Exclusion Social

LA EXCLUSIÓN Y DISCRIMINACIÓN SOCIAL

Desde que le hombre se interesó por conceptualizar su entorno, se le ha dado una definición a la palabra sociedad. En Roma se utilizaba la palabra sociedad para definir un grupo constituido por decisión voluntaria con finalidad compartida, sin embargo, en la era actual, y después de muchos años de avances aún no se ha llegado a materializar la sociedad como tal, una sociedad con el sentido pleno de lo que la palabra significa.

Como podemos hablar de sociedad como “grupo constituido con una finalidad compartida” cuando nos pasamos la vida enfrascados en nuestra burbuja personal intentando lograr las metas que “la sociedad” impone como parámetro de superación y éxito, tan solo buscamos estar en el pedestal para mirar a los de abajo y sentirnos superiores, sin darnos cuenta de que los de abajo son nuestra base, si ellos se mueven nuestro falso universo se viene abajo.

Un grupo está mucho más allá de lo que somos, parecemos o aspiramos. No somos más que una masa sin forma, parásitos que subsisten carcomiendo el cadáver de una mal llamada sociedad actual que se intoxica diariamente con sus propios vicios y prejuicios, generados en la búsqueda de la sociedad perfecta que trata como desechostóxicos a todos aquellos que no se ajusten a la medida de sus frívolas especificaciones. Los seres humanos hemos pasado a ser mercancía, somos desechados de acuerdo a los caprichos de la sociedad que ve como defectos las diferencias culturales, raciales, físicas, mentales o económicas que afecten en cierta medida al statu quo que se empeña en mantener.

Así la sociedad limita a aquellos que viven en condiciones infrahumanas, a los que el desarrollo les paso de largo; al proletariado que subsiste con las migajas que se caen de la mesa de la burguesía ruin que se regodea en los lujos y comodidades arrebatadas cruelmente a los que menos tienen, forzándolos a tomar decisiones incorrectas en su largo camino por la subsistencia.

Pero no solo la clase baja es la perjudicada, hay personas que no solo han sido discriminadas y excluidas, sino también perseguidas y asesinadas: Los discapacitados, personas que por designios divinos o por circunstancias terrenas carecen de alguna función física o mental y que han sido tratados como peso muerto por la cultura del consumismo y de la producción.

Son discriminados de las instituciones educativas, porque no creen necesario su educación; excluidos de las empresas o de cualquier área laboral por personas que se fijan más en los defectos o carencias visibles, que en sus virtudes y fortalezas. Han sido satanizados o tratados como objetos por culturas incluso en la era actual.

A manera de ejemplo claro, en la antigua Esparta: “La decisión de dejar o no con vida a una persona con alguna discapacidad se tomaba en un cenáculo de sabios que examinaban al recién nacido, y solo si estaba bien conformado, se decidía educarle”. En La República de Platón, este los describe de una manera trágica: “En cuanto a aquellos, cuyo cuerpo está mal constituido, se los dejará morir y se castigará con la muerte a aquellos cuya alma es indeseable”. En la región de África, se han perseguido y matado a personas que sufren de Albinismo para conseguir partes de su cuerpo porque se cree que son amuletos para la buena suerte.

Por otra parte el color de la piel, la raza o la cultura también son medios de discriminación que encasilla a los individuos en estereotipos degradantes: el negro ladrón, el montubio iletrado, el blanco profesional, exitoso…….etc; día a día orillamos a personas a esconder sus creencias y costumbres y a formar parte del rebaño, a seguir la corriente global que nos quita nuestra identidad y que excluye a los que se atreven a desafiarla.

Más allá del color de la piel, el aspecto físico es, sin lugar a dudas el motivo de exclusión más superficial

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