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Experiencia primaria a secundaria


Enviado por   •  29 de Marzo de 2017  •  Ensayos  •  2.543 Palabras (11 Páginas)  •  353 Visitas

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DE LA PRIMARIA A LA SECUNDARIA

         Sin duda, hay mucha diferencia entre un niño de sexto de primaria, a un adolescente de secundaria, ya que comienzan a tener muchos cambios, algunos de ellos son muy notorios, especialmente los físicos.  Pero además, los gustos son distintos, pues se van relacionando con aquellas personas que disfrutan de su compañia, en otras palabras, “los amigos”, con los cuales vivimos experiencias increíbles, ya sean buenas o malas, y con base en ello aprendemos cosas nuevas.

          La mayoría de las personas recuerdan esos momentos con mucha alegría, siendo sin duda unos de los más hermosos, pues además también comenzaban los noviazgos. La forma de pensar cambia, nos percatamos de otras cosas que tal vez no le tomabamos importancia.

           Por otro lado, es notorio observar que los padres no nos prestan atención, ya que muchas veces dicen “están en la edad”, y no se ponen a pensar que en dicha “edad” es cuando más queremos ser escuchados, es por eso que algunos caen en drogas o en algún otro problema, pero todo se debe a la falta de comunicación con la familia.

            Esta etapa es muy importante en la formación de nuestra identidad, en la cual se comienza la construcción de nuestro carácter, las ideas, los comportamientos, pero en esto, la familia constituye un papel fundamental, es una guía para nuestra formación, influyendo en nuestro futuro.  Aunque, cabe destacar que también la escuela forma parte de nuestras vidas, " constituye uno de los escenarios en que los adolescentes de nuestra sociedad ocupan buena parte de su tiempo" (Onrubia, 1997, p.23).

          Dentro de ella suceden cosas increíbles,  vivencias que a veces no quisiéramos recordar, pero que sin duda de todas ellas aprendemos. En este transcurso, contamos con una figura que nos puede guíar en el camino de una etapa llena de muchas emociones y cambios constantes, es esa persona a la que comúnmente le decimos maestro, profe, teacher, o como nos guste llamarle.

         Entre ellos encontramos diferentes estilos y personalidades, pero “lo que más los diferencia son sus actitudes, el carácter con el que llegan a trabajar en el aula, y sobre todo el entusiasmo que contagia a sus alumnos por aprender algo nuevo del extraño mundo que nos rodea” (Sarukhán, 1991, p.13). Aunque, por otro lado, también se encuentran los que con tan solo verlos no te dan ganas de hacer nada, y por ende, no te causa interés la clase, o incluso, no quisieras asistir.

          Sin embargo, es lamentable que la mayoría de las veces, sucede así dentro de las aulas de muchas instituciones que componen nuestro país. Es muy común ver que los alumnos son muy regañados, oprimidos, castigados, pero algo que abunda mucho, son aquellos docentes que “ven el error de sus alumnos como una muestra  de que no saben, y esto afecta en gran medida a los estudiantes”, ya que se crean la idea de que realmente no saben (Alonso, 1999, p.18). Esto perjudica, ya que se crean la idea de que no sirven para nada, que la escuela no es lo suyo, sobre todo se vuelven la burla del salón, e incluso, decepcionan a sus padres, lo cual provoca su desinterés  por el estudio.

           Es por eso que a nosotros, nos gustan aquellos maestros que estén dispuestos a aceptar el reto de trasladarnos a un mundo distinto, lleno de cosas nuevas y que nos parecen extrañas, que nos ayude a conocernos a nosotros mismos, que sea aquel guía que necesitamos para enfrentar la vida que nos espera en un futuro, Onrubia (1997) menciona que "las prácticas educativas son parte fundamental de la medición social necesaria para apoyar y orientar el paso de los adolescentes a la vida adulta y su inserción como miembros plenos de la sociedad" (p.32).

          Esto no es sencillo, pues se requieren de muchas habilidades, las cuales nos ayudarán a involucrarnos en el mundo adolescente lleno de energía. Son muy traviesos, platicones, enamoradizos, amigueros, curiosos, por lo que debemos intervenir aprovechando sus características, conociendo sus inquietudes e interéses, de esa manera captaremos su atención, teniendo presente que " al deseo de aprender suele acompañarle el de que lo que se aprenda sea útil" (Alonso, 1999, p.25). Además, si vinculamos los temas con ejemplos de la vida cotidiana, favorecemos su comprensión.

           Otro aspecto fundamental es la actitud con la que nosotros los profesores podemos contagiar a nuestros estudiantes, el entusiasmo y la pasión por nuestro trabajo lo perciben, ya que, algo que he notado en las prácticas de observación, es que los alumnos les gustan más las materias por la forma en que imparten su asignatura los docentes.

          También, debemos fomentar el respeto por ambas partes, y que mejor manera de obtenerlo a través del diálogo, estableciendo acuerdos entre profesor y alumno, “las normas proporcionan al profesor la posibilidad de poder impartir su clase y de que todos los jóvenes pongan atención a la misma” (Rodríguez, 1998, p.135).

 No por ser buenos maestros debemos pasarnos de buenas personas, tenemos que establecer límites, y sobre todo no ser llevados con ellos, pues de esta manera se pierde autoridad, " los alumnos terminan por respetar a los profes cuatachos menos que a ningún otro" (Valencia,1996, p.26).

          Hay algo que en lo personal me causa mucha curiosidad y gracia, cuando dicen que los maestros mientras escriben en el pizarrón pareciera que tienen ojos en la espalda y saben qué es lo que hacen sus alumnos; hasta ahora, no he tenido la oportunidad de impartir una clase, pero me gustaría desarrollar esta habilidad con el paso del tiempo, aunque, para ser sincera, parece ser más un superpoder.

          El haber podido ingresar a la Escuela Normal de Chalco me causó una gran satisfacción, pues sé que al estar dentro de esta institución podré formar parte del Sistema Educativo de nuestro país, el cual nececesita profesores de excelencia, cuyo trabajo impacte la vida de nuestros alumnos, los cuales serán la nueva sociedad de nuestra nación.

           Me gustaría enormemente poder dejar huella en cada uno de mis futuros estudiantes, que puedan comprender el mundo que está a su alrededor, dándose cuenta que el conocimiento es inmenso, hay muchas cosas por aprender, ayudarles a adquirirlo de una manera agradable, pues es necesario poder saber aquello que desconocemos, teniendo bases para la vida.

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