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GUIA DEL INSTRUCTOR SALUD Y SEGURIDAD


Enviado por   •  12 de Enero de 2014  •  18.889 Palabras (76 Páginas)  •  311 Visitas

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Organización

Internacional del Trabajo

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La Salud y la Seguridad en el Trabajo

GUIA DEL INSTRUCTOR

Qué contiene este módulo

I. La finalidad de los módulos

II. ¿Quién debe recibir formación sobre salud y seguridad?

III. ¿Quién debe enseñar estos módulos?

IV. Los temas que abarcan los módulos

V. La estructura de los módulos

VI. Cómo utilizar los módulos en un curso de formación

A. Hay que adaptar los módulos a las necesidades del grupo destinatario

B. Alentar la participación activa de los alumnos

C. Enseñe primero las cuestiones prioritarias

D. Orientaciones para la enseñanza

VII. Las técnicas pedagógicas

A. Formular preguntas

B. Utilizar una lista de control

C. Planes de acción

D. Reflexión en grupo

E. Elaborar un mapa de riesgos

F. Actividad en grupo reducido

G. Los debates en grupo

H. Cómo basarse en estudios de casos prácticos

I. El juego de roles

VIII. Cómo organizar el curso

A. La planificación

B. Cómo organizar el aula

IX. Evaluación del curso

X. Dónde obtener más información

Glosario

I. La finalidad de los módulos

Estos módulos han sido elaborados para ayudarle a usted, el instructor, a impartir formación básica sobre salud y seguridad laborales a los trabajadores. Puede utilizar estos módulos para enseñar a trabajadores de cualquier lugar de trabajo en que se precise información y formación básicas sobre salud y seguridad. Las cuestiones tratadas en ellos son problemas que preocupan en muchos lugares de trabajo y facilitar información sobre ellos mediante cursos o cualquier otro medio aumentará la conciencia y el conocimiento de los riesgos y peligros que hay en el lugar de trabajo y ayudará a los trabajadores a proteger su salud y su vida. Ni que decir tiene que cuando se habla de "trabajadores", "instructor", etc., se utiliza el término genérico, que abarca lo mismo a las mujeres que a los hombres.

II. ¿Quién debe recibir formación sobre salud y seguridad?

Aunque estos módulos han sido elaborados para formar a trabajadores, en realidad la formación en salud y seguridad es importante para todo el mundo en el lugar de trabajo, desde los altos directivos a los trabajadores no calificados. Puede usted utilizar estos módulos para impartir formación a:

• los miembros de una comisión de salud y seguridad;

• los delegados de salud y seguridad;

• los supervisores jerárquicos o de línea o jefes de equipo;

• los capataces;

• los trabajadores.

III. ¿Quién debe enseñar estos módulos?

Previa la formación adecuada, cualquier formador de trabajadores motivado, delegado de salud y seguridad, delegado del personal o trabajador puede impartir formación sobre salud y seguridad a otras personas.

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Se pretende que utilicen estos módulos instructores como:

• formadores de trabajadores;

• delegados de salud y seguridad;

• delegados de personal;

• trabajadores deseosos de tener nociones de salud y seguridad y que deseen compartir sus conocimientos con otros.

No es preciso tener formación profesional en salud y seguridad para enseñar estos materiales a otros, pero es deseable tener algo de experiencia. También es conveniente tener experiencia de formador, pero no es imprescindible.

IV. Los temas que abarcan los módulos

Los módulos de esta colección tienen el siguiente contenido general:

4.1. Guía del instructor:

4.2. Introducción a la salud y la seguridad laborales:

¿En qué consisten la salud y la seguridad laborales?

La salud y la seguridad laborales constituyen una disciplina muy amplia que abarca múltiples campos especializados. En su sentido más general, debe tender a:

• el fomento y el mantenimiento del grado más elevado posible de bienestar físico, mental y social de los trabajadores, sea cual fuere su ocupación;

• la prevención entre los trabajadores de las consecuencias negativas que sus condiciones de trabajo pueden tener en la salud;

• la protección de los trabajadores en su lugar de empleo frente a los riesgos a que puedan dar lugar los factores negativos para la salud;

• la colocación y el mantenimiento de los trabajadores en un entorno laboral adaptado a sus necesidades físicas o mentales;

• la adaptación de la actividad laboral a los seres humanos.

En otras palabras, la salud y la seguridad laborales abarcan el bienestar social, mental y físico de los trabajadores, es decir, "toda la persona".

Para que la práctica en materia de salud y seguridad laborales consiga estos objetivos, son necesarias la colaboración y la participación de los empleadores y de los trabajadores en programas de salud y seguridad, y se deben tener en cuenta distintas cuestiones relativas a la medicina laboral, la higiene industrial, la toxicología, la formación, la seguridad técnica, la ergonomía, la psicología, etc.

A menudo, se presta menos atención a los problemas de salud laboral que a los de seguridad laboral, porque generalmente es más difícil resolver aquéllos. Ahora bien, cuando se aborda la cuestión de la salud, también se aborda la de la seguridad, porque, por definición, un lugar de trabajo saludable es también un lugar de trabajo seguro. En cambio, puede que no sea cierto a la inversa, pues un lugar de trabajo considerado seguro no es forzosamente también un lugar de trabajo saludable. Lo importante es que hay que abordar en todos los lugares de trabajo los problemas de salud y de seguridad. En términos generales, la definición de salud y seguridad laborales que hemos dado abarca tanto la salud como la seguridad en sus contextos más amplios.

Las malas condiciones de trabajo influyen en la salud y la seguridad del trabajador

• Si, por lo que fuere, las condiciones de trabajo son malas, pueden influir en la salud y la seguridad del trabajador.

• Las condiciones de trabajo insanas o inseguras no se dan únicamente en las fábricas o plantas industriales - se pueden hallar en cualquier lugar, tanto si se trabaja en un recinto cerrado como al aire libre. Para muchos trabajadores, por ejemplo los jornaleros agrícolas o los mineros, el lugar de trabajo está "al aire libre" y puede acarrear muchos riesgos para su salud y su seguridad.

• Las malas condiciones de trabajo también pueden afectar al entorno en que viven los trabajadores, pues muchos trabajadores trabajan y viven en un mismo entorno. Es decir, que los riesgos laborales pueden tener consecuencias nocivas en los trabajadores, sus familias y otras personas de la comunidad, además de en el entorno físico que rodea al lugar de trabajo. Un ejemplo clásico es el empleo de plaguicidas en el trabajo agrícola. Los trabajadores pueden estar expuestos a productos químicos tóxicos de distintas maneras cuando utilizan pulverizadores de plaguicidas: inhalar los productos químicos mientras pulverizan con ellos y después de haberlo hecho; absorber los productos químicos a través de la piel; ingerir los productos químicos si comen, beben o fuman sin haberse lavado antes las manos, o bien si los productos químicos han contaminado el agua potable. Las familias de los trabajadores también pueden verse expuestas de distintas maneras: inhalar los plaguicidas que persistan en la atmósfera; beber agua contaminada o estar expuestas a residuos que contenga la ropa del trabajador. Asimismo, otras personas de la comunidad inmediata pueden estar expuestas de distintas maneras. Cuando los productos químicos son absorbidos por el suelo o se difunden a las napas de agua freática, las consecuencias negativas en el entorno natural pueden ser permanentes.

En general, las actividades en materia de salud y seguridad laborales deben tener por objeto evitar los accidentes y las enfermedades laborales, reconociendo al mismo tiempo la relación que existe entre la salud y la seguridad del trabajadores, el lugar de trabajo y el entorno fuera del lugar de trabajo.

¿Por qué son importantes la salud y la seguridad laborales?

El trabajo desempeña una función esencial en las vidas de las personas, pues la mayoría de los trabajadores pasan por lo menos ocho horas al día en el lugar de trabajo, ya sea una plantación, una oficina, un taller industrial, etc. Así pues, los entornos laborales deben ser seguros y sanos, cosa que no sucede en el caso de muchos trabajadores. Todos los días del año hay trabajadores en todo el mundo sometidos a una multitud de riesgos para la salud, como:

• polvos;

• gases;

• ruidos;

• vibraciones;

• temperaturas extremadas.

Desafortunadamente, algunos empleadores apenas se ocupan de la protección de la salud y de la seguridad de los trabajadores y, de hecho, hay empleadores que ni siquiera saben que tienen la responsabilidad moral, y a menudo jurídica, de proteger a sus trabajadores. A causa de los riesgos y de la falta de atención que se prestan a la salud y a la seguridad, en todas las partes del mundo abundan los accidentes y las enfermedades profesionales.

El costo de los accidentes y las enfermedades profesionales

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¿Cuánto cuesta un accidente o una enfermedad profesional?

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Los accidentes o las enfermedades relacionados con el trabajo son muy costosos y pueden tener muchas consecuencias graves, tanto directas como indirectas, en las vidas de los trabajadores y de sus familias. Para los trabajadores, una enfermedad o un accidente laboral suponen, entre otros, los siguientes costos directos:

• el dolor y el padecimiento de la lesión o la enfermedad;

• la pérdida de ingresos;

• la posible pérdida de un empleo;

• los costos que acarrea la atención médica.

Se ha calculados que los costos indirectos de un accidente o de una enfermedad pueden ser de cuatro a diez veces mayores que sus costos directos, o incluso más. Una enfermedad o un accidente laboral puede tener tantísimos costos indirectos para los trabajadores que a menudo es difícil calcularlos. Uno de los costos indirectos más evidente es el padecimiento humano que se causa en las familias de los trabajadores, que no se puede compensar con dinero.

Se estima que los costos de los accidentes laborales para los empleadores también son enormes. Para una pequeña empresa, el costo de tan sólo un accidente puede suponer una catástrofe financiera. Para los empleadores, algunos de los costos directos son los siguientes:

• el tener que pagar un trabajo no realizado;

• los pagos que hay que efectuar en concepto de tratamiento médico e indemnización;

• la reparación o la sustitución de máquinas y equipos dañados;

• la disminución o la interrupción temporal de la producción;

• el aumento de los gastos en formación y administración;

• la posible disminución de la calidad del trabajo;

• las consecuencias negativas en la moral de otros trabajadores.

Algunos de los costos indirectos para los empleadores son los siguientes:

• hay que sustituir al trabajador lesionado o enfermo;

• hay que formar a un nuevo trabajador y darle tiempo para que se acostumbre al puesto de trabajo;

• lleva tiempo hasta que el nuevo trabajador produce al ritmo del anterior;

• se debe dedicar tiempo a las obligadas averiguaciones, a redactar informes y a cumplimentar formularios;

• a menudo, los accidentes suscitan preocupación en los colegas del accidentado e influyen negativamente en las relaciones laborales;

• las malas condiciones sanitarias y de seguridad en el lugar de trabajo también pueden influir negativamente en la imagen pública de la empresa.

En general, los costos de la mayoría de los accidentes o enfermedades relacionados con el trabajo, tanto para los trabajadores y sus familias como para los empleadores, son muy elevados.

A escala nacional, los costos estimados de los accidentes y enfermedades laborales pueden ascender al 3 ó 4 por ciento del producto interno bruto de un país. En realidad, nadie sabe realmente el costo total de los accidentes o enfermedades relacionados con el trabajo porque, además de los costos directos más patentes, hay multitud de costos indirectos que es difícil evaluar.

Los programas de salud y seguridad

Por todos los motivos expuestos, es esencial que los empleadores, los trabajadores y los sindicatos se esfuercen en mejorar las condiciones de salud y seguridad y que:

• se controlen los riesgos en el lugar de trabajo - en la fuente siempre que sea posible;

• se mantengan durante muchos años registros de las exposiciones a productos nocivos;

• los trabajadores y los empleadores conozcan los riesgos que para la salud y la seguridad existen en el lugar de trabajo;

• exista una comisión de salud y seguridad activa y eficaz formada por los trabajadores y la dirección de la empresa;

• los esfuerzos en pro de la salud y la seguridad de los trabajadores sean permanentes.

La existencia de unos programas de salud y seguridad en el lugar de trabajo puede contribuir a salvar vidas de trabajadores al disminuir los riesgos y sus consecuencias. Los programas de salud y seguridad también tienen consecuencias positivas en la moral y la productividad de los trabajadores, lo cual reporta importantes beneficios. Al mismo tiempo, unos programas eficaces pueden ahorrar mucho dinero a los empleadores.

Puntos que hay que recordar

La salud y la seguridad laborales abarcan el bienestar social, mental y físico de los trabajadores sea cual fuere su ocupación.

Las malas condiciones de trabajo pueden influir en la salud y la seguridad de los trabajadores.

Unas condiciones de trabajo insanas o inseguras pueden darse en cualquier parte, tanto si el lugar de trabajo es un recinto cerrado como si está al aire libre.

Unas malas condiciones laborales pueden influir en el entorno en que viven los trabajadores, lo cual quiere decir que los trabajadores, sus familias, otras personas de la comunidad y el entorno físico que rodea el lugar de trabajo pueden correr riesgo de verse expuestos a los riesgos que hay en el lugar de trabajo.

Los empleadores tienen la responsabilidad moral, y a menudo jurídica, de proteger a sus trabajadores.

En todo el mundo son frecuentes los accidentes y las enfermedades relacionados con el trabajo, que a menudo tienen múltiples consecuencias negativas directas e indirectas para los trabajadores y sus familias. Un solo accidente o una mera enfermedad puede acarrear enormes pérdidas financieras para los trabajadores y los empleadores.

Unos programas eficaces de salud y seguridad en el lugar de trabajo pueden ayudar a salvar vidas de trabajadores al disminuir los riesgos y sus consecuencias. Los programas eficaces también pueden tener consecuencias positivas en la moral y la productividad de los trabajadores y ahorrar mucho dinero a los empleadores.

Cómo determinar la causa de una enfermedad laboral

A menudo es difícil determinar la causa de las enfermedades relacionadas con el trabajo, entre otros motivos por el período de latencia (es decir, el hecho de que pueden pasar años antes de que la enfermedad produzca un efecto patente en la salud del trabajador). Cuando se detecta la enfermedad, puede ser demasiado tarde para tratarla o para determinar a qué riesgos estuvo expuesto el trabajador en otros tiempos. Otros factores, como el cambio de trabajo, o el comportamiento del personal (p. ej., fumar o ingerir bebidas alcohólicas) agravan aún más la dificultad de vincular las exposiciones acaecidas en el lugar de trabajo a la aparición de una enfermedad.

