Funcionamiento del motor

Los tan conocidos metales de biela y bancada que son y como funcionan.

Los cojinetes o metales actúan a base de inyectar aceite a presión entre ellos y los muñones interiores Su funcionamiento sigue un proceso denominado lubricación hidrodinámica, en el cual, el muñón interior que gira arrastra el aceite desde la zona de entrada hasta la de mayor presión, de modo que en este punto la presión del aceite impide el contacto entre las piezas.

Los cojinetes están compuestos por dos piezas iguales que forman cada una de ellas un semicírculo metálico realizado en un material de bajo coeficiente de fricción, sobre el que además se superpone una aleación llamada metal blanco, compuesta por varios metales con muy bajo coeficiente de fricción con el acero, pero con una escasa resistencia.

Si el funcionamiento del motor es el adecuado, se calienta bien y el aceite se cambia en los periodos adecuados, los cojinetes pueden durar bastante tiempo; pero si alguna de estas premisas no se cumple o el motor es sometido a un uso muy intenso, puede que estos elementos sufran pequeños daños. Lo más habitual es que las impurezas o los arranques hagan que el material blanco se raye. Hasta que la base no quede al descubierto el funcionamiento es posible, pero si el material antifricción es eliminado, el cigüeñal llegará a rozar, el muñón se rayará y el daño será importante.

En un extremo cada cojinete tiene el punto de drenaje del aceite. La limpieza en este punto es determinante.

En cada biela los puntos de fricción han de ser exactamente concéntricos y con la misma tolerancia.

Cada cojinete ya sea de bancada o de biela tiene una muesca que debe respetarse para que pueda ser colocado en su alojamiento

En el corazón del motor

Para sustituir los cojinetes hay que desmontar por completo el motor preferentemente o sacando el cárter con el motor puesto, por lo que la reparación es algo complicada y requiere una mínima experiencia previa. El juego que debe haber entre el muñón interior del cigüeñal y el cojinete, ya sea de biela o de bancada, debe ser muy pequeño y exacto, tanto que los fabricantes recomiendan holguras de centésimas de milímetro, con muy poca variación entre las medidas máximas y las mínimas. Esto obliga a un minucioso control de la medida existente entre las dos piezas, en las que hay que interponer el cojinete, de modo que según sea ésta, el cojinete debe tener una anchura concreta, para dejar la luz necesaria en la zona de contacto en la que hay rozamiento. En el Fiat 125 las medidas son 0,10 , 0,20 , 0,30 y 0,40 para reemplazarlos.

Los fabricantes suelen medir estas piezas antes del proceso de montaje, y señalan según su criterio personal cada una de ellas, de forma que antes de realizar el montaje, se puede saber cuál es el cojinete adecuado a tenor de las indicaciones de la medida del apoyo del cárter y el muñón del cigüeñal correspondiente, o de éste y la cabeza de la biela.

Si no se dispone de elementos de medida, las indicaciones del fabricante son válidas, ya que siempre se encontrarán en los niveles aceptables.

Igualmente es importante llevar el cigüeñal a controlar en una rectificadora de confianza y si es necesario proceder a su rectificado y luego utilizar la medida de cojinetes que correspondan a la nueva medida rectificada.

Afinar el ajuste con lubricante

Una vez que los cojinetes se han montado es bueno interponer un poco de aceite de buena calidad, que ayudará al motor en los primeros arranques, ya que forma una película entre las dos piezas hasta que la presión del lubricante enviada por la bomba sea suficiente como para que se produzca la elevación del muñón sobre el cojinete y no entren en contacto.

Es conveniente siempre realizar

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