Friedrich Nietzsche

Friedrich Wilhelm Nietzsche

Introducción

Nació cerca de Lepizig el 15 de octubre de 1844. Fue un niño modelo y alumno dócil. Tenía gran admiración por su profesor Reichl, este lo tenía como un “Genio” y es nombrado, sin tesis de doctorado a los veinticuatro años profesor de Filología clásica en la Universidad de Basilea. Pero la verdadera vocación de Nietzsche era la filosofía. En 1865 hojeó en una librería “El mundo como voluntad y representación”, quedó totalmente anonadado, aquí en donde empieza su largo camino de trayectoria que lo condujeron a escribir sus primeros libros “Homero y la filosofía clásica” y “El origen de la tragedia”. En 1880 en Genova escribe “Aurora”. Durante el verano de 1881 en Sils Maria en la Alta Engandina, fue allí en donde el curso de un paseo por las orillas del lago Silvaplana junto a una enorme roca, nace “Eterno Retorno” En 1882, Nietzsche en total soledad, residiendo en un pueblo de Genova, da luz a “Zaratustra”

En 1888, estando en Turín, redacta muchas otras obras maestras: Nietzsche contra Wagner, El ocaso de los ídolos, El anticristo, y en tres semanas una especie de autorretrato individual, su obra “He aquí el hombre”.

Justificación

Nietzsche tuvo gran influencia de la cultura francesa, aún con toda su petulancia, lo cual se puede observar la sinceridad en que categorizaba al ser humano, sin dejar de manifestar su punto, así le fuera odioso.

Nietzsche buscaba someter los ideales más corrientes a un despiadado análisis psicológico, en “Humano demasiado Humano”, se le puede leer: “Ahí es donde vosotros veis un ideal, yo no veo más que cosas humanas”

El punto más visible en que a Nietzsche se le puede apreciar sobre el pensamiento que tenía de los humanos, es sin duda su temática más fuerte de su filosofía, “La moral y la religión ascética”. La moral ascética es para el profundamente hipócrita, es el producto del resentimiento, para Nietzsche no había humanos sinceros ni virtuosos, sino máscaras en donde detrás de cada una acción virtuosa, se escondía el orgullo, la ambición y el amor propio. Rechazaba totalmente los valores vitales que predicaban los cristianos, como el desprecio hacia uno mismo o condenar la pasión sexual, sin poderla sofocar totalmente, el decía, que era ir en contra de la vida, de lo que nos hace humanos.

Nietzsche se veía a sí mismo como pensador de la decadencia ineludible de la civilización judeo – cristiana, en el nihilismo el profetizaba la pérdida irremediable del sentido, llevada hasta lo absurdo, la moral del resentimiento y de la culpabilidad, que mata la voluntad de vivir de uno. Para Nietszche el nihilismo, solo es una etapa, porque el anuncia para el filósofo una nueva Aurora, cambiando los valores doctrinales de muerte a valores

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