Aunque hoy día se conocen mejor que anteriormente algunos riesgos laborales, todos los años aparecen nuevos productos químicos y tecnologías que presentan riesgos nuevos y a menudo desconocidos para los trabajadores y la comunidad. Estos riesgos nuevos y desconocidos constituyen graves problemas para los trabajadores, los empleadores, los instructores y los científicos, es decir, para todos quienes se ocupan de la salud de los trabajadores y de las consecuencias que los agentes de riesgo tienen en el medio ambiente.

Puntos que hay que recordar acerca de la amplitud del problema en el mundo

Al año se producen como mínimo 120 millones de accidentes laborales en el mundo, de los que por lo menos 200.000 son mortales.

En los países en desarrollo se producen más accidentes mortales que en los países industrializados, lo que aumenta la necesidad de programas de formación en salud y seguridad centrados en la prevención.

Desde hace muchos años se conocen algunas enfermedades profesionales que afectan a los trabajadores de distintas maneras. Esas enfermedades todavía son un problema en todas las partes del mundo.

El número de enfermedades relacionadas con el trabajo existentes en los países en desarrollo es mucho más elevado que las cifras que se comunican.

Tanto en los países en desarrollo como en los países industrializados aumentan los números de casos y tipos de enfermedades laborales.

A menudo es difícil determinar la causa de los accidentes y enfermedades laborales.

III. Los distintos tipos de riesgos

En casi todos los lugares de trabajo se puede hallar un número ilimitado de riesgos. En primer lugar están las condiciones de trabajo inseguras patentes, como las máquinas no protegidas, los suelos deslizantes o las insuficientes precauciones contra incendios, pero también hay distintas categorías de riesgos insidiosos (es decir, los riesgos que son peligrosos pero que no son evidentes), entre otras:

los riesgos químicos a que dan lugar líquidos, sólidos, polvos, humos, vapores y gases;

los riesgos físicos, como los ruidos, las vibraciones, la insuficiente iluminación, las radiaciones y las temperaturas extremadas;

los riesgos biológicos, como las bacterias, los virus, los desechos infecciosos y las infestaciones;

los riesgos psicológicos provocados por la tensión y la presión;

los riesgos que produce la no aplicación de los principios de la ergonomía, por ejemplo, el mal diseño de las máquinas, los instrumentos y las herramientas que utilizan los trabajadores; el diseño erróneo de los asientos y el lugar de trabajo o unas malas prácticas laborales.

La mayoría de los trabajadores se enfrentan a distintos riesgos de esta índole en el trabajo. Así, por ejemplo, no es difícil imaginar un lugar de trabajo en el que una persona esté expuesta a productos químicos, máquinas no protegidas y ruidosas, temperaturas elevadas, suelos deslizantes, etc., al mismo tiempo. Piense en su lugar de trabajo. ¿Hay en él distintos riesgos?

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A menudo, el propio lugar de trabajo es peligroso.

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Se pueden concebir los procedimientos de trabajo de manera que se eviten accidentes y enfermedades. Hay que suprimir los riesgos del lugar de trabajo.

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Los trabajadores no crean los riesgos; en muchos casos, los riesgos están ya en el lugar de trabajo. La labor del sindicato en materia de salud y seguridad laborales consiste en cuidar de que el trabajo sea más seguro modificando el lugar de trabajo y cualesquiera procedimientos de trabajo inseguros que existan. Es decir, que la solución consiste en suprimir los riesgos, no en esforzarse en que los trabajadores se adapten a unas condiciones inseguras. Exigir a los trabajadores que lleven ropa de protección que no sea adecuada al clima de su región es un ejemplo de cómo se puede obligar a los trabajadores a tratar de adaptarse a condiciones inseguras, pasando la responsabilidad de la dirección al propio trabajador.

Es importante que los sindicatos mantengan esta posición, porque muchos empleadores echan la culpa a los trabajadores cuando se produce un accidente, diciendo que los trabajadores son negligentes, actitud que implica que se podría hacer que el trabajo fuese más seguro si los trabajadores cambiasen de comportamiento o si los empleadores contratasen únicamente a trabajadores que nunca cometiesen errores. Todo el mundo comete errores - así es el ser humano -, pero los trabajadores no deben pagar los errores con la vida. Haciendo que los trabajadores tengan mayor conciencia de la seguridad no dejan de producirse accidentes. La conciencia de la seguridad puede ayudar a ello, pero no suprime los procedimientos ni las condiciones de trabajo inseguros. La prevención de accidentes y enfermedades más eficaz se inicia cuando los procedimientos de trabajo se encuentran todavía en la fase de concepción, cuando en el procedimiento de trabajo se pueden implantar condiciones de seguridad.

Puntos que hay que recordar

a propósito de los distintos riesgos

En casi todos los lugares de trabajo se puede encontrar un número ilimitado de riesgos, que van desde las condiciones de trabajo inseguras evidentes e insidiosas a riesgos menos patentes.

A menudo los riesgos son inherentes al lugar de trabajo y, por consiguiente, los sindicatos deben velar por que se supriman, en lugar de esforzarse en que los trabajadores se adapten a unas condiciones laborales inseguras.

La prevención de accidentes y enfermedades más eficaz se inicia cuando los procedimientos de trabajo se hallan todavía en la fase de concepción, cuando se pueden implantar condiciones de seguridad en los procedimientos de trabajo.

VII. Resumen

Sea cual fuere su ocupación, los trabajadores pueden verse enfrentados a múltiples riesgos en sus lugares de trabajo. La salud y la seguridad laborales tratan de la amplia gama de riesgos del lugar de trabajo, desde la prevención de los accidentes a los riesgos más insidiosos, por ejemplo, los humos tóxicos, el polvo, el ruido, el calor, la tensión, etc. Evitar las enfermedades y los accidentes relacionados con el trabajo debe ser la finalidad de los programas de salud y seguridad laborales, en lugar de tratar de resolver los problemas una vez que ya hayan surgido.

Los riesgos en el lugar de trabajo puede asumir formas muy distintas, entre otras, químicas, físicas, biológicas, psicológicas, falta de aplicación de los principios de la ergonomía, etc. A causa de la multitud de riesgos existentes en la mayoría de los lugares de trabajo y de la falta general de atención que muchos empleadores prestan a la salud y la seguridad, los accidentes y las enfermedades relacionadas con el trabajo siguen siendo problemas graves en todas las partes del mundo y, por consiguiente, los sindicatos deben insistir en que los empleadores combatan los riesgos en su fuente y no obliguen a los trabajadores a adaptarse a unas condiciones inseguras.

El compromiso de la dirección respecto de la salud y la seguridad y la activa participación de los trabajadores son dos elementos esenciales de todo programa de salud y seguridad en el lugar de trabajo. La prevención más eficaz de los accidentes y de las enfermedades se inicia cuando los procedimientos de trabajo se hallan todavía en la fase de concepción.

Nota para el instructor

Puesto que los alumnos ya han empezado a analizar los posibles riesgos de distintos lugares de trabajo, pídales que analicen y discutan los riesgos de sus lugares de trabajo. Los alumnos deben responder a las siguientes preguntas acerca de sus lugares de trabajo:

Describa el trabajo que realiza.

¿Qué riesgos sabe que existen en su lugar de trabajo?

¿Hay otras condiciones de su trabajo que sospecha usted que pueden ser peligrosas pero que no está seguro de que lo sean?

4.3. El cuerpo y el trabajo:

Objetivos

Al final de este módulo, los alumnos podrán:

describir tres maneras en que los agentes peligrosos pueden penetrar en el organismo;

dar ejemplos de efectos locales, sistémicos, agudos y crónicos;

explicar varios métodos de evitar que los agentes peligrosos penetren en el organismo.

¿Cómo combate los peligros el organismo?

El cuerpo humano posee sistemas naturales de defensa que le ayudan a protegerse contra muchos riesgos (peligros). Estos sistemas de defensa también ayudan al cuerpo a curarse cuando se lesiona o cae enfermo. Ahora bien, hay riesgos - procedentes de bacterias, virus, productos químicos, polvos, vapores, ruidos, temperaturas extremadas, procedimientos de trabajo, etc. - a los que una persona puede estar expuesta (o que están en torno suyo) en el trabajo o en el entorno general, que pueden provocar una ruptura (debilitar) de los sistemas de defensa del cuerpo.

¿Qué tipos de riesgos existen en el lugar de trabajo?

Entre los riesgos que puede haber habitualmente en su lugar de trabajo están los siguientes:

riesgos químicos, debidos a líquidos, sólidos, polvos, humos, vapores, gases;

riesgos físicos, como el ruido, las vibraciones, las máquinas no protegidas, una iluminación deficiente, las radiaciones, las temperaturas extremadas (calor o frío);

riesgos biológicos, ocasionados por bacterias, virus, infestaciones, desechos infecciosos;

riesgos psicológicos, debidos a la tensión y la presión;

la no aplicación de los principios de la ergonomía, que da lugar a la existencia de máquinas y herramientas mal diseñadas o a prácticas de trabajo incorrectas.

Como los sistemas de defensa de un organismo no siempre pueden vencer en la lucha contra estos riesgos, es importante que conozca usted los riesgos que existen en su lugar de trabajo y qué controles es necesario aplicar para evitar verse expuesto a ellos. La conciencia de los riesgos le ayudará cuando colabore con su sindicato y su empleador a suprimir los riesgos.

Puntos que hay que recordar

La exposición laboral a riesgos puede debilitar los sistemas de defensa de su organismo.

Es necesario controlar los riesgos laborales para que un lugar de trabajo sea seguro y saludable.

Algunos riesgos habituales de los lugares de trabajo son:

los riesgos químicos

los riesgos físicos

los riesgos biológicos

los riesgos psicológicos

la no aplicación de los principios de la ergonomía.

Es importante conocer los riesgos laborales, aprendiendo entre otras cosas cómo la exposición a ellos puede influir en la salud y cómo protegerse de la exposición a esos peligros en el lugar de trabajo.

II. Las vías de entrada

¿Cómo penetran los agentes peligrosos en el organismo?

Si contempla usted un diagrama del organismo humano verá que está expuesto al mundo exterior a través de distintas superficies: la piel, los pulmones, la nariz, la boca y los tractos digestivo, urinario y genital. Los agentes peligrosos (p. ej., los productos químicos y microorganismos, las bacterias y los virus) pueden penetrar en el organismo a través de cualquiera de esas superficies. Las vías de entrada más habituales son:

a) los pulmones (inhalación)

b) la piel (absorción)

c) la boca (ingestión)

A. La inhalación

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En su organismo entran por inhalación (al ser respirados) más agentes peligrosos que por cualquier otra vía.

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Su sistema respiratorio filtra el aire que usted respira

El sistema respiratorio de su organismo dispone de mecanismos muy eficaces para filtrar los contaminantes normales que hay en el aire que usted respira. Los sistemas de filtrado de la nariz y la boca (por ejemplo, los pelos de la nariz, el mucus de la boca y los pulmones) impiden que grandes partículas ajenas al cuerpo (como el polvo común) penetren en sus pulmones, donde pueden ocasionar efectos perniciosos. Los pelos de la nariz impiden pasar a las grandes partículas de polvo. Es fácil comprobar la eficacia de este filtro natural sonándose la nariz después de haber trabajado en un sitio polvoriento o lleno de humo.

¿Pueden las partículas pasar por encima de estos mecanismos de filtrado?

Por lo general, el sistema respiratorio filtra las partículas de polvo grandes (comprendidas las fibras). Ahora bien, es difícil eliminar las partículas de polvo pequeñas, que pueden llegar a las partes más profundas de los pulmones y ocasionar graves problemas respiratorios locales. (Véase la sección III para una explicación de los efectos locales.)

Cuando los pulmones están expuestos a concentraciones elevadas de polvo, vapores tóxicos, humo de cigarrillos, etc. (cantidades elevadas de contaminante en la atmósfera), los mecanismos de filtrado pueden resultar sobrecargados y dañarse. Una vez que han sido dañados, es más probable que se desarrollen en los pulmones las distintas bacterias, virus, etc., ocasionando infecciones como neumonías. Por eso los trabajadores que desempeñan sus tareas en lugares llenos de polvo (los mineros de bauxita y carbón, los trabajadores de ingenios azucareros y del amianto, los trabajadores de las harineras, los carpinteros, etc.) son más susceptibles (tienen más posibilidades de contraer) a la tuberculosis, la bronquitis y otras enfermedades respiratorias, que los trabajadores que ocupan ocupaciones en las que no se produce polvo.

¿Se pueden inhalar también otras formas de productos químicos?

Otras formas de productos químicos también pueden penetrar en el organismo a través del sistema respiratorio. Los productos químicos adoptan múltiples formas: vapores, sólidos, líquidos, polvos, gases (véase el módulo Los productos químicos en el lugar de trabajo para una explicación de cada una de estas formas químicas) y casi todos ellos se pueden inhalar. Algunos productos químicos tienen efectos locales perniciosos en los pulmones, en tanto que otros serán absorbidos en la corriente sanguínea y pueden tener efectos dañinos en distintos órganos diana.

Los órganos diana son las partes del organismo a los que siempre afectan determinados productos químicos. Así, por ejemplo, el plomo ataca al sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal), pero se almacena en los huesos cuando se acumula (aumenta) con más exposiciones. Así pues, los órganos diana del plomo son el sistema nervioso central y los huesos. Otros órganos diana de los diferentes productos químicos son el corazón, los pulmones, los riñones y el hígado.

¿Cómo saber si se está expuesto a riesgos respiratorios en el trabajo?

Su cuerpo dispone de varios mecanismos que pueden emitir señales de alarma cuando existen riesgos:

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olores

estornudos

toses

nariz que moquea

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Estas respuestas físicas, o señales o advertencias, le dirán a veces si está presente un posible riesgo. En algunos, casos también le ayudarán a eliminar un agente peligroso de su sistema respiratorio. Ahora bien, en ocasiones esas señales no advierten acerca de riesgos, pues, por ejemplo, algunos productos químicos no tienen olor o no se puede olerlos. Otros productos químicos sólo se pueden oler cuando están concentrados muy por encima de los denominados "niveles de seguridad" y ya están produciendo daño a su salud, y hay algunos productos químicos que no se pueden oler al cabo de cierto tiempo de estar cerca de ellos, pues la nariz se habitúa a su olor. Así pues, el olfato no es siempre una señal de alarma fiable.

Los nuevos trabajadores y los visitantes son otra posible señal de los riesgos del lugar de trabajo. Están "expuestos de nuevas" y pueden decirle a usted si tienen problemas de salud únicamente cuando acuden al lugar de trabajo.

