimentos enlatados, entre otras. La mayor parte de sus productos están fuertemente posicionados en los consumidores; además de que son los principales exportadores hacia países desarrollados, este comercio se hace intraempresa, con lo que los precios internacionales de los productos se ven reducidos al ser manejados con costos internos de las empresas; de esta forma, se generan transferencias de países como México hacia el exterior.
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