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Gestion Empresarial


Enviado por   •  20 de Julio de 2012  •  2.857 Palabras (12 Páginas)  •  357 Visitas

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SANDRA XIMENA DELGADILLO ROJAS

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GESTION AMBIENTAL

PROBLEMÁTICA DE MI REGION

Para hablar sobre la problemática ambiental de mi región se deben conocer los factores que lo ocasionan, entre muchos de ellos encontramos:

*El narcotráfico

*En departamentos como Boyacá se concentra gran actividad termoeléctrica, siderúrgica

*la extracción de esmeraldas

*tala y quema de bosques andinos

*ladrilleras

*extracción de arcilla

*la existencia de curtiembres

* El uso intensivo de fertilizantes

*carencia de colectores de aguas lluvias

*contaminación de embalse muña

*falta de protección a humedales (rio Soacha, aguas claras)

*falta de control de agentes contaminantes

*incendios forestales

*inundaciones y deslizamientos

*desechos químicos

CONSECUENCIAS

El cultivo y la producción de narcóticos representan una seria amenaza para el ambiente en la región andina, centros mundiales de las industrias de la cocaína y de la heroína. Aunque no se puede evaluar la totalidad del impacto ambiental del narcotráfico, es claro que están ocurriendo severa deforestación de los bosques tropicales y contaminación de las cuencas. Las consecuencias locales sobre el suelo, la hidrología y la biodiversidad son a menudo devastadoras y pueden retrasar por varios años la introducción de cultivos alternos. La atención del público no se ha concentrado en tales problemas, ya que la publicidad se ha enfocado en resaltar los efectos supuestamente negativos de los programas de erradicación con herbicidas, aunque el herbicida utilizado, el glifosato, casi no representa riesgos humanos, animales o ambientales.

Los cultivadores de droga en la región andina y prefieren ubicar sus cultivos en zonas selváticas alejadas, casi siempre en terrenos montañosos y empinados. La delgada capa vegetal y el difícil acceso a dichas zonas generalmente desestimula la producción de cultivos lícitos. Para preparar el terreno para los cultivos ilícitos, los bosques son arrasados y quemados antes de sembrar la coca. Debido a la poca fertilidad y a la necesidad de evadir a las autoridades, los campos son abandonados después de dos o tres siembras y se abren nuevos campos selva adentro. Esta práctica acelera la deforestación y destruye entre otros, recursos madereros que de otra manera podrían estar disponibles para un uso más sostenible de la tierra selvática. Adicionalmente, la práctica recurrente de sembrar en un suelo tan frágil puede llevar rápidamente al deterioro ambiental y al agotamiento de los recursos naturales, especialmente a la erosión del suelo y a la pérdida de la capa superior y la sedimentación río abajo.

La deforestación causada por el cultivo de narcóticos en las cuencas montañosas aumenta la gravedad de inundaciones y sequías. También puede reducir las fuentes de agua en valles bajo zonas gravemente deforestadas, debido a la fuga de aguas subterráneas y a la mayor sedimentación de los arroyos. Estudios ecológicos demuestran que muchos bosques tropicales no cultivados se caracterizan por suelos infértiles con partículas de arcilla y limo, de textura porosa de mediana a fina, las cuales fácilmente se erosionan a no ser que las raíces de las plantas sostengan la tierra y absorban grandes cantidades de agua. Hasta los terrenos cultivados con coca son propensos a la erosión porque estas plantas perennes no son tan efectivas como el bosque tropical para absorber agua y mantener la tierra en su sitio. Adicionalmente, las copas de los árboles amortiguan el impacto de las gotas de lluvia que de otra manera podrían sacar las partículas de tierra y aumentar las posibilidades de erosión

La expansión del cultivo, la producción y el tráfico de coca en Perú, Bolivia y Colombia ha causado la destrucción de por lo menos 2,4 millones de hectáreas de frágil bosque tropical en la región andina en los últimos 20 años. El deterioro ambiental generado por el cultivo ilícito de coca es acumulativo e incluye no sólo el impacto del cultivo actual sino también el de las áreas que quedan abandonadas a través del tiempo y la tierra despejada para ser utilizada para sostener a la población dedicada al narcotráfico. El cultivo tradicional de coca, por ejemplo, como el practicado por los grupos indígenas en Bolivia, probablemente causa menos daño ambiental porque sucede en áreas cultivadas desde hace mucho tiempo. Sin embargo, el cultivo ilícito de coca es producido a gran escala (a menudo por provenientes de las ciudades) quienes tienen la tendencia a ignorar las técnicas de siembra tradicional (tales como el uso de terrazas) y en su búsqueda de ganancias, causan graves daños ambientales en zonas agrícolas vírgenes, para suplir la demanda de los mercados externos. La siembra de cultivos ilícitos ha acelerado dramáticamente la fragmentación de los bosques en muchas áreas de la región andina. Actualmente, la fragmentación de los bosques como resultado del cultivo de coca en el sur de Colombia, cerca de la frontera con Ecuador, es fácilmente documentada y cuantificada utilizando imágenes satelitales.

Con la llegada de las sofisticadas imágenes satelitales, la relación entre cultivos ilícitos y deterioro ambiental ha podido establecerse con certeza. El satélite IKONOS, lanzado en 1999 por la compañía estadounidense Space Imaging, permite a los científicos distinguir objetos hasta de un metro de largo en la superficie de la tierra y, rápidamente se ha convertido en una de las herramientas disponibles más poderosas para definir la naturaleza y extensión de dicho daño ambiental.

Por medio de la recolección de información visual, este sensible satélite ha ayudado a los expertos a medir el impacto del daño ambiental relacionado con los narcóticos en Colombia, Bolivia y Perú. Los bosques tropicales en esta región se están agotando a una tasa alarmante,

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