Puntos que hay que recordar acerca de la inhalación

En el organismo entran por inhalación más agentes peligrosos que por cualquier otra vía de penetración.

Aunque el cuerpo filtra muchos de los contaminantes normales del aire que usted respira, no puede eliminar todos los contaminantes.

Al organismo le es difícil eliminar las partículas pequeñas, que pueden penetrar profundamente en los pulmones y ocasionar problemas respiratorios.

Los trabajadores que realizan ocupaciones que desprenden polvo son más susceptibles a las afecciones respiratorias que los trabajadores que desempeñan ocupaciones que no desprenden polvo.

Los productos químicos y sus distintas formas, pueden ser inhalados y dañar distintos órganos diana además de los pulmones.

Es importante advertir las señales de alarma, como el olor que desprenden los productos químicos. También es importante advertir si uno deja de notar un olor químico que está acostumbrado a oler, pues puede ser que se haya "habituado" al olor y no sepa que está siendo expuesto al producto químico.

B. La absorción

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La piel es también una vía principal de penetración de agentes peligrosos en el lugar de trabajo. Se pueden contraer enfermedades cuando los productos químicos y otros materiales utilizados en el trabajo entran en contacto con la piel.

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¿Protege la piel contra los peligros laborales?

La piel es un importante cubierta protectora del organismo, pero no siempre protege contra los peligros en el lugar de trabajo, porque los productos químicos pueden ser absorbidos (ingeridos) directamente en el organismo a través de una piel sana. Una vez que están dentro del cuerpo, los productos químicos pueden ser absorbidos en la corriente sanguínea y transportados a los órganos diana en los que pueden provocar efectos dañinos.

¿Qué tipos de riesgos del lugar de trabajo pueden producir enfermedades y lesiones laborales de la piel?

Hay muchos materiales o situaciones en el lugar de trabajo que pueden ocasionar enfermedades y lesiones de la piel profesionales.

El trabajo mecánico en el que hay que efectuar fricciones, presiones y otras formas de fuerza (p. ej., los trabajadores que utilizan remachadoras, astilladoras, barrenas y martillos neumáticos) puede provocar callos, ampollas, lesiones en los nervios, cortes, etc.

Los productos químicos son una fuente importante de enfermedades laborales de la piel. Cada año aparecen centenares de nuevos productos químicos en los lugares de trabajo, y algunos de ellos pueden ocasionar irritación de la piel y reacciones dérmicas alérgicas. Algunos productos químicos, como ácidos y álcalis fuertes, ocasionarán lesiones en la piel casi de inmediato. Otros como ácidos y álcalis diluidos, distintos disolventes y fluidos solubles para pulimento, tendrán efectos sólo después de haber estado expuesto al producto químico varios días.

Algunos productos químicos pueden dañar la piel, haciendo que enrojezca, salgan ampollas, o se produzcan escamas. Es decir, que provocan dermatitis.

Algunos de los muchos productos químicos que ocasionan dermatitis son los siguientes:

ácidos fuertes (como el ácido sulfúrico);

álcalis fuertes (como la sosa cáustica);

todas las formas de petróleo, entre ellas el diésel, los petróleos para lubricado y combustible, los solventes, los diluyentes y desgrasadores, como la parafina, el tricloroetileno, la trementina y los productos derivados del petróleo;

los alquitranes, la pez y otros productos de alquitrán de hulla, comprendidos los fenoles y los cresoles.

La dermatitis puede afectar a trabajadores expuestos a la sustancia. Normalmente los síntomas sólo aparecen cuando el producto químico entra en contacto con la piel y desaparecen cuando el trabajador deja de estar en contacto con el producto químico.

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Lesión irritante (ampollas con quemazón ocasionadas por contacto con productos químicos tóxicos).

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Otra enfermedad profesional común de la piel es la dermatitis por contacto - un tipo de reacción alérgica, similar al asma o la fiebre de heno. Un trabajador puede ser alérgico a un determinado producto químico y, cuando ha quedado sensibilizado a él, cada vez que entra en contacto con él se produce dermatitis. La dermatitis por contacto no sucede sólo forzosamente en el lugar en que el producto entra en contacto con la piel, sino que a menudo se extiende a otras partes del organismo. La dermatitis por contacto nunca se produce con la primera exposición a un nuevo producto químico, pues le lleva tiempo desarrollarse. Ahora bien, una vez que se ha contraído, incluso una exposición a una pequeña cantidad del producto químico puede dar lugar a una grave reacción dérmica.

Algunos de los productos químicos que causan dermatitis por contacto son los siguientes:

formaldehído;

los compuestos de níquel;

las rexinas de epoxy y los catalizadores utilizados en la fabricación de productos plásticos;

los agentes germicidas que llevan el jabón y otros productos de limpieza, en particular el hexaclorofeno, el bitionol y las salicilanilidas halogenadas;

los cromatos.

Las lesiones de la piel también son resultado habitual de riesgos físicos como los siguientes:

el calor, por ejemplo, quemaduras que padecen a menudo obreros encargados de hornos eléctricos, soldadores de plomo, soldadores, trabajadores de oleoductos, trabajadores que reparan carreteras, techadores y trabajadores de fábricas de alquitrán que trabajan con alquitrán líquido;

el frío, por ejemplo, la congelación, que a menudo padecen trabajadores al aire libre;

la electricidad, por ejemplo, quemaduras por contacto con cortocircuitos o cables pelados;

la luz del sol, los rayos ultravioletas, los rayos láser, los rayos X, etc.;

las temperaturas elevadas y los niveles elevados de humedad, por ejemplo en un medio laboral tropical.

Riesgos biológicos, como bacterias, hongos, virus o parásitos, que pueden provocar infecciones de la piel. Los trabajadores que es probable que estén expuestos a riesgos biológicos con:

quienes se ocupan de animales y los crían

los que elaboran alimentos

los pescadores

los campesinos

los que manipulan pieles de animales

los panaderos

los camareros

el personal de cocina

el personal médico y de odontología

los jornaleros agrícolas y los que trabajan con ganado

quienes manipulan granos

los estibadores

los trabajadores de silos

los trabajadores de la industria láctea

Puntos que hay que recordar

La piel es una vía principal de penetración de sustancias peligrosas existentes en el lugar de trabajo.

Los productos químicos se pueden absorber a través de una piel sana y penetrar en el torrente sanguíneo y ser transportados a órganos diana en los que pueden provocar daños.

La exposición a productos químicos, riesgos físicos y riesgos biológicos en el lugar de trabajo puede dar lugar a enfermedades laborales y reacciones alérgicas.

C. La ingestión

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Los agentes peligrosos también pueden penetrar en el organismo por ingestión

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¿Cómo se ingieren los agentes peligrosos?

La ingestión tiene lugar cuando se traga un agente peligroso. Algunos agentes ingeridos penetran en el sistema digestivo, donde pueden ser destruidos o neutralizados por los ácidos que hay en el estómago. Ahora bien, algunos pueden ser absorbidos muy rápidamente en el torrente sanguíneo a través de las paredes del estómago y el intestino delgado. Una vez que se encuentran en la sangre, pueden viajar hasta distintos órganos diana (como los riñones y el hígado) donde pueden producir efectos nocivos.

Los trabajadores pueden tragar agentes peligrosos por accidente si no se limpian las manos antes de comer, beber o fumar en el trabajo, o si conservan sus alimentos, bebidas y cigarrillos en una zona contaminada. Eliminar los agentes químicos y biológicos peligrosos es la mejor manera de evitar su ingestión. Otros métodos importantes de prevención son la higiene personal (limpieza) y velar por que los trabajadores tengan acceso a lavabos y zonas de conservación de alimentos y donde comer que estén separadas del lugar en que trabajan. También es importante que los trabajadores conozcan la importancia de la higiene personal y de guardar los alimentos y comerlos fuera de sus lugares de trabajo.

¿Puede eliminar el organismo los agentes peligrosos ingeridos?

Con vómitos y diarreas el organismo trata de eliminar determinadas sustancias tóxicas del sistema digestivo. Ahora bien, estos mecanismos de respuesta no pueden eliminar del organismo todos los agentes peligrosos ingeridos. Los vómitos y la diarrea pueden ser señal de que se han ingerido agentes químicos y biológicos y se deben investigar.

Puntos que hay que

recordar acerca de la ingestión

Los agentes peligrosos pueden penetrar en el organismo al ser ingeridos (tragados).

Algunos agentes peligrosos ingeridos son neutralizados en el estómago y otros son absorbidos en el torrente sanguíneo y transportados hasta los órganos diana.

La eliminación de los agentes peligrosos es la mejor manera de evitar su ingestión. Otros métodos importantes de prevención son la higiene personal y velar por que los trabajadores tengan acceso a lavabos y zonas de conservación de comidas y que para comer que estén separadas de sus lugares de trabajo.

Con vómitos y diarreas el organismo trata de eliminar del sistema digestivo algunas sustancias tóxicas.

Los materiales tóxicos pueden penetrar en el organismo por más de una vía, de manera que hay que conocer todas las vías de entrada para evitar las exposiciones.

Resumen

Es importante entender que en la mayoría de los lugares de trabajo hay muy distintos peligros que pueden influir en la salud y la seguridad de usted y de sus colegas de trabajo. Es asimismo importante saber qué agentes y procedimientos de trabajo peligrosos se emplean en su lugar de trabajo. Los agentes peligrosos pueden penetrar en el organismo por distintas vías y pueden tener efectos locales, sistémicos, agudos y crónicos en la salud. Tanto usted como su sindicato deben adoptar distintas medidas para eliminar y controlar los peligros a fin de que el lugar de trabajo sea seguro y sano.

4.4. La lucha contra los riesgos:

Objetivos

Al final de este módulo, los alumnos podrán:

describir por lo menos tres métodos de lucha o control;

proponer varios métodos para evitar y combatir los riesgos en sus propios lugares de trabajo;

Cómo identificar los problemas de salud y seguridad

A continuación figuran algunas de las maneras cómo puede usted identificar los problemas de salud y seguridad:

examine cuidadosamente el lugar de trabajo;

investigue las quejas de los trabajadores;

estudie los registros de accidentes y situaciones en las que estuvo a punto de producirse un accidente;

estudie las estadísticas de enfermedades;

emplee cuestionarios sencillos para preguntar a sus colegas de trabajo lo que les preocupa en materia de salud y seguridad;

utilice listas recapitulativas para inspeccionar con ellas su lugar de trabajo;

entérese de las conclusiones de las inspecciones que efectúen el empleador, el sindicato o cualquier otra persona u organismo;

lea los informes que existan sobre su lugar de trabajo o cualesquiera otros documentos que contengan información.

Una vez que haya advertido la existencia de un riesgo, podrá determinar usted qué medida lo resolverá con más eficacia. Por lo general, hay cinco categorías generales de medidas de control o lucha: la eliminación, la sustitución, los controles mecánicos, los controles administrativos y el equipo de protección personal (EPP). Eliminar un riesgo significa suprimirlo totalmente; la sustitución consiste en reemplazar un agente o procedimiento de trabajo peligroso por otro que lo sea menos. Un control mecánico puede consistir en cambiar una pieza de una máquina (por ejemplo, poniendo protecciones adecuadas a una máquina) o un procedimiento de trabajo para disminuir la exposición a un riesgo; trabajar un número limitado de horas en una zona peligrosa es un ejemplo de control administrativo (por ejemplo, la rotación de los obreros en un puesto de trabajo); y el equipo de protección personal (EPP) comprende la protección de los oídos y los ojos y utilizar aparatos respiratorios y una ropa que proteja.

Recuerde: siempre es mejor combatir el riesgo lo más cerca que se pueda de su fuente. Utilizar la protección personal es la medida de control menos aceptable y menos eficaz de todas.

Puntos que hay que recordar

Los riesgos profesionales se pueden combatir con métodos muy distintos.

La finalidad de combatir los riesgos es evitar que los trabajadores estén expuestos a riesgos profesionales.

La medida de lucha más eficaz es combatir los riesgos en su fuente eliminando el riesgo de que se trate o sustituyendo un producto químico, una máquina, un procedimiento de trabajo, etc., peligrosos por otros que lo sean menos.

Es importante conocer qué riesgos y qué problemas de salud y de seguridad existen en el lugar de trabajo.

Hay cinco categorías generales de medidas de control o lucha contra los riesgos: eliminación, sustitución, controles mecánicos, controles administrativos y equipo de protección personal (EPP). Si se conjugan varios métodos, normalmente se consigue un lugar de trabajo más seguro y más sano que si sólo se utiliza un método.

Al aplicar medidas de control, la última posibilidad a la que se recurra debe ser la del equipo de protección personal.

II. Los métodos de control o lucha

A. Eliminación

La eliminación de un riesgo concreto o de un procedimiento de trabajo peligroso, o evitar que se dé en el lugar de trabajo, es el método de lucha o control más eficaz.

Eliminar los riesgos en la "fase de desarrollo"

Es importante considerar la salud y la seguridad del trabajador cuando los procedimientos de trabajo se encuentran todavía en su fase de planificación. Por ejemplo, si se adquieren máquinas, ante todo debe importar la seguridad, no su costo. Las máquinas deben ajustarse a las normas nacionales de seguridad, es decir, deben haber sido concebidas con la protección adecuada para eliminar el peligro de que un trabajador quede atrapado en la máquina al utilizarla. Las máquinas que no se fabrican con la protecciones adecuadas pueden costar menos al comprarlas, pero más en accidentes, pérdidas de producción, indemnizaciones, etc. Lamentablemente, muchas máquinas de segunda mano que no cumplen las normas de seguridad son exportadas a países en desarrollo, haciendo que los trabajadores paguen el ahorro conseguido con accidentes, pérdida de audición a causa del ruido, etc.

Punto que hay que recordar a propósito de la eliminación de los riesgos

Eliminar un riesgo concreto es el método más eficaz de combatirlo. Es más fácil eliminar los riesgos cuando un procedimiento de trabajo se halla todavía en su fase de desarrollo.

Los controles administrativos

Los controles administrativos que limitan el tiempo que los trabajadores dedican a un trabajo peligroso se pueden utilizar junto con otros métodos de control para disminuir la exposición a los riesgos. Algunos ejemplos de controles administrativos son:

cambiar los horarios de trabajo (por ejemplo, hacer que dos personas realicen durante cuatro horas cada una un trabajo en lugar de que un solo trabajador haga ese trabajo ocho horas);

dar a los trabajadores períodos de descanso más largos o turnos de trabajo más cortos para disminuir el tiempo de exposición;

trasladar un procedimiento de trabajo peligroso a una zona en la que haya menos personas expuestas;

cambiar un procedimiento de trabajo a un turno en el que trabajen menos personas.

