Estado Segun Hobbes

“¿Qué es lo que hace necesaria, según Hobbes, la existencia de esa entidad política que llamamos Estado?” La respuesta es muy clara para Hobbes: la naturaleza humana, una naturaleza que posee como rasgo esencial el egoísmo. Al inicio de su obra Leviatán encontramos el recuerdo de una idea fundamental de la teoría social hobbesiana, dicha idea no es otra que la de la utilización de una hipótesis explicativa con la finalidad de evidenciar la necesidad de llegar a un pacto de sumisión que conformaría la base de la creación del Estado. La hipótesis explicativa es la siguiente: la situación del hombre en un estado de naturaleza o presocial.

Esta situación sería el resultado del desarrollo natural de las pasiones humanas que como dice Hobbes de ellas “nos inclinan a la parcialidad, al orgullo, a la venganza, y demás”. Cuando no hay poder que coarte la libertad de cada uno de los hombres la naturaleza de los mismos se manifiesta, hemos dicho, sin ningún tipo de impedimento, y la ley de la supervivencia se pone de manifiesto.

Observamos en este planteamiento hobbesiano que la problemática planteada podría redefinirse en el enfrentamiento entre naturaleza y cultura. Parte de que la naturaleza humana, diagnóstico que se asemeja al que se encuentra en algunos sofistas y siglos después del autor del Leviatán y que nos asoma a una consideración eminentemente pesimista de la naturaleza intrínseca al ser humano.

“Desde luego Hobbes defendía la monarquía absoluta y estaba convencido de que era la mejor forma de gobierno, pero la monarquía absoluta no es una consecuencia de los principios lógicos del pacto político fundamental ni implica un ejercicio arbitrario y por completo personal del poder. De los principios lógicos del pacto se deriva cualquier forma de gobierno, y el proceso histórico del pensamiento político posterior demuestra que en la teoría hobbesiana del pacto estaba incoada la moderna teoría democrática”.

Entendido así, el Estado, no es, entonces, una entidad natural, sino artificial, conformada por el hombre. Hombres a quienes Hobbes considera iguales, en todas las facultades, ya sean corporales o espirituales70. En este sentido, el autor de Leviatán es más preciso en señalar la similitud que se da en lo espiritual y en menor grado en lo físico. Pues, dice Hobbes, si una característica nos asemeja es esa facilidad que tenemos para ufanarnos o vanagloriarnos, de tenernos por más sabios que los demás, todos los hombres poseemos esa peculiaridad, de sentirnos “más” que el resto. Y aun cuando se reconozca que otro puede o es más sagaz, difícilmente se aceptará. Esto, para Hobbes, sería una prueba contundente de nuestra igualdad natural.

Con Hobbes podemos hablar de estado como forma política específica por primera vez.

Es el creador de la primera teoría sobre el estado

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