Ensayo de temperamentos.

El colérico busca siempre lo más alto, no le gusta quedarse en la miseria y tiene expectativas muy altas de su persona. Le gusta sobresalir.  Una de sus mayores virtudes es la generosidad, siempre tratando de ayudar al prójimo. No se desalienta ante la adversidad.

La imprudencia es uno de sus mayores defectos. Siempre trata de lograr sus metas sin siquiera reflexionar el camino que tomará y esto lo hace caer en la soberbia. Suele no admitir sus errores, tratando de conseguir la perfección. Es muy agrio y duro con sus semejantes. Es impetuoso en todo lo que hace, y obstinado.  Es una persona bastante terca muy pocas veces escucha la opinión de los demás. Suele enojarse muy rápido, y cuando alguien le hace algo son muy orgullosos.

Su mirada es firme, resuelta, enérgica y ardiente es una característica muy particular de este temperamento. Al andar son de pasos firmes, decisivos y siempre van a prisa.

Son personas muy entusiastas, tienden a ir por cosas mayores, nada les parece imposible, son muy generosos con las demás personas, no se desalientan cuando las cosas salen mal, al contrario, redoblan esfuerzo para conseguir lo que en un principio no lograron. Normalmente no aceptan sus errores, y caen muy fácilmente en la soberbia. Son personas caprichosas. Creen tener razón en todo. Caen en la hipocresía. No son amorosos. Tienen mucha voluntad para lograr sus metas, son efectivos. En su habla son breves y concisos, además de que son muy buenos organizadores y suelen llevar el mando de grandes grupos de personas.

Las personas melancólicas son bastante pasivas, tranquilas, apasionadas y rencorosas, suelen guardar en lo muy profundo de su alma las ofensas recibidas. Son personas bastante tímidas, e indecisas, no hablan mucho, no son muy sociales, de este tipo de temperamento se desprenden mucho las personas misantrópicas y hipocondríacas. Lo que dicen lo dicen de manera impropia y suelen tener mucho desaliento al entrar a cuestiones en las que no habían manejado nunca antes.

Tienen una mirada ligeramente triste y preocupada. Y en su andar son lentos y torpes.

Son débiles y reflexivos, son tiernos, amor a la soledad, les gusta estar solos, vienen en su propio mundo, son bastante distraídos, sueñan despiertos, son lentos y cautos, son reservados con las demás personas y muy pocas logran ganarse su confianza. Le tienen miedo al fracaso, y es por eso que ni siquiera intentan las cosas a las que no están acostumbradas, son desidiosas, y o persisten en sus opiniones, no suelen defenderlas. Pierden el ánimo cuando las cosas no les salen como querían. Miedo al fracaso. Son de pocos amigos, piadosos, les cuesta levantarse de sus caídas, son desconfiados y quejumbrosos con todo lo que pasa a su alrededor, son muy pesimistas.  De este tipo de temperamento suelen ser los poetas, escritores y pensadores más brillantes.

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