IMPUESTO AL LIBRO

Hace unos cuarenta años, antes de la dictadura, se podía apreciar un mayor desarrollo cultural, sobre todo en el área de lectura. Porque en Chile el libro estaba exento de impuestos hasta 1976 y fue la dictadura la que no solo cerró editoriales y quemó libros, sino también gravó con IVA los libros. A partir de ese año, el nivel de lectura en los chilenos, decayó de una manera impresionante, y sigue disminuyendo hasta el día de hoy.

Esto se refleja en un estudio realizado por la UNESCO en el 2000 donde se exponía que el 57% de las personas de entre 15 y 60 años, no entiende lo que lee.

Esta más que sabido que leer en Chile es caro, y que para comprar un libro se debe tener bastante dinero. Esto se debe al alto impuesto que se le aplica a la industria de los libros y otras ramas de la cultura; como lo son el teatro, comprar un CD o ir a una exposición.

El impuesto que se le aplica a los libros en Chile, es el 19%, muy por sobre los 4% de España e Italia, o los 5% en Francia, o los 7% de E.E.U.U. Eso sin mencionar que en países como Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Venezuela, Costa Rica, Ecuador, Argentina, Perú, México y Paraguay, el impuesto a los libros es 0%, nada menos.

Es importante destacar que el IVA que gana el estado por el concepto de venta de un libro, es más del doble de lo que gana el propio autor del libro, ya que la tasa del IVA, dobla la tasa del derecho de autor. Sin embargo, el IVA, no es el

único causante de que los libros sean tan caros. Pareciera que las empresas de las editoriales, mucho tienen que ver en esto, porque son ellas quienes fijan los precios, incluso sin tomar en cuenta la opinión del autor y que además no les informan en que valor será comercializada su obra.

Sin embargo, hay quienes sostienen que el verdadero motivo de que los chilenos no lean, es la falta de cultura y el poco interés de las personas hacia un libro.

En promedio, un libro vale 11 mil pesos, si le quitamos el 19% de impuesto, quedaría en $8.910, ahora si lo comprarían. Si esto fuera cierto, ya todos buscarían comprar un libro a esos precios o incluso menos, ya que existen editoriales que tienen ediciones "a cuenta", como son las Ediciones Zeta, Ediciones B, Ediciones de Bolsillo y varias otras que tienen sus precios desde los tres mil pesos, con un máximo de seis mil o siete mil en libros clásicos y actuales. Entonces, es un tema de precios o es un tema de gustos? Se dice mucho que si los libros costaran menos, los compraríamos, pero, ¿cuánto menos?

Las editoriales funcionan como monopolios. Y como tal, los precios dependen de lo que quiera hacer el monopolista. Una vez que se designa el precio máximo que va a pagar el consumidor, no se bajan, ya que el consumidor no tiene poder de mercado para disminuirlos.

El comportamiento más lógico de las empresas en este escenario, es mantener los precios, porque la liberación de

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