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Frederick Winslow Taylor y el origen de la administración científica

hazelefm28 de Febrero de 2013

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Administración:

La administración es el proceso de tomar decisiones sobre los objetivos y la utilización de los recursos. Abarca cinco tipos principales de decisiones, llamadas también procesos o funciones: planeación, organización, liderazgo, dirección y control.

Taylor y Ford

La transición hacia el siglo XX marcó el inicio de un gran avance para la administración. El crecimiento de las empresas industriales exigió métodos de administración totalmente nuevos y la participación de numerosas personas. Una de las más importantes fue Frederick Winslow Taylor.

Él y sus seguidores transformaron la administración de la eficiencia en un conjunto de conocimientos con vida propia. Taylor fue el creador y participante más destacado del movimiento de administración científica, no sólo por la naturaleza de sus contribuciones, sino también porque muchos reconocían su liderazgo. Hijo de una familia acaudalada, Taylor nació en 1856 en Pensilvania. A pesar de ello y de haber aprobado el examen de administración de la Escuela de Derecho de Harvard, se desempeñó como un obrero. Entre 1874 y 1878 trabajó para una fábrica de bombas hidráulicas, donde aprendió el oficio de tornero. Fue ahí donde empezó a observar lo que consideraba mala administración, el “dar la vuelta a los problemas” de los funcionarios y la mala calidad de las relaciones entre trabajadores y gerentes. En 1878 ingresó en Midvale Steel, una fábrica siderúrgica, en la que estuvo 12 años; empezó como trabajador y terminó como jefe de ingenieros. Durante ese periodo retomó sus estudios, esta vez en ingeniería. En Midvale observó los problemas de las operaciones fabriles (que usted podría encontrar en algunas empresas hoy en día). Por ejemplo:

La administración no había establecido una división clara entre sus responsabilidades y las del trabajador.

El trabajador no tenía incentivos para mejorar su desempeño.

Muchos trabajadores no cumplían sus responsabilidades.

Las decisiones de los administradores se basaban en la intuición y la corazonada.

Los departamentos de la empresa no estaban integrados.

A los trabajadores se les asignaban tareas para las cuales no tenían aptitudes.

Los gerentes parecían ignorar que la excelencia en el desempeño se traduciría en recompensas para ellos y para la mano de obra.

Había conflictos entre capataces y operarios respecto de la cantidad de producción. A lo largo de su carrera, Taylor procuró resolver esos y otros problemas que eran y siguen siendo comunes en las empresas. A partir de sus observaciones y experiencias, comenzó a desarrollar su sistema de administración de tareas, que más tarde se conocería como sistema Taylor, taylorismo y, por último, administración científica. Entre 1890 y 1893, Taylor fue gerente general de una empresa fabricante de papel. Después se estableció como consultor. En 1893 fue contratado para trabajar exclusivamente en Bethlehem Steel (una de las grandes compañías siderúrgicas, con al rededor de 4,000 empleados en 1900), donde desarrolló sus ideas en torno dela administración científica. En 1901 dejó a Bethlehem y regresó a Filadelfia, donde se dedicó a divulgar sus ideas. En 1910 se creó la Sociedad para la Promoción de la Administración Científica, que en 1915, año en que su ideólogo murió, se convirtió en la Sociedad Taylor.

Inicio del movimiento de la administración científica

La cuna de la administración científica fue la Sociedad Estadounidense de Ingenieros Mecánicos (ASME, por sus siglas en inglés), fundada en 1880, de la cual Taylor era socio y llegó a ser presidente.

Segunda fase de la administración científica

Con los años, la cuestión de los salarios pasó a un plano secundario, porque fue evidente que constituía sólo un aspecto de un contexto mucho mayor. En la segunda fase del movimiento de administración científica, el énfasis se trasladó de la productividad del trabajador hacia el perfeccionamiento de los métodos de trabajo. Dicha fase corresponde al estudio Shop management (Administración de operaciones), de 1903.En

Shop management, Taylor hizo lo que se convertiría en una distinción característica entre el hombre medio y el hombre de primera clase. Según Taylor, este último está altamente motivado y trabaja sin desperdiciar el tiempo ni restringir su producción. De manera ideal, tal persona debería ser elegida para la tarea que le fuera más apropiada y con estímulos financieros. Asimismo, un hombre de primera clase sería altamente ineficiente si le faltaran incentivos o si hubiera presiones en el grupo de trabajo para disminuir la producción. En su obra, Taylor presenta su concepción de los principios de la administración de una empresa.

