Fines del derecho.

FINES DEL DERECHO

Por Marcos Ochoa

Los fines del derecho son el pilar fundamental del pensamiento jurídico, el cual tiene por meta el mantener relaciones sanas entre: personas naturales, personas  jurídicas e instituciones. Esto se consigue mediante la generación de aparatos y procedimientos desarrollados a partir de: la justicia, el bien común y la seguridad jurídica.

Para que una relación sea sana todos los sujetos deben ser sometidos y protegidos por los mismos acuerdos (leyes). Es decir todos deben ser visto como iguales. El crecimiento de la población en los países y la concentración de individuos en centros poblados conllevó a la creación de costumbres particulares, la cuales eran respetadas según fuera su ubicación geográfica. Dichas costumbres especificaban por ejemplo, la forma de hacer negocios, las responsabilidades de los individuos y algunos de sus derechos (aunque no eran expresados de una forma explícita). La expansión de los gobiernos (imperios y reinos entre otros) y la capacidad de lecto escritura llevó a la extrapolación de los acuerdos por medios impresos. Muestra de ello es el pago de impuestos, la prohibición de algunas conductas según los mandatarios, entre otros.

Los cuerpos de conocimientos que regulan las interacciones de los individuos se llaman leyes y su cumplimiento se dice que es “justicia”. En términos del Ulpiano, la justicia es: “dar a cada quien lo suyo”. Es decir, si usted trabaja debe ser remunerado, si hace una operación de compra de un bien debe estar en buen estado, si se casa la esposa debe ser virgen.

La justicia debe ser imparcial, ante algún reclamo, quien la ejecuta no debe poseer afectos o inclinaciones hacia alguna de las partes. También, la justicia debe ser oportuna, expedita, buscando mantener el buen orden. Por último y no menos importante. La justicia debe ser basada en hechos, no en suposiciones, testimonios malsanos o por terceros con afinidades con las partes.

De este planteamiento del ordenamiento de las relaciones, nace o se deriva por añadidura que el derecho tiene el fin del bien común. El cual puede traducirse en términos de: las acciones y los medios que promueven el desarrollo sostenido de la comunidad incrementando: el bienestar, la moral y la economía de los individuos que la conforman.

 Es mediante este pilar, mediante el cual el derecho se refina, abarcando una mayor cantidad de actividades de la vida cotidiana. El regular las operaciones financieras, las interacciones personales, las acciones del Estado y sus funcionarios fue permitiendo el crecimiento de civilizaciones. Los gobiernos exportaban “su forma vida”, lo cual permitió que muchas de ellas quedaran grabadas en la historia, como los griegos, los romanos, los ingleses, los españoles y muchas otras culturas.

Existe una premisa que permite la existencia del derecho: Seguridad jurídica y legalidad. Una vez consolidados los acuerdos, se establece la necesidad de establecer un orden, una jerarquía donde se delegue la observación de la ley en pro de su cumplimiento. Es mandatario que el individuo y sus bienes estén guardados por una fuerza. Dicha fuerza debe proteger la propiedad y al ser físicamente. Es decir salvaguardar de manera intangible o etérea, el cumplimiento del pacto de conducta civilizada del individuo como requisito indispensable de su existencia en sociedad y accionar un cuidado de físico cuando alguno de los individuos arremete violentando los derechos de otro(s), con o sin fundamento(s).

Es de esta manera como los fines del derecho: La Justicia, El Bien Común y la Seguridad Jurídica, han llevado a la humanidad a un punto que permite la existencia de diversas culturas y países y que hasta sus ciudadanos pueden emigrar sin  conflictos.

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