Un ejemplo de controles administrativos utilizados junto con controles mecánicos y equipos de protección personal es el siguiente: límite de cuatro horas al trabajo en una zona totalmente confinada con elevado nivel de ruido en la que es menester utilizar protectores de los oídos.

Recuerde: los controles administrativos únicamente disminuyen el tiempo que se está expuesto a un riesgo. No eliminan las exposiciones

Puntos que hay recordar

sobre los controles administrativos

Los controles administrativos que limitan el tiempo que se dedica al trabajo peligroso se pueden emplear junto con otros métodos de control para disminuir la exposición a los riesgos.

Los controles administrativos no eliminan las exposiciones; únicamente reducen el tiempo de exposición.

E. El equipo de protección personal

El equipo de protección personal (EPP) es el método menos eficaz de combatir los riesgos laborales y se debe utilizar únicamente si con otros métodos no se puede combatir suficientemente los riesgos. El EPP puede ser muy incómodo, disminuir el rendimiento laboral y dar lugar a nuevos riesgos para la salud y la seguridad. Así, por ejemplo, los protectores de los oídos pueden impedir oír las señales de alarma, las máscaras de respiración pueden hacer más difícil el respirar, los tapones de los oídos protegetímpanos pueden provocar infecciones y unos guantes con fugas pueden hacer que se acumulen productos químicos peligrosos sobre la piel.

Entre otros, los siguientes son ejemplos de EPP:

lentes de seguridad

protectores de los oídos

máscaras respiratorias con filtros

máscaras antipolvo

guantes

ropas de protección

calzado de seguridad

El EPP sólo se debe utilizar si el empleador no puede combatir los riesgos mediante controles mecánicos. Ahora bien, si es imposible disminuir los riesgos hasta el punto de que no haya riesgo de salud para los trabajadores, se debe utilizar el EPP.

El EPP alza una barrera entre el trabajador y el riesgo. Puede mantener alejado el riesgo, pero también retiene agua o vapor de agua en el vestido de protección, lo que puede hacer que el trabajador sienta calor y esté incómodo. Si se utiliza EPP, hay que beber mucha agua y hacer pausas con frecuencia. En condiciones de trabajo calurosas o húmedas, sólo se puede llevar EPP durante breve tiempo (hasta sólo diez minutos si el calor es enorme) entre cada pausa. El calor y la humedad también pueden disminuir la eficacia de algunos equipos de protección; por ejemplo, una máscara respiratoria puede no ajustarse bien a la cara si está húmeda de sudor o agua.

¿Cómo saber qué tipo de EPP utilizar?

El tipo de EPP necesario dependerá del riesgo, de cómo puede afectar al organismo la exposición y de durante cuánto tiempo se estará expuesto al riesgo. Así, por ejemplo, si el riesgo es un polvo, hará falta llevar una máscara respiratoria con un filtro adecuado al tipo de polvo, o bien un aparato respirador conectado a una fuente de oxígeno. Lamentablemente, a menudo se proporciona a los trabajadores un EPP no adecuado, por ejemplo un respirador para polvos cuando el riesgo es un humo o un vapor.

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Tres tipos de mascarilla con filtro. Arriba: como protección contra partículas transportadas por el aire, p. ej., polvo de roca. En el centro: como protección frente a gases y humos, p. ej., al emplear pinturas que contengan disolventes. Este filtro contiene carbón activado. Debajo: con un filtro compuesto que filtra polvos y gases. Estas máscaras son ejemplos de la protección eficaz del aparato respiratorio más sencilla. Sustitúyase el filtro cuando empiece a resultar difícil respirar o comience a oler. Sustitúyalo con frecuencia.

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1. Prefiltro

2. Filtro de polvo

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________________________________________Filtro de gases

________________________________________________________________________________Filtro compuesto

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EQUIPO DE PROTECCION PERSONAL

El equipo de protección debe estar siempre limpio y en buen estado (debe pagarlo la empresa) y nunca se debe utilizar fuera de la zona de trabajo. A veces el empleo del equipo de protección puede ocasionar accidentes. El equipo de protección es la última línea de defensa y se debe utilizar junto con otros métodos de lucha contra los riesgos.

Protección de: Tipo de equipo:

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¡Cuide de que ninguna parte de su equipo de protección sea de amianto!

________________________________________ vías respiratorias,

pulmones

ojos

oídos aparatos respiratorios, máscaras

lentes de protección, lentes, polarizadores

orejeras, tapones

cabeza

piel

manos

pies

contra las radiaciones cascos, sombreros

ropa y mandiles resistentes a productos químicos

guantes especiales, protectores de los dedos de caucho

calzado de trabajo, botas

escudos y mandiles guarnecidos de metal

La ropa de protección debe ser de la talla del trabajador para protegerle lo mejor posible. Normalmente, el EPP está diseñado pensando en el trabajador norteamericano o europeo "medio", lo cual puede ser un problema si usted está por encima o por debajo de su talla o peso medio. Ahora bien, es posible adquirir vestidos protectores grandes y pequeños para hombres y mujeres. Si tiene que ponerse usted un aparato respiratorio, la barba, un bigote grande o unas lentes pueden hacer que sea imposible cerrarlo bien y si la máscara no se ajusta a la perfección puede respirar usted los productos peligrosos. Hay que verificar todos los EPP para ver si tienen agujeros o dejan pasar aire. Busque huellas de filtraciones, por ejemplo polvo cerca de la nariz o en los pelos de la nariz.

¡NO! ¡SI!

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Según su composición química, los plaguicidas pueden ocasionar un envenenamiento grave, dañando los nervios y la piel y los ojos. Los primeros síntomas pueden ser dolor de cabeza, náuseas, mareos y pérdida de energía. Sea muy cuidadoso cuando tenga que manipular sustancias químicas. Utilice el adecuado equipo de seguridad.

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A veces, los trabajadores utilizan cremas protectoras para evitar que los productos peligrosos penetren en el organismo por la piel de las manos o los brazos. Las cremas protectoras no son muy eficaces e incluso pueden aumentar la exposición a los riesgos al retener polvos cerca de la piel o hacer que los productos químicos penetren a través de ésta. Las cremas protectoras pueden ayudarle a usted a eliminar la porquería cuando se lava, pero no sustituyen a unos guantes adaptados al riesgo que corra usted.

¿Necesita usted formación especial para utilizar un EPP?

¡Sí! Usted debe saber cómo se utiliza adecuadamente, se cuida y se mantiene cualquier tipo de EPP que tenga que usar para trabajar en condiciones de seguridad, así como las limitaciones que tenga. Debe recibir más formación por lo menos una vez al año. Si utiliza usted EPP, debe ser sometido a supervisión médica en el lugar de trabajo. Utilice la sección III, Equipo de protección personal de la Lista recapitulativa de métodos de control al final de este módulo para evaluar el equipo de protección personal empleado en su lugar de trabajo.

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Usted debe conocer perfectamente cómo utilizar, cuidar y mantener el EPP y sus limitaciones.

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Puntos que hay que recordar acerca del equipo de protección personal

El EPP es el método menos eficaz para combatir los riesgos en el lugar de trabajo y sólo se debe utilizar si no hay otros métodos para combatir suficientemente los riesgos.

El EPP puede ser incómodo, disminuir el rendimiento y crear nuevos riesgos para la salud y la seguridad. Los obreros que trabajan con EPP deben hacer pausas periódicas.

Unas condiciones de trabajo de gran calor o humedad disminuyen la eficacia del EPP. En ese caso, los trabajadores deben hacer pausas frecuentes y beber muchos líquidos.

El tipo de EPP necesario depende del riesgo, de la manera en que la exposición influya en el organismo y del tiempo en que se esté expuesto al riesgo.

Si el EPP no se ajusta bien a su cuerpo no le protegerá, lo cual es particularmente importante en el caso de los aparatos respiratorios. Hay que controlar todo EPP para ver si tiene fugas.

Quienes utilicen EPP deben saber cómo utilizarlo y mantenerlo adecuadamente y conocer sus limitaciones.

en este módulo se examinan distintos métodos para combatir diferentes tipos de riesgos y peligros en el lugar de trabajo.

• El ruido en el lugar de trabajo: este módulo describe algunas de las fuentes de ruidos laborales, los efectos que la exposición al ruido tiene en la salud y cómo combatir el ruido laboral.

• Los productos químicos en el lugar de trabajo: en este módulo se analizan las distintas formas materiales en que pueden aparecer los productos químicos, los tipos de consecuencias que pueden tener en los trabajadores y los métodos para combatir y controlar la exposición a los productos químicos en el lugar de trabajo, comprendidas prácticas recomendadas de trabajo en condiciones de seguridad.

• La legislación y su aplicación: se consideran las distintas maneras en que los sindicatos pueden utilizar la legislación en materia de salud y seguridad para proteger a los trabajadores y algunos de los problemas que plantea la aplicación de esa legislación.

• El SIDA y el lugar de trabajo: se explican los factores de riesgo del SIDA conocidos, explicando cómo se puede y no se puede trasmitir, las ocupaciones con mayor riesgo de exposición al virus que ocasiona la enfermedad y políticas recomendadas para proteger a los trabajadores infectados y no infectados frente a cualquier discriminación en el lugar de trabajo.

• La ergonomía: en este módulo se define la ergonomía, se explica su importancia para la salud y la seguridad y se proponen algunas maneras de que los trabajadores y los sindicatos eviten problemas ergonómicos y traten de eliminar los que existan.

• Las comisiones de salud y seguridad en el trabajo: este módulo describe cómo organizar una comisión de salud y seguridad, cómo hacer que funcione y cómo utilizarla para resolver problemas de salud y seguridad.

• Los riesgos para la función reproductora del hombre y la mujer en el lugar de trabajo: explica cómo se puede lesionar el sistema reproductor, qué tipos de riesgos laborales pueden producir esos efectos y algunos métodos para evitarlos.

• La salud y la seguridad de la mujer y el niño: en este módulo se trata de los problemas de salud y seguridad que afectan especialmente a la mujer y al niño.

V. La estructura de los módulos

Cada módulo tiene la misma estructura y consta de las secciones siguientes:

• Finalidad del módulo: explica la finalidad didáctica general del módulo. Se recomienda examinar las finalidades con los alumnos al empezar a enseñar cada módulo.

• Objetivos: los objetivos son lo mínimo que los alumnos deben aprender en cada módulo. Al empezar cada módulo, exponga los objetivos a los alumnos. Acaso convenga también escribirlos en un papelógrafo o una pizarra y remitirse a ellos una vez acabado el módulo.

• Qué contiene este módulo: en esta sección se expone a grandes rasgos el contenido del módulo. Si se escribe el esquema correspondiente en un papelógrafo o una pizarra se proporcionará a los alumnos un panorama general del contenido y la finalidad del módulo.

• Introducción: en esta sección se explican los antecedentes del o los problemas expuestos en el módulo. Familiarícese usted con esta información y resúmala luego a los alumnos.

• Núcleo del módulo: entre la introducción y el resumen de cada módulo hay varias secciones que contienen la información concreta sobre el tema del módulo. Deberá familiarizarse usted con la información, si la desconoce, y exponerla luego a los alumnos. En caso necesario, puede complementar esa información con otras fuentes, por ejemplo manuales escolares.

• Puntos que hay que recordar: después del núcleo del texto figura una lista de puntos que hay que recordar. Se trata de los mensajes "que hay que llevarse a casa" de cada segmento, esto es, un resumen de los puntos más importantes de la sección. Conviene que revise usted estos puntos con los alumnos al acabar cada sección pues esa revisión ayudará a reforzar la comprensión de los puntos principales.

• La función del delegado de salud y seguridad: esta sección ha sido escrita para el delegado de salud y seguridad, los obreros, los formadores de trabajadores, etc. En ella figuran propuestas de medidas positivas a adoptar con el sindicato frente a los riesgos analizados en el módulo. Analice esas propuestas con los alumnos y pídales que piensen en otras propuestas de acción. Puede que alguna de las propuestas quede fuera del alcance de su sindicato por ahora, pero cabe considerar que son metas a largo plazo hacia las que hay que tender.

• Resumen: en esta sección se extrae una conclusión del módulo. Se recomienda revisar el resumen con los alumnos al acabar el módulo. En ese momento, quizá convenga reafirmar los objetivos del módulo para que los alumnos vean qué se ha logrado.

• Ejercicios: en cada módulo figura por lo menos un ejercicio al final del mismo. Gracias al ejercicio, los alumnos pueden aplicar algo de lo que han aprendido de estos módulos y tienen por objeto reforzar lo que se ha enseñado. Se recomienda adaptar los ejercicios a las situaciones concretas en la medida de lo posible y realizar todos los que se pueda según el tiempo de que se disponga (en los ejercicios se utilizan distintos métodos didácticos, que se describen más adelante en la sección VII, Técnicas didácticas).

• Apéndices: en algunos módulos figuran además apéndices que facilitan más información sobre determinados temas. Por su volumen, los apéndices del módulo Los productos químicos en el lugar de trabajo y La comisión de salud y seguridad en el trabajo constituyen dos folletos separados de esta colección.

VI. Cómo utilizar los módulos en un curso de formación

A. Hay que adaptar los módulos a las necesidades del grupo destinatario

Para que el curso sea lo más útil posible al grupo destinatario (a los participantes), se recomienda abordar las preocupaciones concretas de los alumnos de su clase, además de los riesgos conocidos o sospechados en los lugares de trabajo de la zona. Si hay muchos problemas que tratar, quizá convenga tratar únicamente los riesgos conocidos o sospechados de alta prioridad.

Se propone que, de ser posible, efectúe usted una "evaluación de necesidades" antes del curso. Para ello, puede utilizar un cuestionario en el que pregunte a los alumnos varias semanas antes del curso sus preocupaciones personales en material de salud y seguridad, o bien preguntárselo en persona, si es posible. Si no, siempre se puede preguntar a los alumnos sus preocupaciones concretas al principio del curso.

Una vez que los alumnos hayan facilitado esa información, trate de integrar las necesidades o los problemas concretos expuestos por los alumnos y las leyes, reglamentos, etc., del lugar con el contenido de los módulos. Así, por ejemplo, si sus alumnos son jornaleros agrícolas, el módulo Los productos químicos en el lugar de trabajo probablemente sea más pertinente para los riesgos que hay en sus lugares de trabajo que el módulo El ruido en el lugar de trabajo. "Su evaluación de necesidades" puede arrojar una lista de productos químicos con que los alumnos trabajan y que les preocupan. Su función podría consistir en recoger información sobre esos productos químicos concretos e información sobre las normas o los reglamentos locales o nacionales que se apliquen a esas sustancias. A partir de ahí, puede usted integrar la información que recoja con el módulo Los productos químicos en el lugar de trabajo, o bien combinarla con los módulos La legislación y su aplicación, Las comisiones de salud y seguridad en el trabajo, etc. Haga lo que considere usted más conveniente.