Tercera fase de la administración científica

Las ideas del estudio

Shop management se repitieron con palabras ligeramente diferentes en el libro

Principios de administración científica, de 1911. En esta tercera obra, Taylor refuerza los principios de la administración científica:

• Desarrollar una ciencia para cada elemento del trabajo, a fin de sustituir el viejo método empírico.

• Seleccionar científicamente y después capacitar, instruir y desarrollar al trabajador que, en el pasado, elegía su propio oficio y se preparaba lo mejor que podía.

• Cooperar sinceramente con los trabajadores, a fin de garantizar que el trabajo se llevara a cabo de acuerdo con los principios de la ciencia desarrollada.

• Dividir en partes casi iguales el trabajo y la responsabilidad entre la administración y los trabajadores. La administración se encarga de realizarlas actividades para las cuales está mejor preparada que los trabajadores, mientras que en el pasado casi todo el trabajo y la mayor parte de la responsabilidad recaía sobre la mano de obra. Los principios marcan la tercera y última fase de la administración científica. En ella, además de reafirmar las ideas ya expuestas, la administración científica amplió su alcance para recomendar cambios en las responsabilidades dentro de la empresa; el principal consistía en crear un departamento de planeación, al cual competería el trabajo, eminentemente intelectual, de estudiar y proponer mejorías en la planta de producción. Los trabajadores y sus supervisores inmediatos debían ocuparse en exclusiva de la producción.

• Toda actividad cerebral debe retirarse de la fábrica y estar centralizada en el departamento de planeación. También distinguió entre la filosofía y los mecanismos de la administración científica. Para Taylor, ésta era una revolución mental en la manera de hacer frente al trabajo y a las responsabilidades en relación con la empresa y los colegas. Una de las ideas fundamentales de la administración científica es que la productividad resulta de la eficiencia del trabajo y no de la maximización del esfuerzo. La cuestión no es trabajar duro, ni de prisa, ni bastante, sino en forma inteligente. Hasta hoy esa idea no se ha mantenido del todo, pues aún hay quien considera quela productividad es mayor cuando las personas trabajan mucho y sin interrupción, o que el hombre es productivo cuando trabaja a la máxima velocidad.

Esa creencia nada tiene que ver con las propuestas de Taylor y de la administración científica.

Críticas a la administración científica

La aceptación de las ideas de Taylor tuvo altas y bajas. En la industria y en el gobierno despertaba entusiasmo; no obstante, entre los trabajadores, las empresas y los políticos provocó reacciones desfavorables. Las críticas se fundamentaban en dos temores:

1. El aumento de la eficiencia provocaría desempleo.

2. La administración científica no era más que una técnica para hacer que el operario trabajara más y ganara menos. En 1911 la repercusión de las críticas, en especial de los trabajadores de los arsenales militares, que eran civiles y sindicalizados, motivó a Taylor a hacer una convocatoria para dar una declaración en el Congreso estadounidense respecto dela administración científica. Las investigaciones habían determinado la prohibición del uso de cronómetros y pagos de incentivos, pero las demás técnicas de la administración científica se preservaron, lo que dio como resultado un gran aumento de la eficiencia en la producción de armas y municiones, incrementando así el entusiasmo de los militares estadounidenses cuando comenzó la Primera Guerra Mundial.

Henry Fayol

(1841-1925), uno de los integrantes de la escuela clásica de la administración.

En 1860 fue contratado por la corporación minera y metalúrgica francesa Comambault, donde estuvo toda su vida hasta jubilarse como director general en1918. En 1888, cuando se le promovió a esa posición, la empresa estaba al borde del desastre. Los accionistas no recibían ningún dividendo desde 1885, las fábricas sólo producían pérdidas y las minas de carbón se hallaban casi agotadas. Fayol cambió esa situación al cerrar las unidades con déficit, lanzar nuevos productos y adquirir más minas de carbón. A los 77 años, cuando se jubiló, había logrado quela compañía fuera en extremo exitosa.

El proceso administrativo según Fayol

En 1916, a los 75 años, Fayol publicó Administración general e industrial. En 1929 el libro se publicó en inglés, pero no fue conocido en ese idioma hasta 1949, con el título General and industrial management. Según esa obra:

• La administración es una función distinta de las demás tareas de la empresa, como las finanzas, la producción y la distribución.

• La administración

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