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Gerontología social

Ensayo28 de Noviembre de 2012

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Gerontología social.

www.cuidadoresdeancianos.com/cda/gerontologia.htm - Argentina

EL ANCIANO Y SU ENTORNO

Lic. María Graciela Domínguez

1. Los ancianos y la sociedad.

La mayoría de las actitudes de los ancianos no son resultado del simple proceso biológico o psíquico del envejecimiento, (cambios propios de la edad), además de los factores genéticos (herencia) y extrínsecos (climáticos, contaminación ambiental, etc.), no debemos olvidar que el individuo envejece en un grupo familiar y social concreto con sus normas culturales, alimentarias, religiosas, frente al envejecimiento, etc.

En un sector de nuestra sociedad los ancianos son considerados una carga.

“Explicada” por:

a - Falta de productividad económica.

b - Dividendos que implica la jubilación, asistencia médica, etc.

c - Imagen de deterioro psicofísico que dan a los jóvenes.

Sin embargo como ha dicho Simon de Beauvoir en su libro “La Vejez”: “La forma en que una sociedad se comporta con sus viejos descubre su equívoco, la verdad de sus principios y de sus fines....”

Actualmente comienzan a vislumbrarse cambios de actitudes por una parte de muchos de nuestros adultos mayores que buscan espacios donde poder desarrollarse y ser escuchados y por otra de distintos estamentos de nuestra sociedad que colaboran en el logro de este objetivo. A pesar de ello es mucho lo que queda por hacer y todos somos responsables de que los ancianos (nosotros mismos dentro de unos años) encuentren el lugar que les corresponde en nuestra sociedad.

2 - El hogar

Para la gente mayor la vivienda es parte de su propia existencia. Algunos ancianos nacieron y la ocuparon como padres, abuelos o bisabuelos.

Sus muebles, su jardín, la higuera, etc., se transforman en parte de su propio ser.

El cambio de vivienda, las internaciones, la institucionalización generan siempre consecuencias psicológicas que pueden ser sumamente graves.

Para evitar o disminuir el llamado “efecto traslado” se debe tener en cuenta:

Si el traslado es voluntario a un entorno más adecuado, se puede relacionar con una mejoría de la salud y el estado de ánimo.

Sin embargo los ancianos son más propensos a enfermar cuando:

• Se los traslada sin una preparación adecuada.

• La decisión es ajena a ellos.

• No han escogido libremente el traslado.

3 - El trabajo - La Jubilación

Los 60-65 años no deberían marcar una barrera absoluta entre la actividad profesional y la inactividad. Sin embargo la jubilación “guillotina” plantea un cambio brusco en la vida de las personas. Este cambio trae aparejado una pérdida económica y del rol social. Cada vez es más importante la preparación para este cambio para prevenir síndromes como el de la “jubilopatía”, con depresión, insomnio, cambio de carácter, etc.

En algunos casos los jubilados continúan realizando tareas manuales y artesanías, lo que les permite reintegrarse a la sociedad activa, manteniendo gran parte de su potencial físico e intelectual, además de un ingreso económico extra.

También observamos muchos adultos mayores que desempeñan otros roles activos, que abarcan los mas variados matices, desde “abuelos - educadores” hasta la participación en grupos que promueven la integración y la recreación u otros promotores de cambios sociales.

La laborterapia (muy utilizada en la institucionalización) está muy bien para los enfermos, tiene efecto terapéutico, pero no puede ser usada como equivalente de un trabajo “usurpado”.

4 - Relaciones de los mayores

Debido a los aumentos en la expectativa y calidad de vida observados en las últimas décadas, las relaciones de los mayores están sufriendo cambios que modifican los juicios que hasta hace algunos años se elaboraban sobre ellas. Por eso trataremos de explicar brevemente los conceptos clásicos y las modificaciones que en ellas se están produciendo.

4.1 - Identificación con el grupo Al dialogar con personas mayores por motivos laborales o familiares, se ha escuchado decir “yo no quiero estar con esas personas viejas”, aunque el que lo comente cronológicamente sea mayor que ellas. El estar considerado y el tener roles que corresponden a la edad del “ciudadano viejo”, es percibido como un descenso en el status y el poder.

4.2- La familia En la vejez la familia desempeña un papel muy importante, influyendo en la comunidad a través de las acciones que lleva a cabo sobre sus miembros.

Debemos recordar que en su evolución las familias que se constituían por abuelos, padres e hijos, han dado lugar a la de los bisabuelos, abuelos, padres e hijos.

