Hábitos de estudio. Barreras y la motivación dentro de los hábitos de estudio

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO[pic 2]

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

Tema: Hábitos de estudio

Actividad: Marco teórico

0404 - Propedéutica en el Campo del Desarrollo Humano y Educativo

Grupo: 9426

Asesor: Mtra. Judith Rivera Baños

Equipo:

Gerardo Emiliano Hernández Alcántar

Jorge Elías Ovando Parada

María de Lourdes Calixto Estefes

Noé Hernández Arzate

Fecha: 25 de septiembre del 2017

Marco teórico

Real Academia Española, (2014)

Hábito

Del lat. habĭtus.

1.          m. Modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas.

Estudio

Del lat. studium.

            1. m. Esfuerzo que pone el entendimiento aplicándose a conocer algo.

            2. m. Trabajo empleado en aprender y cultivar una ciencia o arte.

Para comenzar analizar el proceso como se establecen los hábitos de estudio en los alumnos, es necesario definir y describir cómo se desarrollan, a lo que nace la pregunta, ¿qué es un hábito?, la respuesta es que un hábito son conductas o comportamientos que se repiten por las personas, no son de origen innato, lo que quiere decir que no se nace con ellos, sino que se forman como resultado de un aprendizaje  interactivo con el entorno, que se ve  reflejado en el reforzamiento de aprendizajes, actitudes, manejo de responsabilidades y formas de organización; cabe recordar que un hábito puede comportar actitudes y acciones positivas o negativas, un hábito puede ser formativo, ya que regula en la persona el estado de corresponsabilidad consigo mismo y con los demás.

El hábito, en sentido etimológico, es la manera usual de ser y, por extensión, el conjunto de disposiciones estables que, al confluir la naturaleza y la cultura, garantizan una cierta constancia de nuestras reacciones y conductas. El hábito, es el conjunto de las costumbres y las maneras de percibir, sentir, juzgar, decidir y pensar.

        La base del trabajo desarrollado dentro de esta materia se basa en la búsqueda  del  entendimiento acerca de cómo se establecen los hábitos de aprendizaje en una persona, por lo que se “distinguen cuatro líneas generales  que impactan la acción educativa: el desarrollo cognitivo en escenarios educativos, la identificación y modelamiento de las estructuras conceptuales que subyacen a diversos dominios de conocimiento, el procesamiento estratégico de la información y la naturaleza social y situacional del aprendizaje” (Castañeda, 2004).

El Conductismo es una corriente centrada en la conducta del desarrollo y el aprendizaje en el ser humano siendo una perspectiva teórica desarrollada en el siglo XX enfocada en los siguientes principios:

·         La conducta observable que el educando debe lograr.

·         Condiciones y escenario real en el que la conducta se dará.

·         Criterios de ejecución para la conducta.

Para Watson, “en un sistema de psicología completamente elaborado, dada la respuesta pueden ser predichos los estímulos; dados los estímulos, la respuesta puede ser predicha” (Gondra, J, 1991, pp.55) Todas las conductas son aprendidas en el transcurso de la vida y, con las experiencias adquiridas en la interacción con el medio ambiente se conduce el comportamiento humano, lo que refuerza la interpretación de los hábitos de estudio.

Para Iván Pavlov en su teoría del condicionamiento clásico es un constructo mediante el cual se deducen y explican todos los tipos y procesos de aprendizajes nuevos, lo que traduce (Tascón. T, C. s/f) como: “la respuesta condicionada que un organismo emite ante un estímulo, al estar asociado con otro estímulo, el cual es suscitador de esa respuesta. En los hábitos de estudio se utilizan técnicas para obtener aprendizajes nuevos en los que los estudiantes se condicionan con diversos estímulos para obtener una respuesta satisfactoria.

“El condicionamiento operante” es una aportación de Skinner, la cual, se enfoca en el análisis detallado de los reforzamientos y el principio del reforzamiento para (Hernández, R. 2004, p.p.86) “Una conducta incrementa su frecuencia de ocurrencia si está influida por las consecuencias positivas que produce. Si la aparición o retirada de un estímulo consecuente fortalece la probabilidad de ocurrencia de una respuesta, ha dicho estímulo se le denomina reforzador, estos pueden ser positivos o negativos”. Cuando los hábitos de estudio son frecuentes e influidos por las consecuencias positivas, estos se incrementan. En el caso de los reforzadores, estos sean negativos o positivos, que se retiren o implementen, serán la causa de una posible respuesta.

Albert Bandura (1925) fue creador de la Teoría cognitiva social del aprendizaje en la que propone que diversos factores como el ambiente y las condiciones personales conducen a el comportamiento; en el caso de la educación las posibilidades de desarrollar los mejores potenciales en el conocimiento educativo por medio de técnicas prácticas; por lo cual para Bandura, “el concepto de naturaleza humana asumido por las teorías psicológicas es más que una mera cuestión filosófica. Cuando el conocimiento humano es llevado a la práctica, las concepciones sobre las que se apoyan las tecnologías sociales tienen implicaciones incluso mayores. Estas pueden influir señalando el tipo de potencialidades humanas que deben desarrollarse y las que no. De esta forma, las concepciones teóricas pueden influir en lo que realmente lleguen a ser las personas” (1987, p. 21).

Cuando se habla de condiciones en los hábitos de estudio, se hace referencia a las circunstancias que debe tomar en cuenta el alumno al momento de llevar a cabo los elementos básicos que darán en la formación, para la aplicación de los hábitos.

Los hábitos son factores poderosos en la vida de las personas. Dado que se trata de pautas consistentes, a menudo inconscientes, de modo constante y cotidiano expresan el carácter y generan nuestra efectividad o inefectividad. (Hernández, Rodríguez & Vargas, 2012)

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