Esperanza Social

La comunicación es parte de escuchar, es una herramienta liberadora, pareciera que lo que no sale en los medios no existe. Sin embargo, el proceso de la comunicación es una cualidad del ser humano que abarca toda su vida y posibilita las experiencias más señaladas de la existencia. Es decir, el hombre por naturaleza es comunicación.

La función de transmitir la verdad y la realidad, trabajan para generar sus propios mecanismos de comunicación en el ser humano, porque son conscientes de que son parte necesariamente de la escucha y que ésta hace más humanos a las personas y los dota poder. Por lo tanto, el que escucha conoce y se conoce, se transforma y puede transformar la verdad, la cual no podrá nunca incomodar al ámbito social.

En este sentido, el término social, se refiere a colectividad, “al cumulo de emociones, revivir procesos corporales y vivencias, que establecen niveles de cooperación y desarrollo que las personas necesitan, pasar solucionar sus problemas en relación a la comprensión de realidad social en la que viven” .

Hoy en día no existe el control de la vida individual ni en sociedad, ni siquiera de lo que se comunica, no hay decisión; ya que decidir implica transformación social, lo cual se pronuncia a través de la comunicación como denuncia y el dialogo como expresión de experiencias de personas que a pesar de estar viviendo injusticias y violencia, deciden luchar para seguir apostando por una mejor comunicación con los otros. Por lo tanto, el aprender a perder, a ponerse uno mismo por detrás, no es ir siempre a lo individual porque lo anterior provoca el separar a la sociedad, en vez de unirla, al contrario de debe de poder trabajar en conjunto para escuchar y así poder aprender a que no siempre existe el “yo”, sino que hay comunicación generadora de esperanza social en el “todos”.

La comunicación como esperanza social, funge como acciones que se dan de viva voz, pues ocurre como las historias de esperanza. Un exponente del proceso de comunicación fue Gandhi, quien hablaba de que no hay no-violencia sin creatividad, sin imaginación, el ser humano es capaz de crear lo infinito y por tanto, su experiencia de no-violencia lo vuelve un método para difundir la libertad y la dignidad de las personas. “La expresión de sus palabras dieron pie a que varias personas con plaquetas de color negro salieran a la calle, e hicieran que escuchaban a través de estas plaquetas simulando que eran radios. Llegó todo el ejército, les rodeó porque tenían que quitarles las radios y cuando vieron que no eran radios, el ejército se empezó a desmoralizar” .

Lo anterior, refleja el conjunto de lazos que unen de manera fuerte a un individuo con otros individuos y con algunas expresiones sociales mediante la comunicación entre los mismos, “fomentando la construcción de redes sociales que hay al interior de los movimientos sociales que se fortalecen en medida que esas relaciones se construyen” , propiciando la participación ciudadana en el proceso de comunicación.

Por lo tanto, el papel de la comunicación es fundamental, porque facilitan mucho el esfuerzo que tiene que hacer la gente por la información, en cuanto a su difusión y por el activismo como generador de unidad y esperanza social. En la medida en que se informan a la gente, de una manera seria y técnica, realizarán un análisis más profundo sobre lo que puedan hacer en una situación y lo que está pasando, pues las más difícil es actuar, defender sus derechos y defender su lazos.

En este sentido, se requiere que a través del fortalecimiento de esos lazos de relaciones de la información, del trabajo de la comunicación y esperanza, se fortalezca las redes sociales como dinamizadoras de la movilización social.

En conclusión, “la comunicación es una actividad intelectual y moral práctica,

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