Formación Asociativa

Cuando hablamos de Formación Asociativa nos referimos a:

Procesos de aprendizaje (con todo tipo de formatos) que sirven para mejorar el conjunto de tareas y funciones necesarias para el desarrollo de nuestro proyecto organizativo.

Nuestro papel como Tejido Asociativo consiste en articular la participación de la gente, en dar forma y canalizar los deseos de transformación de la sociedad, así como en defender intereses concretos y fomentar entre otros, valores de solidaridad, igualdad, apoyo mutuo y sostenibilidad.

El Tejido Asociativo opera en un campo en continuo cambio, la sociedad evoluciona planteándonos nuevos retos y situaciones a las que tenemos que responder. Esto implica una constante atención a fenómenos de nuestro entorno, la adaptación continua de nuestras acciones y formas de trabajo, planteando soluciones que respondan a las necesidades sociales y posibilitando la organización de los sectores más desprotegidos.

Para que ello sea posible, la necesidad de aprendizaje sobre distintos planos de la gestión asociativa es una constante en las asociaciones actuales. Debemos reconocer que los problemas a los que intentamos hacer frente, son complejos y las condiciones de vida en nuestra sociedad, dejan cada vez menos hueco al encuentro, intercambio y cooperación entre las personas. En numerosas ocasiones, cuando hemos tenido la oportunidad de reflexionar sobre las condiciones para la participación asociativa, un argumento que se repite es la poca "cultura participativa" que existe en nuestra sociedad; por ello, la Formación Asociativa apuesta por procesos educativos que incidan en el aprendizaje de las actitudes, herramientas, habilidades que favorezcan la autonomía personal y colectiva.

Las organizaciones sociales estamos ante la encrucijada de reinventar nuestras formas de organización, de aprender nuevas maneras de implicar a la gente en nuestro proyecto asociativo, o mantenernos inamovibles, impermeables a lo que sucede a nuestro alrededor. En ocasiones, son los espacios de Formación –entre otros- los que nos ofrecen las pistas necesarias para poder cambiar, transformarnos y ser cada vez más entidades al servicio de la ciudadanía, con una mayor incidencia en las condiciones de vida y relaciones de la sociedad.

Otro argumento imprescindible para abordar la Formación asociativa, es la necesidad de reflexión y debate en el seno del tejido asociativo. Cada día tenemos que enfrentarnos a múltiples tareas, situaciones y actividades que desarrollamos con escasos recursos y mucha imaginación, pero no nos permiten espacios donde poder hacer un análisis compartido con otras entidades, colectivos o personas de nuestra misma organización. Un espacio donde poder realizar en condiciones idóneas, una radiografía del sentido, práctica y formas de conseguir nuestra misión asociativa.

Así,

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