Fin de semana histórico para Checo Pérez y Canelo Álvarez

Fin de semana histórico para Checo Pérez y Canelo Álvarez

Este fin de semana fue histórico para el deporte mexicano, el boxeo y el automovilismo, pues dos oriundos de Guadalajara, Checo Pérez y Canelo Álvarez lograron hazañas nunca antes vistas.

Comenzando con festividades el miércoles 3 de noviembre con un showrun por parte del tapatío en Avenida Reforma, RedBull y la F1 ponían la piel chinita de todos los mexicanos esperando ver al que podría convertirse en el primer piloto mexicano en subirse al podio en su tierra natal.

Durante el sábado 6 se llevarían a cabo las prácticas y la clasificación para el GP de México de la Fórmula 1, Sergio “Checo” Pérez se llevaría el tiempo más rápido de recorrido del Autódromo Hermanos Rodríguez y la 4 posición para el arranque el domingo.

Emociones a tope con la posible competencia por el podio de Checo, pero la vista de los mexicanos tenia que dividir atenciones, pues mientras la F1 esperaba el ansiado domingo, la noche del sábado otro tapatío, otro mexicano, otro héroe nacional buscaría hacer historia, Saúl Canelo Álvarez buscaría unificar los 4 cinturones de campeón por primera vez en la historia para un latino y para la categoría de los supermedianos.

Las Vegas, Nevada el escenario, los cinturones CMB, OMB y AMB la apuesta, el cinturón de la FIB la posible recompensa, ¿El rival? Caleb Plant, campeón invicto (21-0) del FIB, durante 10 asaltos el estadounidense le daría pelea al mexicano, mostrando un poderío superior a antiguos rivales, soportando con creces la mano derecha y los uppercut de Canelo.

Sería en el 11° asalto que el entrenado por Eddy Reynoso ganaría por K.O al mandar a su rival 2 veces a la lona, con esto Álvarez se convertiría en el 6to boxeador en la historia es ser campeón indiscutible con los 4 cinturones, el primer latino y mexicano con este título, el primer supermediano en lograr la hazaña, una corona y el Viva México cerraron la noche para que el nuevo monarca del Boxeo tomara su trono.

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Los festejos no se detendrían pues el sentir mexicano continuaría durante la tarde del domingo cuando a la 1 pm los motores se encendieron para las 71 vueltas que definirían el destino del posible fin de semana histórico, la victoria para la escudería RedBull significaría puntos importantes en los campeonatos de pilotos y de constructores, pero para la afición mexicana eso pasaba a segundo plano, lo que se quería, se buscaba, se anhelaba, era ver al compatriota subirse al podio en la tierra que lo vio crecer.

Después de 71 vueltas y con una carrera pesada física, emocional y anímicamente se escuchaba por el radio y el sonido local “Verstappen primero, Hamilton segundo, Pérez tercero” se había logrado, se cumplió el sueño, el primer mexicano en subirse a un podio en el GP de México, el “Viva México” seguía caliente en la garganta del país de la noche anterior, pero no importó, se volvió a gritar, los mexicanos triunfaron, los mexicanos son los que van por todas las canicas, los mexicanos ganaron este fin de semana.

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