Sin embargo, no siempre una familia constituye un factor positivo en los problemas que nos interesan. A veces pesan sobre ella factores económicos, habitacionales, emigraciones de los hijos, etc., que requieren de la colaboración externa al grupo familiar para poder ser sobrellevados.

En muchos casos la carga familiar pesa sobre la llamada “generación bisagra” (habitualmente entre los 50 y los 60 años), que deberá realizar simultáneamente todas o gran parte de las acciones que describimos a continuación: brindar los medios para que los hijos adolescentes terminen sus estudios, colaborar económicamente y/o en el cuidado de los nietos de los matrimonios de sus hijos jóvenes, ayudar económica y emocionalmente a sus padres jubilados y hacerse cargo o prestar apoyo en el cuidado de sus abuelos que muy probablemente tengan algún tipo de dependencia.

En otros casos el peso recae sobre un hijo (muy probablemente una mujer soltera) que a pesar de sus esfuerzos es incapaz de contener la situación.

En estos casos se deberían establecer y fortalecer las redes de apoyo no formales (familiares, vecinos y amigos) y formales (agencias sociales y servicios de ayuda oficiales), para ayudar indirectamente a los ancianos a través de la colaboración brindada a la familia que lo contiene.

En las relaciones interfamiliares se observa también otro grupo que podemos englobar con el nombre de “abuso del anciano” (ver: “Malos tratos a los mayores”). Se describen cuatro tipos de casos:

a - Abuso físico.

b - Abuso psíquico.

c - Abuso material.

d - Violación de derechos.

4.3 - Matrimonio Esta relación es una de las más importantes. Con la vejez la satisfacción marital es mayor que en la edad adulta. El alejamiento físico de los hijos (que permite mayor intimidad), el mayor tiempo libre y la disminución del estrés laboral, contribuyen a que en general la imagen del matrimonio en los últimos años sea muy positiva, aunque perturbada por los problemas de salud, primordialmente, y por la posibilidad de muerte de uno de los cónyuges, frecuentemente el marido.

Sin embargo cuando existen problemas matrimoniales no resueltos, los factores mencionados anteriormente actúan en forma negativa, al ser mayor la cantidad de tiempo compartido hay más posibilidades de que salgan a la luz las diferencias o los resentimientos, otras veces se aprovechan de situaciones para tomar revancha (Ej.: el marido dominante que padece una enfermedad invalidante, pasa a perder completamente su independencia física y psíquica).Los divorcios de personas de alrededor de 65 años han aumentado notablemente.

4.4 - Viudas y Viudos Hay seis veces más viudas que viudos.

La viuda/o sufre no sólo la aflicción de la pérdida sino también la soledad, la falta de compañía y la pérdida de la satisfacción sexual.

Las mujeres mayores que se quedan viudas llegan más preparadas a este nuevo rol, su socialización se ve favorecida por un potencial grupo de amigas viudas.

El viudo mayor tiene relativamente pocos amigos varones.

4.5 - Nuevas Nupcias El hombre tiende a casarse con mujeres más jóvenes. Se casan nuevamente mucho más los hombres viejos que las mujeres viejas. (6 a 1).

Los motivos mencionados como más importantes para volver a casarse en los últimos años de la vida son: en primer término el compañerismo, luego la satisfacción sexual y en menor medida la salud y la economía.

Los impedimentos son: la oposición de los hijos, las mujeres no quieren hacerse cargo de hombres enfermos (actualmente o en un futuro cercano).

4.6 - Aquellos que nunca se casaron Sólo el 5% de las personas mayores no se han casado nunca. Muchos están adaptados y tiene amigos o viven con familiares.

4.7 - Paternidad, abuelos y bisabuelos Sólo el 4% de los viejos vive con sus hijos.

Las hijas casadas tienen lazos más estrechos con sus padres que los hijos casados.

En algunos casos los mayores están alejados de sus hijos adultos (falta de gratitud de los hijos, problemas familiares no resueltos, etc.) pero en muchos existe una ayuda entre generaciones dando y recibiendo apoyo: emocional y/o económico. Sin embargo, generalmente frente a la enfermedad (social o física) el anciano rehúsa ser una “carga para sus hijos” según dicen ellos mismos. Actualmente más nietos mantienen relaciones con sus abuelos debido a la mayor longevidad.

Según el grado de compromiso podríamos decir que existen:

• Abuelos distantes: muy poca relación y hasta visitas muy poco frecuentes con sus nietos.

• Abuelos pasivos: poca relación, pero visitas más frecuentes.

• Abuelos activos: tienen relación fluida.

4.8 - Las relaciones con los demás (la soledad) Un mito es el de que las personas mayores generalmente están solas, sin amigos ni personas en las que poder confiar, esta

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