Etica Para Amador

Ética para amador, Fernando Savater

Capitulo 1. De qué va la ética.

Fernando Savater en el capítulo 1 pretende enseñar que ciertas cosas uno puede aprenderlas o no, es decir en la vida existe una variedad de saberes y prácticas que nos rodean, pero que definitivamente todas no lograremos aprender. Como nadie es capaz de saberlo todo, no hay más remedio que elegir y aceptar con humildad lo mucho que ignoramos. Se puede vivir sin saber astrofísica, ni ebanistería, ni fútbol, incluso sin saber leer ni escribir: se vive peor, si quieres, pero se vive. Se puede vivir de muchos modos pero hay modos que no dejan vivir, ahora bien, otras cosas hay que saberlas porque en ellos, como suele decirse, nos va la vida.

En otras palabras, entre todos y cada uno de los saberes posibles existe al menos uno imprescindible; el de que ciertas cosas nos convienen y otras no. El tilda a las cosas que nos convienen como “buenas” porque nos sienta bien, y las que no nos conviene las llama “malo”. Tener claro lo que no nos conviene es saber distinguir entre lo bueno y lo malo, esas conveniencias e inconveniencias se adquieren por medio de una “ programación cultural” que no es más que la convivencia con nuestros semejantes, son las costumbres, los comportamientos, hábitos que con el pasar del tiempo y las interacciones entre ellos se van adquiriendo.

Esta característica esencialmente separa los comportamientos animales de los humanos, debido a que el ser humano a diferencia de los animales es un ser racional que tiene la capacidad y la oportunidad de elegir e inventar en parte nuestra forma de vida y por lo tanto puede equivocarse, un animal no tienen la libertad sino por el contrario tiene una vida programada por la naturaleza, realizan las cosas por instinto, y no tienen otra opción que cumplirla. En cambio los hombres nacemos libres, tenemos una vida por delante que debemos construir nosotros mismos.

Quizás muchas veces no seremos libres de elegir lo que nos pasa, pero si libres de responder a lo que nos pasa de tal o cual modo. Ser libres para intentar algo no tiene absolutamente nada que ver con lograrlo satisfactoriamente. Por ello cuanta más capacidad de acción tengamos, mejores resultados podemos obtener de nuestra libertad. También es muy cierto que el medio donde nos desenvolvemos tiene demasiada influencia en nuestra vida, ya que nos encontramos en un mundo con tantas voluntades y tantas necesidades que no podemos controlar a nuestro gusto las cuales podemos considerar como buenas o malas.

En el terreno de las relaciones humanas, estas ambigüedades se dan con aún mayor frecuencia. La mentira es algo en general malo, porque destruye la confianza en la palabra y enemista a las personas; pero a veces parece que puede ser útil o beneficioso mentir para obtener alguna ventajilla. O incluso para hacerle un favor a alguien. Por otra parte, al que siempre dice la verdad --caiga quien caiga-- suele cogerle manía todo el mundo. Lo malo parece a veces resultar más o menos bueno y lo bueno tiene en ocasiones apariencias de malo.

Lo de saber vivir no resulta tan fácil porque hay diversos criterios opuestos respecto a qué debemos hacer. Algunos aseguran que lo más noble es vivir para los demás y otros señalan que lo más útil es lograr que los demás vivan para uno.

En la realidad existen muchas fuerzas que limitan nuestra libertad, desde terremotos o enfermedades hasta tiranos. Pero también nuestra libertad es una fuerza en el mundo, nuestra fuerza. En cuanto te fijes un poco, verás que los que así hablan parece que se están quejando pero en realidad se encuentran muy satisfechos de saber que no son libres. Como no somos libres, no podemos tener la culpa de nada de lo que nos ocurra...» Uno puede considerar que optar libremente por ciertas cosas en ciertas circunstancias es muy difícil y que es mejor decir que no hay libertad

...