Ensayo la importancia del juego en el niño.

El juego; su importancia en el desarrollo del niño

INTRODUCCIÓN

Un niño que juega es un niño feliz, jugando se aprende, jugar para el niño es vivir, son afirmaciones que todos alguna vez hemos escuchado y leído, las cuales reflejan y destacan la importancia que tiene el juego en el desarrollo del niño. Pero, ¿Por qué es tan importante el juego?

En un mundo que está en constante cambio, encontramos cada día, nuevas modas, nuevas tendencias, y lamentablemente se va dejando de lado cosas importantes, y si se enfoca en la niñez, se puede observar que se ha perdido la esencia del ser niño, el jugar, el divertirse, y mediante el presente ensayo, se pretende plantear la importancia que tiene el juego en el desarrollo del individuo a partir de su niñez, y cómo influye en el desarrollo del niño en áreas como la psicológica, social, afectiva y demás.

DESARROLLO

Mediante muchos autores, libros, y expertos hablan sobre la importancia que tiene el juego durante la infancia, y como el mismo influye en el desarrollo de cada infante, podemos afirmar la idea del alemán Friedrich Fröebel de que los niños aprenden jugando, Friedrich es considerado el primer pedagogo de Educación Infantil, el cual destacó la importancia del juego como metodología didáctica, creía en el desarrollo natural que se producía mediante el juego (el niño aprende sin saber que lo está haciendo), es más construyó su propio sistema de enseñanza donde el eje principal del mismo era el juego. Según Jean Piaget y María Montessori, el juego es la principal actividad a través de la cual el niño lleva su vida durante los primeros años de edad, si se hace una síntesis de las teorías de Piaget, Friedrich, Montesorri y otros más se afirma que  el mayor aprendizaje que los niños puedan tener es mediante el juego.

Según las palabras de Piaget, el juego es la relación entre el niño y el entorno, constituyendo una acción sencilla, básica y muy importante para el desarrollo tanto a nivel físico como intelectual del niño. Y Piaget divide al juego en tres categorías, como son:

1- Juego de ejercicio o funcional (0-2 años): Desarrolla actividades por el simple placer de realizarlas, como por ejemplo el juego de “Los cinco lobitos” y acciones como chuparse los dedos, coger y lanzar objetos…

2- Juego simbólico o de representación (2-6 años): Es la fase en la que el niño asimila la realidad, como por ejemplo representar con los juguetes situaciones reales o imaginarias.

3- Juego de reglas (6-12 años): Se integran y combinan las destrezas adquiridas anteriormente. Por ejemplo juegos de mesa y juegos motores como “Tulipán”.

Si se analiza desde el nacimiento, el niño comienza a aprender, cosas sencillas como distinguir la voz de la madre, balbucear, gatear, entre otras, también comienza a jugar por imitación, sigue patrones, hace lo que ve en los demás y pretende llamar la atención, poco a poco el juego se va estructurando adquiriendo un valor sumamente importante para su crecimiento y desarrollo. A través del juego, el niño observa, experimenta, descubre, aprende, desarrolla su imaginación, su ingenio le ayuda a comprender y percibir el entorno que le rodea, le permite conocerse mejor a sí mismo, establecer vínculos afectivos. Las posibilidades y beneficios que brinda el juego son infinitas. Por tanto, se puede y debemos considerar al juego como una herramienta indispensable para un mejor desarrollo del niño, tanto a nivel físico, cognitivo y motor, a la vez que desarrolla su psicología y aspecto social.

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