Imaginación, Origen Del Horror

Imaginación, origen del horror

Antes de adentrarnos en el tema debemos responder la siguiente pregunta: ¿Qué es el miedo? El miedo es un sentimiento humano; muy intenso, e inclusive desagradable para muchas personas, el cual genera angustia, ansiedad y pánico en las personas. El miedo es visto como un mecanismo de defensa inherente en todos los seres humanos, el cual actúa como una alerta de peligro para cierto dolor o inquietud que sufra la persona.

El famoso psicoanalista Sigmund Freud explica que el miedo es la composición de dos tipos de miedos, los cuales son el “MIEDO REAL” y el “MIEDO NEURÓTICO”. Con estos dos términos se puede abarcar con mayor facilidad el desarrollo del tema. El miedo neurótico es aquel miedo que se origina sin una razón real; es decir, es cuando el miedo se origina por una causa que no es tangible, una causa imaginaria. Esta causa imaginaria nace del subconsciente de cada individuo y claro está, su raíz, su origen, es diferente para cada individuo. En contraste, el miedo real es aquel miedo que se origina por una causa real, una causa tangible, la cual es visible para cualquier persona. Básicamente, esta teoría explica el miedo con respecto a su causa, ya que la causa puede o no encontrarse en la misma dimensión del individuo que sufre el sentimiento, las dimensiones en las que la causa del miedo se desplaza son: la realidad y el subconsciente imaginativo del individuo.

Ahora bien, tan solo tomando como base estas ideas podemos decir que cada persona vive el miedo de manera diferente. Esa raíz que se origina en el subconsciente de cada individuo no es más que una mezcla de información que la persona posee acerca de un tema “x”. Dicha información es alterada por la imaginación del individuo y dependiendo si la información total es positiva o negativa generará o no miedo por aquel tema “x”.

Con un ejemplo es mucho más sencillo apreciar lo que se ha explicado anteriormente. Supongamos que una niña pequeña tuvo un episodio espantoso con un lobo. La pequeña niña vivía en una granja y tuvo la mala fortuna de contemplar como un lobo salvaje se devoro a un corderito. Observó el trágico suceso de la naturaleza, contemplando como la tierra se teñía de un rojo oscuro y espeso.

Ahora les hago una pregunta: ¿Se pudieron imaginar al lobo comiéndose a la oveja? Claro que sí, debido a que la mente interpreta lo que está escrito a través de imágenes. Al igual que las ideas, los recuerdos también se ven reflejados en imágenes. Ahora cada vez que la niña piense en un lobo va a ver la espantosa imagen de un lobo carnívoro clavándole los colmillos a un cordero. Esta experiencia traumática marco en la niña un gran miedo por los lobos, pero no solo eso, la imaginación va actuar como un arma en contra. El simple hecho de tener miedo es suficiente, pero se le agrega el hecho de que existe la posibilidad

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