A continuación figuran varias propuestas sobre la manera de adaptar los materiales:

1. Sustituir los ejemplos de los módulos por las experiencias de los propios alumnos.

2. Obtener información sobre un producto químico concreto que sabe usted que se utiliza en los lugares de trabajo de algunos alumnos o de todos ellos (un disolvente o un plaguicida concreto, por ejemplo) y a continuación concebir un ejercicio o un debate sobre ese producto químico.

3. Si estos módulos no han sido traducidos al idioma de los alumnos, tendrá usted que adaptar los materiales. Lo primero que deberá hacer será traducir los materiales al idioma local antes de iniciar el curso. Si no es posible hacerlo, lo segundo que habrá que hacer será extractar y simplificar los puntos más importantes de los módulos que tendrá que usar usted para preparar el curso en el idioma local. (Algunas de las cuestiones más importantes para los alumnos aparecerán gracias a su "evaluación de las necesidades"). A partir de ahí, puede utilizar los ejercicios existentes, o bien elaborar actividades concretas para el curso.

4. Como la información y los ejercicios de los módulos se basan en materiales escritos, se recomienda evaluar el nivel general de alfabetización de los alumnos de su clase. Como a veces la cuestión de si se sabe o no leer y escribir es un tema delicado, es importante no identificar ante los demás participantes a los alumnos que tengan conocimientos limitados. Esfuércese por utilizar los distintos conocimientos de todo el grupo cosa que se recomienda para cualquier curso y que es particularmente útil si en el grupo hay un problema de desconocimiento de la lectura y la escritura. Puede usted utilizar los conocimientos de los alumnos haciendo lo siguiente:

a. pida que un voluntario de cada grupo asuma distintas responsabilidades en las actividades del grupo (es preferible solicitar voluntarios que asignar tareas a las personas);

• pida que un voluntario de cada grupo lea las instrucciones en voz alta al grupo (los alumnos que saben leer bien pueden sentirse más inclinados a ofrecerse voluntarios para leer en voz alta que los participantes a los que les cuesta leer);

• pida que un voluntario de cada grupo tome notas para el grupo y comunique a toda la clase los resultados de las actividades del grupo (es más probable que quienes saben escribir mejor se presenten voluntarios);

b. lea en voz alta las instrucciones de los ejercicios a la clase, explicando las distintas tareas de cada actividad;

c. trate de obtener material gráfico local y de utilizarlo en lugar del material escrito - los ejercicios basados en dibujos serán adecuados para todos los alumnos, sea cual fuere su nivel de alfabetización.

5. Siempre que sea posible, trate de obtener diapositivas y un proyector de diapositivas, o bien fotografías, para utilizar con los módulos. Las diapositivas o fotografías que muestran lugares de trabajo reales y distintos riesgos y peligros son más elocuentes que los gráficos. Si lo considera oportuno, pida a los alumnos que lleven a la clase diapositivas o fotografías de sus lugares de trabajo si disponen de ellas. Si tiene usted diapositivas o fotografías, no vacile en concebir ejercicios adaptados a ellas.

Adapte estos materiales a su región, a los idiomas que se hablen en ella y a las necesidades de los trabajadores para que la información sea más pertinente para los trabajos y las vidas de los alumnos.

B. Alentar la participación activa de los alumnos

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Esfuércese por que los alumnos participen en el proceso de aprendizaje.

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Hoy día, los pedagogos consideran que los adultos aprenden mejor si participan activamente en el proceso de aprendizaje y si se les alienta a exponer sus experiencias en el aula. Este tipo de aprendizaje se suele denominar "participatorio" o "aprendizaje centrado en el alumno".

Este tipo de aprendizaje contrasta con los métodos didácticos tradicionales, generalmente centrados en el profesor, en los que se considera que el profesor es la persona que posee el "saber" y nuevas informaciones, los participantes se sientan y escuchan, pero no participan activamente en la clase, y el contenido que se enseña puede no guardar relación con las experiencias de los participantes. El enfoque que proponemos tiene, entre otras, las siguientes ventajas:

• el proceso de aprendizaje parte de la experiencia de los participantes en el curso y se basa en ella;

• los participantes en el curso aprenden mediante una actividad y debates de grupo en en los que colaboran todos ellos;

• a los participantes en el curso se les da la posibilidad de reflexionar por sí mismos sobre los problemas y de adquirir toda una gama de aptitudes.

El aprendizaje participatorio pide a los alumnos que faciliten información además de recibirla. De esa manera, se les alienta a "enseñarse" unos a otros a partir de su propia experiencia de trabajadores. Después de todo, son los participantes en el curso quienes mejor conocen los problemas de salud y seguridad de sus lugares de trabajo, y ese conocimiento hace que sean excelentes fuentes de ideas sobre la manera de mejorar las condiciones laborales. Si se aprovecha la experiencia de los alumnos en el curso sobre salud y seguridad se les ayuda a aprender y a retener informaciones importantes.

Para que sus cursos sean participatorios, haga lo siguiente:

• Dé a los alumnos posibilidades periódicas de debatir sus ideas sobre cómo mejorar las condiciones de salud y seguridad en su lugar de trabajo.

• Reconozca que los alumnos tienen importantes aportaciones que hacer a toda la clase basándose en su experiencia personal y acepte que son portadores de informaciones valiosas.

• Esfuércese por utilizar lo menos posible el curso magistral. Se recomienda dividir el contenido de los módulos en sesiones lógicas, creando actividades y estimulando debates como manera de enseñar las nociones. Lo mejor es no leer el texto palabra a palabra a los alumnos.

• No vacile en ceder parte del control de un curso y deje que los alumnos dirijan parte del mismo.

• Facilite y guíe a los alumnos a través del proceso de aprendizaje dirigiéndolos y estructurándolos.

• Mantenga a los alumnos centrados en las distintas tareas del curso.

• Ayúdeles a enseñarse mutuamente.

• Esfuércese en que ninguno predomine en el curso.

• Aliente a los alumnos tímidos a que hablen y participen en todas las sesiones.

Es probable que este "aprendizaje por la acción" sea más eficaz que el "aprendizaje por el oído". Se fomentará la autonomía colectiva de los participantes mediante este método didáctico y al mismo tiempo adquirirán y mejorarán las aptitudes que habrán de emplear como dirigentes o miembros de un sindicato. Gracias a ello, se espera que al final del curso haya aumentado considerablemente la confianza de los participantes en sí mismos.

C. Enseñe primero las cuestiones prioritarias

Se recomienda enseñar los módulos según su prioridad, es decir, enseñar primero las cuestiones más importantes. Si se trata de un curso general sobre salud y seguridad, se recomienda utilizar todos los módulos. Si no tiene tiempo bastante para hacerlo, o si el grupo destinatario tiene necesidades muy específicas, escoja únicamente los temas de mayor prioridad. Así, por ejemplo, si el ruido no es un problema en la mayoría de los lugares de trabajo de los alumnos, puede decidir usted descartar el módulo El ruido en el lugar de trabajo. (Se puede determinar los problemas prioritarios de salud y seguridad de los alumnos efectuando una evaluación de necesidades, como se explicó en la sección A anteriormente.)

D. Orientaciones para la enseñanza

A usted corresponde decidir cómo enseñar el texto de estos módulos de la manera más adecuada a las necesidades de sus alumnos. ¡Sea todo lo creativo que quiera! Unicamente los ejercicios han sido concebidos como actividades estructuradas, pero también se pueden adaptar o cambiar si es preciso. Por ejemplo, usted puede utilizar los ejercicios para enseñar el núcleo del contenido en lugar de hacerlo al final de un módulo para reforzar lo enseñado.

A continuación figuran algunas directrices que se proponen para enseñar estos módulos.

1. Lea cuidadosamente cada módulo y cada ejercicio antes de utilizarlo en la clase.

2. Si considera adecuados los distintos métodos participativos empleados en los ejercicios utilícelos al enseñar el núcleo de los módulos. Esfuércese por elaborar sus propios métodos de participación y utilícelos también.

3. Se recomienda elaborar planes de las lecciones o un esquema didáctico de cada módulo antes de dar la clase. Al preparar el esquema didáctico, decida qué técnicas pedagógicas utilizará para exponer los conceptos esenciales. Incluya en el esquema de cada lección los objetivos del módulo, la introducción, el núcleo del texto, los puntos que hay que recordar, el resumen y los ejercicios. (El esquema que figura al principio de cada módulo expone los conceptos esenciales del mismo.) Tenga en cuenta también toda necesidad y problema que los alumnos hayan mencionado en la evaluación de las necesidades. Si puede, utilice elementos didácticos visuales y ejemplos prácticos siempre que sea posible para reforzar los puntos principales de su exposición.

4. En algunos ejercicios, se le recomienda hacer con antelación copias de los materiales si puede utilizar un equipo de reproducción. Los materiales que se recomiendan para un ejercicio dado, por ejemplo un papelógrafo, ordenadores, papel, etc., se describen en las instrucciones de cada ejercicio. (Nota: para el ejercicio del módulo La legislación y su aplicación, se le recomienda tratar de obtener un ejemplar de las disposiciones pertinentes de la legislación de su país sobre salud y seguridad antes de la clase y hacer copias para los alumnos. En el ejercicio se proponen distintas posibilidades en caso de no poder obtener copia de la legislación o de que en su país no exista ninguna legislación al respecto.)

5. Básese en estos módulos para elaborar nuevos materiales o ensayar nuevas maneras de enseñar. Por ejemplo, puede concebir panfletos, folletos, carteles, etc., con la información técnica esencial que usted mismo o los alumnos extraigan y simplifiquen de los módulos. También puede probar a escenificar parte de la información, haciendo que los alumnos participen en un juego de roles. Otra propuesta es exponer la información mediante dibujos. Usted será quien mejor podrá juzgar qué métodos podrán dar buen resultado, habida cuenta de quiénes son los participantes en su clase y de los factores propios del lugar.

Modelo de hoja de planificación de una lección

1. Denominación de la unidad enseñada:

2. Grupo destinatario:

3. Tiempo disponible:

4. Requisitos:

CONTENIDO TECNICAS

PEDAGOGICAS ELEMENTOS DIDACTICOS AUXILIARES

(materiales, equipos)

Objetivos

Introducción

Puntos esenciales del texto

Puntos que hay que recordar

Resumen

Ejercicios

VII. Las técnicas pedagógicas

A continuación figuran algunas explicaciones y directrices para emplear distintas técnicas pedagógicas, todas las cuales han resultado instrumentos útiles para la formación de los trabajadores.

A. Formular preguntas

Hay muy distintas maneras de formular preguntas y algunas son mejores que otras. Es preferible hacer preguntas que exigen que los alumnos analicen un problema, en vez de preguntas que se pueden responder simplemente con "sí", "no", o apenas unas cuantas palabras. Las preguntas deberán ir dirigidas al grupo, dejando a los participantes varios segundos para que reflexionen acerca de qué respuesta van a dar. Cabe la posibilidad de que llame usted a un alumno por su nombre para que responda a la pregunta, o bien que espere a que alguien se ofrezca voluntariamente a responderla. Si un alumno responde equivocadamente, pregunte usted si alguien más tiene otra respuesta, en vez de decir inmediatamente que la respuesta anterior estaba equivocada. Ahora bien, tenga en cuenta que, si se trata de información técnica, es importante tener la seguridad de que los alumnos obtienen la respuesta correcta a una pregunta.

B. Utilizar una lista de control

La lista de control es un instrumento útil para que los alumnos evalúen las condiciones generales o concretas en materia de salud y seguridad en sus lugares de trabajo. Puede facilitar las listas de control o ayudar a los alumnos a elaborar las que deseen, personalmente o en grupos. Los alumnos pueden llevar las listas de control a sus respectivos lugares de trabajo y aplicarlas. Si hay tiempo bastante, pida más adelante en el curso que se le explique qué se ha hecho con las listas de control.

C. Planes de acción

Se pueden elaborar en la clase personalmente o como actividad de grupo. Al cumplimentar un formulario de plan de acción, los alumnos reflexionan y elaboran una estrategia para adoptar medidas positivas a fin de modificar una situación peligrosa o perjudicial para la salud en el lugar de trabajo. Si los alumnos cumplimentan los formularios del plan de acción en grupo, es mejor agrupar a alumnos del mismo lugar de trabajo o de un lugar similar, de ser posible. Usted puede facilitar el marco general del formulario del plan de acción y pedir a los alumnos que respondan a las preguntas, o bien pedirles que creen su propio formulario.

D. Reflexión en grupo

La reflexión en grupo es una técnica que se utiliza para alentar a los alumnos a generar múltiples ideas, pues en esas situaciones no hay ideas "equivocadas" y no se debe criticar ninguna idea. Para iniciar una actividad de reflexión en grupo, exponga el problema o el tema de que se trate. A continuación, pida a los participantes que expongan sus ideas al respecto. Los participantes pueden ir exponiendo sus ideas aleatoriamente o bien escribirlas en un papel. Alguien (usted mismo o uno de los alumnos de la clase) escribe las ideas en un papelógrafo (u hoja ancha de papel) o en una pizarra para que todo el mundo pueda verlas. Cuando ya no se le ocurra a nadie ninguna idea, pregunte si alguien quiere añadir alguna cosa más. Si nadie dice nada más, ha terminado la actividad. Resuma y debata todas las ideas agrupadas.

E. Elaborar un mapa de riesgos

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Dibuje un mapa de su lugar de trabajo

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El mapa de riesgos puede ser actividad de un grupo pequeño o individual. En esta actividad, los alumnos dibujan un plano de la planta del lugar en que trabajan, en el que indican si se pueden localizar riesgos específicos. A continuación, analizan juntos los distintos planos. Luego los alumnos elaboran estrategias para hacer frente a un riesgo que a su juicio es un problema prioritario. Se recomienda abordar sólo un problema prioritario a la vez - con el correspondiente plan de acción desarrollado -, pues puede resultar abrumador el abordar múltiples riesgos de una sola vez.

F. Actividad en grupo reducido

La actividad en grupo reducido es uno de los principales métodos pedagógicos utilizados en la formación de trabajadores. En esta sección hallará usted algunas respuestas a las preguntas que con más frecuencia se plantean acerca de cómo trabajar con grupos reducidos.

