Etica Y Valores

LOS VALORES

Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son fuente de satisfacción y plenitud.

Los valores se refieren a necesidades humanas y representan ideales, sueños y aspiraciones, con una importancia independiente de las circunstancias. Lo mismo ocurre con el bienestar o la felicidad. Los valores valen por sí mismos. Son importantes por lo que son, lo que significan, y lo que representan, y no por lo que se opine de ellos.

Para mí los valores representan una escala individual, personal y propia, dentro de cuyos parámetros cada individuo afronta los desafíos que la vida le presenta.

Creo que los valores son como joyas que anidan en el alma de agunas personas; que las enriquece y eleva espiritualmente; y que les permite destacarse del resto de los mortales .Pero estoy segura que dónde no hay una tierra fértil para que germinen; dónde no existe una predisposición genética para su nacimiento y desarrollo, todo esfuerzo será en vano.

El valor más importante es el que surge de la respuesta a una pregunta que todos deberíamos formularnos ya:

Quién soy yo?

La mayoría se contestará a sí mismo haciendo mención a su nombre, a su cuerpo, a su profesión, al poder que detenta, a su edad, a su status social, a sus riquezas, a su belleza física, etc.... Como comprenderás, todos ellas circunstancias de escasa perdurabilidad en el tiempo, intrascendente y efímera.

Unos pocos descubrirán su verdadera identidad.

Descubrirán que son un Alma; un ente espiritual. Que el cuerpo es el mero carruaje de aquélla. Que la primera es Eterna; que el segundo es transitorio y de limitada duración.

Cómo se transforma el Hombre cuando adquiere tal conocimiento! Qué cambios radicales se operan en él!

Empieza a comprender que nuestros valores no se compran con dinero.

Que sólo debemos dejarlos aflorar y actuar, perdiendo la conciencia de lo material.

Dejando que mediante la reflexión y la introspección, esos valores se erijan en el sostén de nuestra conducta; y por ende de nuestra vida.

Sólo entonces advertiremos que con el diario ejercicio y práctica de valores tales como el amor, la paz interior, la lealtad, la comprensión, la sinceridad, la solidaridad, el desapego, el desprendimiento, la misericordia, etc. todo cambiará a nuestro alrededor.

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