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Homeopatía


Enviado por   •  24 de Enero de 2013  •  2.689 Palabras (11 Páginas)  •  427 Visitas

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Casi todo el mundo ha oído hablar alguna vez de la homeopatía, pero la mayoría no sabe exactamente qué es.

La homeopatía es un método terapeútico propuesto y desarrollado por el médico y químico alemán Samuel Hanhemann a principios del siglo XIX que se basa principalmente en dos cosas:

1. Los mismos síntomas que provoca una sustancia tóxica en una persona sana pueden ser curados por un remedio preparado con la misma sustancia tóxica. Es decir, “lo similar se cura con lo similar”. Este es el principio básico de la homeopatía, que se ha denominado “ley de similitud“. Es una afirmación no demostrada científicamente que, sin embargo, la homeopatía toma cómo verdadera.

2. La causa de la enfermedad es espiritual (energética) y se manifiesta primero con síntomas emocionales (ansiedad, aversiones) que pasan después a ser mentales y conductuales, y por último físicos. La enfermedad no es causada por ningún agente físico, sino por la falta de armonía vital.

La homeopatía no se considera una ciencia, ya que los principios por los que se rige son fundamentalmente filosóficos y no científicos, es decir, no sigue o ignora el método científico. Sin embargo, La organización médica colegial reconoce la homeopatía como acto médico que habrá de realizar personal cualificado en centros sanitarios autorizados.

Los remedios homeopáticos se elaboran mediante un proceso denominado dinamización o potenciación, que consiste en hacer diluciones progresivas de una determinada sustancia. Después de cada dilución se realiza una fuerte agitación del preparado. Al agitarlo se cree que se transfiere parte de la esencia espiritual de la sustancia al agua. Las diluciones suelen ser 1:10 o 1:100 en cada etapa, aunque también se hacen hasta de 1:50.000 en cada fase. Según sea la dilución se le asigna una letra, siendo las más comunes la C (para la dilución 1:100) y la D (para la dilución 1:10).

La homeopatía considera sus productos más potentes cuanto más diluidos estén. Esto es contrario totalmente a los medicamentos convencionales, en los cuales se considera que cuanto más principio activo tienen, es decir, a mayor concentración, más potentes serán sus efectos (los positivos y los negativos).

Esta diferencia es precisamente la que ha hecho que exista tanta controversia con la homeopatía, ya que en los remedios más diluidos (los más potentes según la homeopatía) llega un momento en el que no queda ni una molécula de la sustancia, es decir, ya no existe el producto físico en el agua que lo diluye (según el principio físico de Avogadro que determina el nº finito de moléculas de una sustancia) por lo que lo que tenemos en el preparado no es más que agua.

Los homeópatas explican que el agua tiene memoria y que recuerda las sustancias que han estado en contacto con ella; y los detractores dicen que sólo es agua y que si produce algún efecto en quien la toma es por el efecto placebo.

Sea placebo o no, el caso es que millones de personas en todo el mundo consumen remedios homeopáticos y dicen que les funciona, y países cómo Alemania o la India los incluyen en las prestaciones sanitarias de la seguridad social.

Yo particularmente no los he utizado aún, pero he tratado con gente que sí los utiliza y que dice que no los cambiaría por ningún otro tratamiento. También es verdad que normalmente los usan principalmente para combatir procesos o enfermedades crónicas inespecíficas que no han mejorado con los tratamientos convencionales.

También creo que porque algo no pueda ser explicado científicamente no debemos despreciarlo sin más, y que estamos demasiado obsesionados con la ciencia y la tecnología. Hay infinidad de cosas que en otros tiempos no podía explicar la ciencia que se conocía entonces y hoy sí.

Cuando ningún tratamiento médico ofrece una solución a algún padecimiento, es cuando nos recomiendan acudir a la "chochitos".

Somos algo escépticos a esta solución alternativa a la que no encontramos ningún fundamento, aun cuando hay personas que toda su vida han acudido a un homeópata para curar absolutamente todos sus padecimientos.

Conozcamos un poco acerca de la homeopatía. Este es un sistema de curación que considera a la enfermedad como un desequilibrio vital en donde los aspectos psicológicos del paciente son muy tomados en cuenta al igual que los síntomas físicos. La homeopatía nació en el año 1792 a manos del médico alemán Samuel Hahnemann, aunque en teoría, ya se practicaba en parte por Hipócrates desde el siglo V a.C.

La homeopatía no se enfoca en la enfermedad del todo, sino con los síntomas de cada paciente, a diferencia de la medicina tradicional que se enfoca directamente a tratar el padecimiento.

Su principio consiste en: “lo similar se cura con lo similar” (similia similibus curantur), por lo que el diagnóstico y el tratamiento homeopáticos se enfocan a encontrar con la sustancia que provoca los mismos síntomas que se pretende curar.

El primer remedio descubierto por Hahnemann fue la quinina, pues esta sustancia antimalárica provocaba en una persona sana unas fiebres similares a las de la malaria; poco a poco se han llegado a desarrollar hasta 1,500 sustancias homeopáticas.

El segundo principio de la homeopatía consiste en que el remedio es más potente cuanto más diluido esté. Las diluciones o “potenciaciones” son tan elevadas que, en términos químicos, no queda ni una molécula de la sustancia medicinal.

Esto ha provocado algunas polémicas que han puesto en duda la homeopatía, sin embargo, la población se basa en resultados y en las curaciones que se han logrado con esta opción alternativa.

Algunas características de la homeopatía son las siguientes:

Para cada paciente se considera un tratamiento específico y personalizado, basado en un diagnóstico minucioso.

La homeopatía basa su curación en la activación de mecanismos de defensa en el cuerpo.

No hay riesgos de toxicidad.

Los remedios homeopáticos se obtienen de fuentes de origen vegetal, mineral o animal.

No solo se toma en cuenta el estado físico, sino también el emocional e incluso el medio ambiente del paciente. Esto ayuda a encontrar el posible origen del padecimiento.

No existen “especialidades médicas”, por lo que un mismo médico es quien inicia y termina el tratamiento.

Así que, si deseas un tratamiento más natural para algún padecimiento crónico que la medicina tradicional no ha podido

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