Familia ... Nada fácil

“Soy una muchacha aterrorizada y confundida. Encuentro que sencillamente, no puedo comunicarme con nadie en mi familia. No encuentro en ella una persona mayor en quien pueda tener fe, al menos lo suficiente para hablarle.

Sepa que en mi familia no hay comprensión ni cariño. Cada uno se preocupa de sí mismo. Somos terriblemente egoístas. Mi madre me rehuye diciéndome que ya tengo suficiente edad, que ya soy mayor para resolver mis problemas sin necesidad sin necesidad de molestarla. Cada día se me presentan nuevas interrogantes, pero mi madre tiene miedo de quedarse conmigo, cara a cara en el cuarto.

He tratado de hablarle a mis amigar, pero ellas tienen los mismos problemas, y cuando me aconsejan es para decirme que obre como me de la gana y que busque la forma de vivir lo mas alegremente posible.

Necesito amigos sanos y sinceros. No puedo seguir luchando sola. Necesito a alguien que me trate de entender y que me de algún consejo. Por favor, ayúdeme.” (Mariela, 19 años).

“Mi familia, si se puede llamar familia, es un infierno. Necesito estar fuera de mi casa para tener un poco de tranquilidad. Mi deseo, ahora, es largarme y olvidarme de su existencia. Siempre hay este tipo de problemas en casa, pero antes, tenía la esperanza de que en algún momento las cosas cambiarían y de que llegaríamos a ser, no la familia perfecta, pero por lo menos sobrellevarnos, comprendernos y aceptarnos tal y como somos. Pero ha pasado el tiempo, los años y la cojudez sigue igual, e incluso, peor que antes. Ya estoy cansado, ya no soporta mas.

La casa parece un hotel, cada uno entra a ella solo para dormir, sin importar lo que hizo el otro, cada uno cocina para si mismo, cada uno vive su propio mundo y es horrible vivir así.

La semana pasada me cortaron la instalación de luz de mi habitación porque, por desgracia y para mi mala suerte, me encuentro sin trabajo, y por ello no puedo pagar la parte la parte del recibo que me corresponde, corriendo el riesgo, también de que me cancelen el agua.

Escuché, la otra vez que mi hermano le decía a mi madre que como no tengo trabajo, me vote de la casa y mi habitación la alquile para que haya un ingreso económico, y si me resistía a retirarme, llamarían a la policía. Antes que suceda esto, me largo.” (Alexis, 22 años).

¿ No es este un grito casi animal de protesta ?

Suena tan aterrador estos testimonios, pero es la realidad que viven los jóvenes de en las familias de hoy.

El 26% de algunos jóvenes admitieron: “trato de estar fuera de casa la mayor parte del tiempo”.

Muchos jóvenes se retiran emocionalmente a su propio mundo privado cuando parece que los padres no los comprenden.

Un joven decía: “De mi vida, quienes saben mas son mis amigos que mi familia, porque no tengo la confianza de decirles algo y porque, en las pocas oportunidades que les he contado algo de mi vida siempre lo han visto por el lado negativo, revolcándomelo en la cara, en el momento y en el lugar que a ellos les plazca, es mas, dicen que no sirvo para nada, solo para traerles problemas”. (Marlon, 20 años).

Muy importante es el dialogo y la comunicación para que haya confianza.

Hoy las familias están desintegrándose, y en muchas que todavía se mantienen juntas, no hay la felicidad que se desea, ya que se vive en un ambiente agresivo donde se perdió la oportunidad de conversar, de compartir, de conocerse, valorarse, acogerse.

Luis, un joven de 16 años, cree que su padre no comprende porque a él le gusta cierta clase de música. Dice: “lo único que hace es gritarme: ¡Quita eso!. Así que quito la música, pero también lo quito a él.”

Juancho, otro joven de 18 años, dice que nunca tuvo padre a pesar de que vivían juntos. Dice: “yo nunca tuve padre porque el nunca nos hablo sobre cosas de la vida, porque nunca se sentó conmigo y sentirlo como un amigo. Nunca fue un padre.”

¡Dios mío!... ¿De qué mundo estamos hablando?. Se supone que la familia es la primera sociedad de todo ser humano y por ende, la que debe acoger con mas amor, y ahora, tiende a invitar a que nos escapemos de ella y sin querer saber nada de la misma. La familia es la principal formadora de las normas y pautas sociales con las que, mas adelante, el joven se desenvolverá en esta realidad.

La familia es comparada, muchas veces, con una pared de ladrillos que se va construyendo poco a poco; en el transcurso de esa construcción puede haber aciertos y desaciertos, errores y fortalecimiento

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