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Fines Del Derecho


Enviado por   •  22 de Febrero de 2015  •  5.485 Palabras (22 Páginas)  •  190 Visitas

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LOS FINES DEL DERECHO Y/O LOS VALORES JURÍDICOS

El derecho, como toda obra del hombre, ha sido creado para algo, tiene un objetivo final que a la vez es su razón de ser. ¿Qué es ese "algo" que el derecho quiere lograr? ¿Hacia donde se dirige la ciencia jurídica? ¿Cuáles son los valores que hacen parte de su “ser” y que, al mismo tiempo, quiere él introducir en la sociedad global? Tocamos acá el tema interesante de la esencia del derecho. Para GERMAN ROJAS GONZALEZ ese "algo" son los valores fundamentales de la sociedad. Para otros serán los valores jurídicos mismos de todo ordenamiento normativo.

El fin no es más que el punto propuesto de llegada o el punto a donde, últimamente, hemos llegado. El final de una ruta. El punto desde donde ya no podremos avanzar más. El logro último de una acción, de una existencia, de un ser. Pero también, no hay que olvidarlo, significa el punto a donde “queremos” llegar. El punto propuesto por nuestro propio raciocinio como escenario en donde se logran los ideales que queremos alcanzar. El fin lleva también implícito el concepto de deseo, de anhelo, de aspiración.

Por esta ambigüedad de la expresión no es raro encontrarnos autores tan importantes como el mismo Aftalión afirmando que la Justicia, el bien común, la paz, la equidad, la seguridad, nunca pueden ser considerados como fin, pues nunca podrán alcanzarse. “El fin es una situación propuesta a nuestra libertad como término de llegada, situación a la que se llega efectivamente cuando el fin se realiza. Un fin es un estado al que se llega y que, una vez alcanzado, es preciso abandonar, ya que la libertad creadora de la vida no puede detenerse. Un fin determina un futuro.

Las utopías consisten precisamente en presentar la justicia como un fin que se va a alcanzar en un momento dado de la historia, y de ahí en adelante, no habrá más injusticia sobre la tierra. Lo que sucede en realidad es que la historia no se detiene, y una vez se logra un fin aparecen nuevos fines y la justicia va a estar jugando en la prosecución de cada fin perseguido. Era la idea de San Agustín: él sostenía que la justicia no se iba a alcanzar nunca en la tierra, y tenía razón, porque la justicia está fuera de todas posibilidades de ser alcanzada por la historia humana ya que no es un fin.”

Con un argumento tan aparentemente sólido como el anterior, deberíamos cerrar toda discusión. Pero no. Los fines sí son puntos de llegada, pero también son ideales, utopías, si se los quiere llamar de esa manera. Son ese estado a donde queremos llegar, sin importar si lo alcancemos o no. Y ¿qué tienen que ver ellos con los valores? Compartimos, plenamente, lo dicho por el Doctor Rodrigo Noguera Laborde: “”Al definir el derecho dijimos que este consiste en el ordenamiento social fundado o inspirado en la justicia y en la equidad, en la seguridad y el bien común, y que por lo tanto tales valores constituían los fines del derecho, esto es lo que el derecho persigue para que el ordenamiento social sea posible. Esos fines del derecho son los valores jurídicos, porque responden a la noción de valor…"

Está claro. Lo que quiere el derecho lograr está representado en él como valor. Porque las dos ideas son correspondientes. Son una unidad dialéctica.

Pero conozcamos un poco el valor, para incursionar después en los valores jurídicos.

¿Qué es el valor? ¿Qué lo diferencia o lo identifica? ¿Existe o vale? ¿Cómo lo conocemos?

Sobre el valor, aclaremos primero que todo, así suene ya a lugar común, que no hay unanimidad ni una doctrina que sea aceptada siquiera por la mayoría. Por eso nos vamos a centrar en exponer muy someramente las que nos parecen más acertadas. El valor es un tema muy antiguo de la meditación iusfilosófica, pero la denominación de “valor” es nueva, tanto como la disciplina específica de la Axiología. (Otros opinan que el pensar sobre el valor sólo fue una desviación sin razón del único objeto de la filosofía que es el “ser). La axiología, que tendría hoy dos grandes tendencias (una Objetivista y la otra Subjetivista) parte con Max Scheler (1874 - 1924). Los valores para Sheler no son iguales a las cosas ni al ser. Tampoco son actos psíquicos. Son “cualidades” especiales, peculiares a las que no encontramos otra justificación que las que se basan en sí mismas. Para conocerlos o aprehenderlos “basta dirigir a ellos la mirada. La “intuición fenomenológica de esencia” es para Scheler la intuición de valor, la forma de conocer los valores. La “intuición emocional” es la manera de conocer los valores de la misma forma que la intuición sensible es la de conocer, según Husserl, los objetos sensibles o la intuición intelectual la de conocer los objetos ideales. Pero los valores que no están en la mente de los humanos sino que están en las cosas mismas, pueden estar en muchas cosas a la vez. Por ejemplo la valentía, la belleza, etc. Pueden estar en varias personas o en el caso de esta última en varios seres, incluso inanimados. Esa es la causa para que Scheler concluya creyendo que los valores son “cualidades irreales de las cosas” y termine colocándolos en el “topos uranos, ¡un transmundo que ya estaría lejos de la realidad que se suponen representan los valores que habitan en él! Por otro lado también podemos enunciar como característica de los valores la Polaridad. En efecto, según el mismo Scheler, se puede afirmar que los valores (excepto la verdad y el error) se presentan bipolarmente. Significa lo anterior que los valores se presentan por parejas, uno con polo negativo y otro con polo positivo, en medio de los cuales hay toda una suerte de gamas o gradaciones. Así, por ejemplo la belleza y la fealdad, la valentía y la cobardía, la decencia y la grosería, etc., etc. Entre la valentía y la cobardía existen unos grados incontables que conformarían el esquema bipolar. Otra característica de los valores es la Jerarquía. Ellos son unos de mayor jerarquía que otros, unos están en más alto nivel que otros. Esa jerarquía que cada valor tiene, es inversamente proporcional a la “fuerza” del mismo valor, es decir a la tendencia de ese valor a su realización. Entre más jerarquía tenga un valor, menor realización tendrá. Entre más jerarquía tenga un valor, menos lo veremos como cualidad de cosas existentes. Para Scheler los valores de jerarquía inferior son los de “utilidad”. Más arriba estarán los valores “vitales”. Por encima de los anteriores, los valores espirituales (estéticos y éticos) y por último los religiosos. En síntesis, para Scheler los valores son cualidades especiales de las cosas, existen por sí mismo (los apreciamos porque valen), los conocemos

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