¿Qué tamaño debe tener un grupo reducido?

La experiencia demuestra que tres o cuatro participantes es el número máximo de un grupo reducido si se quiere que trabaje con eficacia. Si el grupo es mayor, suele disgregarse en subgrupos de dos o tres personas. En los grupos en que hay más de cuatro participantes, a las personas les resulta además más fácil "pasar" de las discusiones.

Las actividades del curso deben orientar a los grupos reducidos a abordar los problemas, asumir las tareas y adquirir aptitudes. Si se mantiene el tamaño del grupo en tres o cuatro participantes, es más fácil alcanzar los objetivos de las actividades.

A veces se opta por pedir a los participantes que trabajen en parejas. Este método de trabajo puede ser muy útil en actividades que exijan una atención minuciosa, como elaborar una octavilla o preparar un breve discurso.

¿Qué motivos hay para utilizar grupos reducidos?

Hay varios motivos fundados para utilizar la labor en grupos reducidos en la formación de los trabajadores:

• Se trata de un método activo.

• Fomenta el trabajo en colaboración.

• Fomenta a los participantes menos seguros de sí mismos a intervenir en los debates.

• Permite a los participantes trabajar sin tener la sensación de que el formador los está controlando siempre.

• Cuando requiere responder informando es una forma eficaz de estructurar los debates.

• Permite a los participantes investigar, analizar y responder ante situaciones que ellos y sus colegas encuentran en el lugar de trabajo.

¿Cómo debe trabajar el formador con grupos reducidos?

La labor del formador se puede dividir en cuatro fases diferenciadas:

Fase 1. Fijar la actividad

Conciba una actividad que corresponda a parte de los objetivos del programa que dirige usted.

Compruebe que la actividad puede ser realizada por los participantes en el tiempo que les concede usted.

Cuide de que todos comprendan claramente lo que se les pide que hagan.

Compruebe que los participantes entienden la función que cada uno tiene dentro del grupo (p. ej., informador).

Fase 2. Supervisar los grupos

Dé tiempo a que los grupos se asienten y seleccionen por sí mismos antes de recorrer todos ellos para comprobar sus progresos (p. ej., diez minutos).

Trate de supervisar la labor de los grupos sin ejercer dominio. Cabe esperar que algunos grupos necesiten más ayuda que otros. Si lo considera necesario, siéntese con cualquier grupo que tenga dificultades y ayúdelo a estructurar sus debates y su labor.

Fase 3. Recibir informes de los grupos pequeños

Debe dejar usted bien claro los objetivos de los informes que se deben presentar. ¿Hay algunos puntos esenciales que desea que los participantes expongan? ¿Hay algún punto concreto que desea usted exponer?

Aliente a los grupos a dar ejemplos que ilustren sus informes. De esa manera, es posible establecer vínculos entre los lugares de trabajo, las experiencias sindicales de los participantes y las actividades del curso.

Incite a los grupos a remitir en sus informes a la documentación que ha distribuido usted.

Fase 4. Resumir los informes y guiar el debate final

Es importante que haga usted un resumen de los puntos principales extraídos de los informes de los grupos; puede hacerlo durante el debate final o a la conclusión de éste, en el que todos los grupos participan.

A veces, convendrá escribir los puntos esenciales en un papelógrafo (u hoja ancha de papel) o una pizarra.

Indique los vínculos que existen entre los informes de los grupos para que se puedan extraer temas de los debates.

También hay la posibilidad de señalar los vínculos con actividades y debates anteriores del curso y con partes futuras del mismo.

Ese proceso de fijación de actividades, supervisión de los debates en grupo y recogida y resumen de los informes le permite a usted contribuir a estructurar la labor de los grupos reducidos.

G. Los debates en grupo

1. Los siguientes puntos son una lista recapitulativa destinada a los formadores en salud y seguridad laborales. No figuran en un orden de importancia especial, y su objeto es asesorarle a usted para utilizar los debates de los cursos con éxito y responder a algunos de los interrogantes que puede usted plantearse, por ejemplo, qué hacer si todo el mundo se calla.

2. Permita que el mayor número posible de participantes se sumen al debate. Trate de ver quién no habla. Idee maneras de alentar a esas personas a intervenir sin presionarlas. Por ejemplo, puede preguntar usted: "¿Hay alguien que no haya hablado que quiera decir algo?". Haga una pregunta concreta si sabe que el alumno puede responder, p. ej., "¿qué problemas de seguridad tiene usted en su lugar de trabajo?".

3. No haga predominar en el debate sus propias opiniones, ni deje que nadie lo haga. La función del formador consiste en parte en presidir y orientar los debates en tono de confianza. Aliente a los participantes a escucharse unos a otros y a escucharle a usted. Fíjese en cómo avanza el debate y haga preguntas al grupo si el debate se empantana o empieza a perder interés.

4. No tema los silencios: permiten reflexionar y que los participantes hagan conexiones. El silencio puede indicar también que algo no va bien, pero probablemente habrá otras señales más de ello que usted comprenderá en cada caso.

5. Los debates pueden tener lugar en grupos grandes o pequeños. Si se divide el curso en grupos pequeños, es posible que las personas hablen en el tiempo disponible y los participantes menos seguros de sí mismos intervengan más.

6. Defina con claridad para usted mismo y para los participantes el tema del debate. Sea flexible, pero no deje que el debate se aleje demasiado de él. Si surgen nuevas ideas que exigen un análisis aparte, tome nota de ellas y abórdelas más adelante.

7. Los debates sacan a luz múltiples opiniones y actitudes, pero también diferencias de opinión, de manera que puede suceder que se vea usted ante opiniones muy distintas o choques de opiniones; debe estar preparado para actuar en ese caso.

8. Es importante atenerse al tiempo impartido, y es usted quien debe poner fin a los debates cuando considere que conviene hacerlo.

9. Prepárese bien para el debate, pero no lo domine gracias a su saber. Utilice sus ideas e información para hacer que el debate progrese y ayudar a aclarar las cuestiones. Recurra a su saber para alentar el debate entre los participantes en el curso.

10. Llame por su nombre a los alumnos y aliente a los demás a hacer lo mismo. Así, el grupo se relajará y los participantes tendrán más confianza mutua.

11. Escuche cuidadosamente lo que dicen los participantes. No dé por supuesto que será lo que usted espera que vayan a decir. Concéntrese en lo que sucede realmente, no en lo que usted creía que iba a suceder.

12. Pida en algunas ocasiones a algún participante que dirija o presida el debate.

13. Si va a utilizar el debate como método pedagógico, deje tiempo bastante para poderlo hacer con seriedad. El debate debe ser un elemento clave de un programa de salud y seguridad laborales, no algo sin gran importancia.

H. Cómo basarse en estudios de casos prácticos

Los estudios de casos prácticos consisten en una descripción detallada de un hecho, una situación o un problema. Parte de su valor reside en que permiten considerar cuestiones de carácter sindical sin que los participantes sientan que han invertido personalmente mucho en el resultado de los debates, es decir, que en un curso se pueden plantear cuestiones delicadas de manera que nadie sienta inmediatamente que tiene que defender o atacar una posición.

También se pueden abordar cuestiones de interés común o muy elementales empleando este tipo de estudios. Se puede utilizar esta opción para "calentar" a los participantes, haciéndoles que empiecen a reflexionar acerca de un problema, antes de pasar a completar una actividad más detallada.

Sea cual fuere el motivo por el que se utilizan estos estudios, hay que tener siempre presentes dos reglas esenciales:

• En primer lugar, todo estudio de un caso práctico empleado deberá ser pertinente para la materia y las finalidades del curso en que se utilice.

• En segundo lugar, estos estudios no deben estar tan alejados de la experiencia de los participantes que éstos no puedan responder positivamente.

Los estudios de casos prácticos se pueden basar en hechos reales o ser totalmente imaginarios. Se pueden emplear para debates en grupos reducidos en los que usted mismo puede participar, a lo cual habrá de seguir la comunicación de informes por participantes y el debate más general y, en tal caso, usted puede permanecer fuera de los debates hasta esa fase.

El debate en grupo reducido de estudios de casos prácticos puede adoptar más de una forma. Una posibilidad es dar a todos los grupos reducidos el mismo caso para que lo examinen. De ese modo, pueden surgir distintas soluciones, ideas y opiniones sobre una misma cuestión. También se puede dar a cada grupo reducido distintos estudios, pero con un tema que los vincule (p. ej., los riesgos en el lugar de trabajo). De ese modo, se pueden tratar más cuestiones en el tiempo disponible.

La elaboración de estudios de casos prácticos es una aptitud esencial que es menester adquirir. Ahora bien, nadie espera que usted trabaje totalmente aislado para elaborar ese tipo de estudios. La fuente de información más importante a su disposición son los participantes en el curso y debe aprovecharla.

Empleando los métodos que en este manual se exponen, los participantes plantearan hechos, situaciones y problemas reales a lo largo del curso. Conviene que tome usted la costumbre de anotar los puntos esenciales de los hechos que pueden ser objeto de estudios de casos prácticos en cursos futuros.

Otra fuente de material para los estudios de casos prácticos es la información escrita, por ejemplo, artículos de periódicos, reportajes de publicaciones sindicales y publicaciones especializadas en salud y seguridad laborales; se puede elaborar esos materiales de manera que constituyan estudios de casos prácticos. La desventaja de este tipo de fuentes es que puede suceder que no se disponga de toda la información necesaria para elaborar el estudio y que por lo tanto sea preciso "inventar" algunos elementos del mismo. Ahora bien, es preferible esto a tener que crear el material totalmente desde cero, para que los casos expuestos no parezcan artificiales e improbables.

Una advertencia última: resístase a la tentación de que los estudios de casos prácticos que elabore sean largos y detallados. Si desea examinar una cuestión con cierta profundidad, utilice los problemas y la experiencia de los propios participantes. Las actividades realizadas en el curso deben servir para hacerlo, y de ese modo el curso abarcará una cuestión en detalle ya que el conocimiento y la experiencia pertinentes saldrán a la luz a través de los debates.

Los debates de estudios de casos prácticos que son breves (p. ej., un párrafo o dos) son una buen manera de empezar a examinar un tema.

I. El juego de roles

¿Qué es un juego de roles?

Es un método pedagógico centrado en el alumno que puede suscitar una actividad y una interacción considerables entre los participantes en el curso. En lo esencial se pide a los participantes en el curso que representen un papel en una situación concreta en el lugar de trabajo. Los tipos de representación más empleados habitualmente en la formación de trabajadores en materia de salud y seguridad laborales son:

1. Realizar entrevistas; p. ej., un delegado de salud y seguridad entrevista a un trabajador sindicado que tiene un problema de salud y seguridad;

2. Efectuar negociaciones; p. ej., los representantes sindicales se reúnen con la dirección para negociar en torno a una cuestión de salud y seguridad;

3. Participar en una reunión; p. ej., un grupo de delegados de salud y seguridad se reúnen para analizar un problema de salud y seguridad y proponer medidas.

¿Qué utilidad tiene un juego de roles?

Es importante entender por qué el juego de roles puede ofrecer determinadas ventajas frente a otros métodos pedagógicos. Algunos motivos para utilizar este método son los siguientes:

• es un método muy activo;

• es una manera de fomentar las aptitudes de los participantes en el curso (p. ej., preparando y presentando un argumento);

• ayuda a que los participantes adquieran confianza en sí mismos;

• es una manera útil de averiguar cómo no afrontar una situación;

• puede arrojar luz sobre los patrones de conducta y cómo las personas se relacionan entre sí;

• puede facilitar la posibilidad de representar un papel distinto (p. ej., el papel de un miembro con problemas de seguridad o bien el de un directivo);

• puede utilizarse para fomentar métodos de trabajo en colaboración, en particular el trabajo en equipo en las negociaciones con la dirección.

Cómo elaborar un ejercicio de juego de roles

El guión de un juego de roles y la asignación de los papeles dependerá del tipo de ejercicio que se lleve a cabo. Por ejemplo, se puede organizar un ejercicio consistente en una entrevista utilizando grupos de tres personas:

* MIEMBRO DEL

SINDICATO * DELEGADO

SINDICAL

* OBSERVADOR

Un juego de roles consistente en una negociación puede organizarse con grupos de cinco personas:

* 2 MIEMBROS DEL

SINDICATO * 2 DIRECTIVOS

* OBSERVADOR

Dentro de los preparativos del juego de roles es importante agrupar a los participantes a los que se atribuye el mismo papel, es decir, todos los directivos, todos los delegados de salud y seguridad, etc., de manera que puedan intercambiar ideas acerca de cómo asumir su papel y aclarar todo aquello sobre lo que tengan alguna duda. De esa manera la labor de usted es más sencilla, pues se tarda menos tiempo en informar a tres directivos juntos que a cada uno de ellos por separado.

El juego de roles puede ser un método muy dinámico y sus actividades adoptar una vida propia. Puede ser difícil predecir el resultado de los juegos de roles, pero cabe considerar que este hecho es uno de sus puntos fuertes.

Debe usted dejar bien claro el valor pedagógico del juego de roles a los participantes en el curso. Un objetivo debe ser estimular la acción y la actividad en el mundo real, como sucede con todos los métodos pedagógicos centrados en los participantes.

Cuide la eficacia del juego de roles

Como cualquier otra actividad pedagógica, el juego de roles se debe utilizar con mucho cuidado. Para aumentar su probabilidad de éxito, debe tener usted en cuenta lo siguiente:

• Los participantes en el curso deben conocer los objetivos (p. ej., adquirir aptitudes en materia de negociación).

• Los participantes deben comprender con claridad qué se les pide que hagan y el papel que le ha tocado desempeñar a cada uno de ellos.

• Los papeles de cada persona deben ser sencillos y en ellos se debe hacer hincapié en los principales problemas analizados.

• El juego de roles debe basarse en la experiencia de los participantes (aunque en ocasiones se atribuya a los participantes deliberadamente un papel que les resulte nuevo o se les ponga en una situación en la que nunca se han encontrado).

• Debe dejar tiempo suficiente a los participantes para que preparen su actuación.

• Hay que establecer unas normas generales del juego. Concretamente, debe quedar bien claro que los participantes no pueden inventarse nuevos papeles. Si tienen alguna pregunta que formular o algún problema, deben decírselo a usted.

• Normalmente, se dará a algunos participantes el papel de observadores, para que contemplen el juego de roles en conjunto e informen luego de cómo se ha desarrollado. Los observadores deben disponer de tiempo suficiente para presentar sus informes, pues en éstos se basarán las discusiones una vez concluido el juego.

• Usted debe indicar con claridad el momento en que concluye el juego y se va a iniciar el debate general, para que los participantes sepan cuándo deben "abandonar" sus papeles.

VIII. Como organizar el curso

A. La planificación

A continuación figuran algunas propuestas para organizar un programa de formación utilizando estos módulos. Para decidir cómo organizar el curso, debe considerar usted factores como el tiempo de que dispone, el tiempo que pueden dedicar los alumnos a asistir al curso, las necesidades concretas de los participantes, etc. Se proponen algunos modelos de curso y usted puede elegir uno de ellos o bien elaborar uno propio.

1. Al ir a organizar el curso, deje dos o tres horas para la enseñanza de cada módulo. Usted puede utilizar todos los módulos o únicamente algunos de ellos; de igual modo, quizá desee utilizar únicamente algunas secciones de módulos, según sus necesidades y el tiempo de que disponga. Lo más importante es la flexibilidad: estos módulos han sido elaborados de manera que sean todo lo flexibles que usted necesite. Empléelos de la manera que más se ajusten a sus necesidades.

2. Deje más tiempo en el plan del curso a los módulos más largos, como Los productos químicos en el lugar de trabajo. Tenga en cuenta también que los módulos con más ejercicios necesitarán más tiempo.

3. Haga una pausa de diez minutos tras cada hora de enseñanza. No sólo le hará falta a los alumnos sino también a usted mismo.

Así, por ejemplo, una sesión de dos horas podría constar de lo siguiente:

• 50 minutos de clase

• una pausa de 10 minutos

• 45 minutos de clase

• 15 minutos para preguntas/respuestas/discusión.

Una sesión de tres horas podría constar de:

• 50 minutos de clase

• una pausa de 10 minutos

• 50 minutos de clase

• pausa de 10 minutos

• 45 minutos de clase

• 15 minutos para preguntas/respuestas/discusión.

4. Si elabora usted nuevas actividades o ejercicios para enseñar los módulos, piense cuánto tiempo hará falta para llevarlos a cabo y súmelo al tiempo general del programa.

5. Decida siempre cuánto tiempo dejará para los debates y añádalo al tiempo general del programa.

6. Fije un límite de tiempo a los ejercicios y los debates. Haga saber a los alumnos por adelantado el tiempo de que dispondrán para tratar de cumplir los objetivos de un ejercicio o un debate.

7. Se recomienda dejar 15 minutos al final de cada sesión para preguntas y respuestas o discusión.

8. Si planea usted una clase que se iniciará por la mañana y durará más de cuatro horas, habrá que dejar tiempo para almorzar. Se recomienda un mínimo de una hora, pero usted es quien mejor puede decidir lo que hace falta según las costumbres del lugar.

9. Organice una visita a un lugar de trabajo durante el curso.

Esto es muy útil para que los alumnos apliquen lo que aprenden en el aula.

Propuestas de modelos de curso

Modelo I

Un curso de diez días de duración, de dos a tres horas de clase al día, en el que se completan 11 módulos o secciones prioritarias de módulos. Se dedica un día a visitar un lugar de trabajo, recomendándose que se efectúe el tercer o cuarto día del curso, no al final de él, para que los alumnos puedan aplicar alguna información a lo que han visto en el lugar de trabajo que han visitado e idear recomendaciones con miras a su mejora. Los diez días del curso no tienen por qué ser consecutivos.

Modelo II

Un curso de fin de semana (dos días), durante ocho horas al día (más una hora de pausa para el almuerzo), en el que sólo se completa un módulo (o varios módulos) prioritario o prioritarios. Se consagra media jornada a visitar un lugar de trabajo. Este modelo puede ser útil para jornaleros agrícolas, por ejemplo, o para trabajadores de la industria química, para los que puede ser prioritario el módulo Los productos químicos en el lugar de trabajo.

Modelo III

Un curso de cinco días de duración, con ocho horas de clase al día (más una hora de pausa para almorzar), en el que se completan 11 módulos. Se dedica medio día a visitar un lugar de trabajo.

B. Cómo organizar el aula

La finalidad de la organización del aula es extraer el máximo provecho posible del contacto y la comunicación entre los participantes. Al disponer el aula, tenga presente lo siguiente:

• Contacto visual: ¿pueden verse todos, unos a otros, con facilidad?

• Escucha: ¿pueden oír todos lo que se dice?

• La colocación: haga que no sea formal y que tenga flexibilidad, disponiendo círculos amplios y más pequeños si es posible.

Disponga lo siguiente, si puede hacerlo:

• sillas y mesas movibles para que los alumnos puedan agruparlas;

• luz y ventilación suficientes;

• un papelógrafo (u hojas anchas de papel sujetas a las paredes) y rotuladores o pizarra y tiza;

• un proyector de diapositivas y una pantalla, más diapositivas sobre distintos lugares de trabajo.

Ahora bien, es perfectamente posible llevar a cabo un curso de formación sin que se reúnan todas estas "condiciones ideales"

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Al organizar el aula, cuide de que todos puedan verse y oírse fácilmente. Una manera de hacerlo, es disponer a la gente en círculo.

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IX. Evaluación del curso

La evaluación no es simplemente algo que hace el instructor cuando pide a los participantes en el curso qué les parece cómo ha ido éste. La evaluación sirve para eso, pero también debe verse en un contexto más amplio.

Como principio básico, en la evaluación deben participar el formador y los participantes en el curso. Del mismo modo que el curso de formación tendrá que haberse basado en el trabajo en grupos, la participación activa y la intervención de todos, la evaluación debe ser un proceso colectivo.

Por evaluación se entiende que, colectiva e individualmente, todos reflexionan acerca del curso en el que han participado juntos. Hacen preguntas acerca de su pertinencia, qué se ha conseguido con él, sus puntos flacos y sus puntos fuertes. No es algo que sucede después de que han tenido lugar el aprendizaje y el desarrollo, sino que debe ser una parte esencial de ese proceso. Así pues, la evaluación tiene lugar conforme avanza el curso, pues se espera que quienes participan en él aprendan y se desarrollen desde la primera a la última sesión.

La evaluación debe ser una responsabilidad conjunta del formador y de los participantes en el curso. A menudo, se lleva a cabo en la mente de cada cual, y se debe alentar esta forma de reflexión. Ahora bien, el valor más general de la evaluación personal se produce cuando se da a conocer y se comparte entre todos los participantes en el curso, porque, de esa manera, todos contribuyen a un proceso de evaluación colectiva. Al mismo tiempo, cada participante puede aprender más acerca de cómo ha progresado y se ha desarrollado a partir de las opiniones de sus compañeros.

Los objetivos principales de la evaluación del curso son los siguientes:

• evaluar la oportunidad de los objetivos y las metas del programa del curso;

• determinar si el curso ha alcanzado esos objetivos y metas;

• analizar la oportunidad del contenido y de la estructura del curso;

• permitir a los participantes medir el desarrollo y el progreso que han alcanzado;

• juzgar la pertinencia y la utilidad de los materiales empleados en el curso;

• evaluar la adecuación de las medidas orgánicas y administrativas adoptadas;

• alentar al cambio y la adaptación de los materiales y métodos como parte habitual del proceso de formación;

• elaborar modelos de buena práctica didáctica.

De todos estos objetivos, los dos últimos son pertinentes sobre todo para el formador. Ahora bien, el punto esencial es que se considere que la evaluación forma parte de un proceso más largo en lugar de ser un acontecimiento que se agota en sí mismo.

¿Qué obtienen los participantes en el curso con la evaluación?

• Un medio de evaluar su progreso personal y qué conocimientos y aptitudes han adquirido.

• La posibilidad de determinar futuras necesidades e intereses de aprendizaje.

• La oportunidad de analizar en común y reflexionar acerca del proceso de formación en el que toman parte.

• La posibilidad de analizar si el grupo en conjunto ha alcanzado sus objetivos y cómo lo ha hecho.

¿Qué obtiene el formador con la evaluación?

• Observaciones meditadas de los participantes acerca de todos los aspectos del curso.

• Una indicación de las partes del curso que funcionan bien.

• Una aclaración acerca de las partes del curso que es menester suprimir o adaptar.

• Un medio para determinar otras necesidades de formación.

• Estímulo gracias a un proceso de formación que encarna los principios sindicales del debate y la adopción de decisiones colectivos.

También se puede determinar fases ulteriores de evaluación. Así, por ejemplo, se puede distribuir al final a los participantes un cuestionario sobre el curso, en el que se formulen preguntas más detalladas de lo que es posible hacer durante los debates. Ahora bien, hay que subrayar que ese cuestionario debe complementar, no sustituir, al debate colectivo. En la página siguiente figura una muestra de formulario de evaluación del curso.

En algunos casos, se puede enviar a los participantes una evaluación de seguimiento por escrito meses después de que hayan terminado el curso. Con ello, se les da tiempo para que reflexionen acerca de la experiencia y qué han obtenido con ella.

Los planes de acción personales también son una forma útil de evaluación, pero de la actividad resultante del curso más que de este mismo. Permiten a los participantes fijarse a sí mismos metas a alcanzar en un período determinado, lo cual es importante porque crea un vínculo directo entre el curso y la situación laboral/sindical a la que regresan los participantes. Si escribe los objetivos, el alumno puede evaluar en qué medida los ha alcanzado y además es un útil ejercicio para que los formadores reflexionen acerca de su labor en el futuro.

Lista recapitulativa de evaluación para el formador

Antes de empezar, determine los objetivos del curso.

Durante la primera o la segunda sesión del curso, averigüe qué esperan y quieren del curso los participantes.

Discuta con los participantes si las reuniones del curso ayudarán al proceso de aprendizaje

Respecto de cada sesión o actividad, compruebe que los participantes entienden los objetivos y qué se espera que hagan.

Piense si convendría analizar los progresos alcanzados a mediados del curso.

Efectúe una evaluación final al concluir el curso.

Ejemplo de formulario de evaluación un curso

1.¿Ha alcanzado el cursos sus objetivos? SI

NO

2. ¿Cree usted que el curso ha abordado adecuadamente

sus preocupaciones en materia de salud y seguridad? SI

NO

3. ¿Tiene usted algún problema concreto de salud y

seguridad que a su juicio no se ha tratado suficientemente en el curso?

Descríbalo, por favor. SI

NO

4. ¿Le ha resultado útil este curso?

Muy útil

Algo útil

Inútil

5. ¿Tiene usted alguna sugerencia que hacer para futuros cursos? SI

NO

X. Dónde obtener más información

Si desea más información detallada sobre los métodos didácticos de formación de los trabajadores:

Organización Internacional del Trabajo

Oficina de Actividades para los Trabajadores

4, Route des Morillons

CH-1211, GENEVE (Suisse)

Tel. +41-22-799 7021

Fax. +41-22-799 6570

Correo electrónico: actrav@ilo.org

Pagina de acceso en Internet: http://www.ilo.org/actrav

Centro Internacional de Formación de la OIT

Programa de Actividades para los Trabajadores

Curso Unitá d'Italia

viale Maestri del Lavoro 10

10127 TORINO (Italia)

Tel. +39-011-6936111

Fax. +39-011-6638842

Correo electrónico: educ@itcilo.it

Página de acceso en Internet: http://www.itcilo.it

A continuación figura una lista de organizaciones a las que puede usted solicitar más información sobre cuestiones de salud y seguridad en el trabajo:

Fundación Europea para el Mejoramiento de las Condiciones de Vida y de Trabajo

Loughlinstown House

Shankill

Co. Dublin

Irlanda

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)

Via delle Terme di Caracalla

00100 Roma

Italia

Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL)

Boulevard Emile Jacqmain, 155

B-1210 Bruselas

Bélgica

Programa Internacional de Seguridad de las Sustancias Químicas

Organización Mundial de la Salud

Avenue Appia

CH-1211 Ginebra 27

Suiza

Registro Internacional de Productos Químicos Potencialmente Tóxicos (RIPQPT)

PNUMA/Palacio de las Naciones

1211 Ginebra 10

Suiza

Pesticides Action Network (PAN)

Africa:

(Lengua inglesa) Environment Liaison Centre International

PO Box 72461

Nairobi

Kenya

(Lengua francesa) Environnement et

Développement du Tiers Monde

BP 3370

Dakar

Senegal

Asia:

c/o IOCU

PO Box 1045

10830 Penang

Malasia

Europa:

23 Beehive Place

Londres SW9 7QR

Reino Unido

América del Norte:

965 Mission St. #514

San Francisco, CA 94103

EE.UU.

Pesticides Education Centre

942 Market St., 7th floor

San Francisco, CA 94102

EE.UU.

Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)

Información y Asuntos Públicos

PO Box 30552

Nairobi

Kenya

Tel.: (254 2) 230 800 ó 520 600

Fax: (254 2) 226 886 ó 226 890

PNUMA - Oficina de Industria y Medio Ambiente (IE/PAC)

Tour Mirabeau

39-43 Quai André Citröen

75739 París CEDEX 15

Francia

Confederación Mundial del Trabajo (CMT)

33 rue de Trêves

B-1040 Bruselas

Bélgica

Federación Sindical Mundial (FSM)

Rue Fendt 10

CH-1201

GENEVE

Worker's Health Internationl Newsletter

c/o Hazards

PO Box 199

Sheffield S1 1FQ

Reino Unido

Organización Mundial de la Salud (OMS)

Programa de Salud Medioambiental

Avenue Appia

CH 1211 Ginebra 27

Suiza

Organización Meteorológica Mundial (OMM)

41, Avenue Giuseppe Motta

1211 Ginebra 2

Suiza

World Resources Institute (WRI)

1709 New York Avenue, NW

Washington, DC 20006

EE.UU.

World Wide Fund for Nature International

Avenue du Mont-Blanc

CH-1196 Gland

Suiza

Secretariados profesionales internacionales

Internacional de la Educación (IE)

Boulevard Emile Jacqmain 155

B-1210 Bruselas

Bélgica

Federación Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (FITCM)

20 route de Pré-Bois

PO Box 733

1215 Ginebra 15

Suiza

Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines (UITA)

8 Rampe du Pont Rouge

1213 Petit-Lancy

Ginebra

Suiza

Federación Internacional de Empleados, Técnicos y Profesionales (FIET)

15 avenue de Balexert

1219 Ginebra

Suiza

Federación Internacional de Trabajadores del Textil, Vestuario y Cuero (FITTVC)

8 rue Joseph Stevens

B-1000 Bruselas

Bélgica

Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (FIT)

133-135 Great Suffolk Street

Londres SE1 1PD

Reino Unido

Federación Internacional de Sindicatos de Trabajadores de la Química, energia, Minas e Industrias Diversas (ICEM)

109 Emile de Beco

B-1000 Bruselas

Bélgica

Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas (FITIM)

54 bis route des Acacias

PO Box 563

1227 Carouge

Ginebra

Suiza

Federación Gráfica Internacional (FGI)

17 rue des Fripiers

Galerie du Centre (Block 2)

1000 Bruselas

Bélgica

Internacional de Correos, Telégrafos y Teléfonos (ICTT)

36 avenue de Lignon

1219 Le Lignon

Ginebra

Suiza

Internacional de Servicios Públicos (ISP)

45, avenue Voltaire

F-01210 Ferney-Voltaire

Francia

Glosario

Con los términos recogidos en este glosario se pretende ayudar al lector a entender mejor la información de los módulos. Se pueden hallar definiciones más completas de algunos de los términos en otras fuentes, por ejemplo, la Enciclopedia de Salud y Seguridad Laborales (en inglés) o en el Glosario de Salud y Seguridad Laborales y el Diccionario de Condiciones y Entorno Laborales del Centro Internacional de Información sobre Seguridad y Salud en el Trabajo (CIS) de la OIT.

Absorción: proceso mediante el cual se puede incorporar o introducir en el organismo una sustancia (p. ej., a través de la piel).

Acumular: aumentar, acrecentar.

Aseo general: mantener el lugar de trabajo limpio y organizado.

Concentración: el peso de una sustancia en un peso o volumen dados de una materia.

Concentración promedio permisible ponderada en el tiempo (PPT): los niveles de exposición durante un turno laboral de ocho horas se calculan utilizando promedios ponderados en el tiempo. Utilizando el sistema de PPT, si un empleador expone a los trabajadores a niveles inferiores a los límites de exposición tolerable (LET) durante parte de la jornada, es admisible legalmente exponer a esos trabajadores a niveles inferiores a los LET durante el resto de la jornada a condición de que el promedio ponderado en el tiempo sea inferior al límite.

Control del aire: el muestreo y la medición de los contaminantes que hay en la atmósfera.

Convenio de la OIT: una norma laboral internacional elaborada mediante el sistema tripartito de la OIT. Los convenios de la OIT son comparables a los tratados internacionales multilaterales, pues están abiertos a su ratificación por los Estados Miembros y, una vez ratificados, crean obligaciones vinculantes concretas. Se espera que un Estado Miembro que ha ratificado un Convenio aplique sus disposiciones mediante medidas legislativas u otros medios adecuados que se indican en el texto del Convenio. El gobierno del Estado Miembro debe informar regularmente acerca de la aplicación de los convenios ratificados; el cumplimiento es examinado y comentado públicamente por el mecanismo de la OIT; los gobiernos de los Estados ratificadores o las organizaciones de empleadores o de trabajadores pueden formular denuncias por incumplimiento. Existen procedimientos de investigación y actuación a partir de esas denuncias. Los Convenios ratificados tienen el mismo valor que las Recomendaciones (véase más adelante Recomendaciones de la OIT).

Controles administrativos: controles cuyo objeto es limitar el tiempo que un trabajador transcurre en un puesto de trabajo que puede ser peligroso.

Controles mecánicos: medidas de control habituales, esto es, aislamiento, cerramiento y protección y ventilación.

Cumplir: obedecer (las leyes).

Decibelios, dB o dB(A): unidades en que se mide la intensidad del sonido.

Densidad de vapor: la densidad relativa o peso de un vapor o gas comparados con un volumen igual de aire. Si la densidad de vapor de una sustancia es inferior a 1, tenderá a ascender por el aire; si la densidad de vapor es superior a 1, caerá en el aire. Las sustancias con densidades elevadas de vapor se concentran en la parte inferior de los depósitos.

Dermatitis: daños ocasionados a la piel por una sustancia irritante. Los síntomas característicos son el enrojecimiento de la piel, la formación de ampollas, la picazón o el pelado de la piel que no desaparecen cuando el trabajador deja de estar en contacto con la sustancia irritante. (Véase dermatitis tópica o de contacto.)

Dermatitis tópica o de contacto: tipo de reacción (normalmente ante una sustancia química) similar a una alergia, que tiene lugar cada vez que el trabajador sensibilizado entra en contacto con la sustancia irritante. Sus síntomas característicos son el enrojecimiento de la piel, la formación de ampollas, la picazón o el pelado de la piel. La reacción no se limita forzosamente al lugar en que la sustancia toca la piel: los síntomas pueden aparecer en otras partes del organismo. (Véase dermatitis.)

Desplazamiento temporal del umbral auditivo (VTU): un efecto que produce pérdida temporal de audición a causa de una exposición breve a ruido.

Valor límite umbral (VLU):

• una concentración promedio permisible (CPP) ponderada en el tiempo de un contaminante que no se debe superar en un turno de trabajo de ocho horas (es decir, la cantidad máxima de una sustancia a la que alguien puede estar expuesto con seguridad durante una jornada laboral de ocho horas);

• normalmente lo fijan organizaciones privadas de investigación de higiene laboral;

• se basa en la toxicidad, el tipo de consecuencias en la salud, datos sobre la salud de los seres humanos, datos sobre empleos industriales y viabilidad tecnológica (si es posible trabajar a ese nivel habida cuenta de la tecnología existente);

• tiene por objeto proteger a casi todos los trabajadores en buen estado de salud o trabajadores medios frente a una exposición a lo largo de la vida;

• según estudios recientes, muchos VLU se fijan a un nivel demasiado elevado para proteger la salud de los trabajadores, y por lo tanto es mejor mantener la concentración de contaminantes lo más por debajo del VLU que sea posible;

• se actualizan cada dos años;

• los VLU son sólo límites recomendados.

• Los VLU se pueden expresar de dos maneras distintas:

1. Miligramos por metro cúbico de aire (mg/m3): se trata del peso de la sustancia en un volumen conocido de aire. Se utiliza para polvos, vapores y gases.

2. Partes por millones (ppm): otra expresión de la cantidad de una sustancia en un volumen de aire. La concentración de la sustancia tóxica se mide por cada millón de partes de aire. (Para entender qué es un ppm imagínese una gota de tinta azul en 1 millón de gotas de agua.)

Las sustancias con VLU elevados, como el freón, no son muy tóxicas. Las sustancias con bajo VLU, como el ozono, son muy peligrosas incluso en pequeñas cantidades.

Dosis: la cantidad de una sustancia que recoge realmente el órgano de un trabajador. La dosis depende de a cuánta sustancia está expuesto el trabajador y durante cuánto tiempo.

Efecto agudo: una respuesta inmediata, patente, normalmente a breve plazo y a menudo reversible.

Efecto crónico: efecto que normalmente aparece mucho tiempo después de que haya tenido lugar la exposición y que persiste.

Efecto sistemático: efecto que tiene lugar en alguna parte del organismo una vez que un agente peligroso para la salud ha penetrado en él.

Eliminación: supresión de (un riesgo concreto).

Emulsificador: un producto químico que mantiene un líquido insoluble en suspensión en otro, por ejemplo aceite y agua.

Enfermedad laboral: toda enfermedad ocasionada por exposiciones en el lugar de trabajo.

Equipo de protección personal: equipo que lleva un trabajador como barrera entre él y el o los agentes peligrosos.

Evaporar: formarse un vapor.

Excesivo: que supera el nivel de comodidad.

Exposición: el proceso de estar expuesto a algo que existe en el entorno; la exposición puede afectar a las personas de maneras muy distintas.

Feto: término empleado para describir al ser humano en desarrollo desde el segundo mes de su concepción hasta el nacimiento.

Ficha toxicológica de materiales: (lo mismo que ficha de riesgos y ficha toxicológica de sustancias químicas) ficha que contiene información detallada sobre productos químicos, por lo general preparada y distribuida por el fabricante de productos químicos o proyectos como el Programa Internacional de Seguridad de las Sustancias Químicas.

Higiene: la práctica de los principios que mantienen la salud, p. ej., la limpieza.

Higiene laboral: el reconocimiento, la medición y el control de los riesgos del lugar de trabajo.

Higiene personal: la práctica de los principios que mantienen la salud personal, p. ej., el aseo personal.

Ingestión: el proceso de introducir una sustancia en el organismo a través de la boca.

Inhalación: el proceso de respirar.

Intensidad sonora: la magnitud del ruido

IPVS (inmediatamente peligroso para la vida o la salud): descripción de un entorno muy peligroso por haber en él una concentración elevada de productos químicos tóxicos o insuficiente oxígeno, o ambas cosas.

Laboral: relativo al lugar de trabajo.

Líquidos inflamables - LIE (límite inferior de explosividad) y LSE (límite superior de explosividad): los límites inferior y superior de concentración de vapor y aire, expresado en porcentaje que puede ocasionar una explosión.

Límite de exposición a corto plazo (CCT): la concentración máxima que no se debe superar durante un período de exposición ininterrumpido de 15 minutos. En algunos países, la legislación fija los CCT.

Límite de exposición tolerable (LET):

• una concentración promedio permisible (CPP) ponderada en el tiempo durante ocho horas de un contaminante que no se debe superar en un turno de trabajo de ocho horas;

• los LET se determinan de manera que "casi todos" los trabajadores se encuentren en condiciones de seguridad si la exposición no supera el LET. Es decir, que algunos trabajadores pueden padecer un daño a su salud;

• muchos LET se conciben de manera que se eviten graves efectos en la salud, pero no de manera adecuada para tener en cuenta los efectos crónicos;

• en algunos países la ley exige que se impongan LET. Estos se pueden expresar de dos formas distintas:

1. Miligramos por metro cúbico de aire (mg/m3): es el peso de la sustancia en un volumen conocido de aire. Se utiliza esta expresión para polvos, vapores y gases.

2. Partes por millón (ppm): otra expresión de la cantidad de sustancia en un volumen de aire o líquido. La condensación de la sustancia tóxica se mide por 1 millón de partes de aire o líquido. (Para entender a qué equivale 1 ppm imagínese una gota de tinte azul en un millón de gotas de agua.)

Límite tope: indica la concentración máxima de un material que no se debe superar jamás, ni siquiera por un instante. En algunos países, está fijado por la ley.

Método húmedo: vaporizar agua en una superficie polvorienta para retener el polvo, o bien mezclar agua con el material utilizado para evitar que se forme polvo.

Microorganismos: gérmenes.

Niveles "seguros": niveles de exposición a sustancias por debajo de los cuales no hay peligro para la salud de los trabajadores.

Organos que determinados productos químicos atacan siempre: por ejemplo, el plomo ataca al sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal), pero se almacena en los huesos cuando se acumula con otras exposiciones. Así pues, los órganos diana del plomo son el sistema nervioso central y los huesos. Otros órganos diana de distintas sustancias tóxicas son el corazón, los pulmones, los riñones y el hígado.

Pérdida permanente de audición: pérdida de audición que no se puede curar..

Pérdida temporal de la audición: pérdida temporal durante cierto tiempo, que se caracteriza normalmente por zumbidos en los oídos y una sensación de sordera.

Posibles riesgos: algo que puede resultar peligroso.

Presión de vapor: una presión de vapor elevada indica que un líquido se evaporará con facilidad. Los materiales con presiones de vapor elevadas pueden ser especialmente peligrosos si se utilizan en una zona cerrada o en una zona con mala circulación de aire.

Programa de supervisión médica: programa médico que comprende exámenes previos al empleo y periódicos que ayudan a identificar los signos de alerta temprana de enfermedades laborales.

Protección del oído: protección del sentido del oído, normalmente tapones u orejeras protectores.

Punto de ebullición: la temperatura en grados Fahrenheit o Celsius a la que hierve un líquido.

Punto de inflamación: la temperatura inferior a la que un líquido desprende suficiente vapor para que una mezcla del vapor en el aire en un tubo de ensayo se inflame.

Recomendaciones de la OIT: las Recomendaciones de la OIT tienen por objeto dar orientaciones a los Estados Miembros para que actúen. A menudo una Recomendación concreta se basa en las disposiciones de un Convenio sobre el mismo tema. Los Estados Miembros tienen determinadas obligaciones de procedimiento importantes respecto de las Recomendaciones: presentar los textos a sus órganos legislativos e informar esporádicamente a petición del Consejo de Administración de la OIT sobre las medidas adoptadas o previstas para poner en práctica las disposiciones. Las Recomendaciones no entrañan obligaciones jurídicas.

Riesgos: peligros.

Riesgos respiratorios: riesgos para el sistema respiratorio del organismo.

Ruido continuo: ruido ininterrumpido.

Ruido impulsivo: normalmente, un ruido altísimo que sólo se produce una vez.

Ruptura: debilitamiento.

Sinergia: palabra utilizada cuando la exposición de dos productos químicos a un mismo tiempo produce un efecto mucho más dañino que la suma de los efectos de la exposición a cada uno de los productos químicos.

Sistema de defensa: las defensas naturales del organismo que ayudan a proteger a las personas frente a muchos riesgos y contribuyen a que el propio organismo se cure.

Sistema de aspiración localizada: sistema de ventilación basado en la succión que tiene por objeto eliminar los contaminantes de la atmósfera.

Supervisión: en el lugar de trabajo, observación de cerca para determinar si una zona es segura para los trabajadores.

Supervisión biológica: normalmente consiste en pruebas de sangre y orina efectuadas para hallar trazas de productos químicos e indicadores biológicos de exposición a productos químicos.

Susceptible: sometido a riesgos, gérmenes, etc.

Sustancia corrosiva: una materia que puede quemar o destruir tejidos por contacto y ocasionar cicatrices permanentes o ceguera. Una sustancia corrosiva puede hacer que los recipientes de metal pierdan solidez y lleguen a tener fugas o colapsarse. Los ácidos y las sustancias alcalinas son muy corrosivos.

Sustitución: la sustitución de productos químicos o procedimientos de trabajo especialmente peligrosos por otros más seguros.

Sustancia tóxica: sustancia venenosa que puede destruir la vida o causar daños a la salud.

Vapor: pequeñas gotas de líquido suspendidas en el aire.

Ventilación general: ventilación cuyo objeto es que el lugar de trabajo resulte confortable.

Vías de entrada: las distintas vías por las que los agentes peligrosos pueden entrar en el organismo.

Volátil: término empleado para describir un líquido que se evapora o vaporiza con facilidad. Es importante conocer esta circunstancia porque las concentraciones en el aire se pueden acumular rápidamente si se utiliza el material en su forma líquida.

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