Ingresos Ordinarios Del Estado

Régimen financiero del Estado.

El Estado fue creado con diversos fines, pero el principal de todos ellos es el “bien común”, esto quiere decir que el Estado busca apoyar a todos y cada uno de los ciudadanos que lo componen. Pero su tarea no se limita ahí, ya que también tienen la obligación de ayudar y hacer que funcionen de manera eficiente todos los sistemas sociales, instituciones y medios socioeconómicos que lo sustentan y hacen funcionar.

Para lograr lo anterior se requiere un “régimen financiero”, entendemos por régimen a un sistema ya sea político o social que rige cierta parte sobre un territorio, y por las finanzas del estado a todos los ingresos y gastos que este realiza en el ejercicio de sus operaciones.

Por lo tanto al hablar de un régimen financiero entendemos que tendremos que abarcar todas las características del sistema político o económico que rigen los ingresos que percibe el estado y la forma en que los obtiene, así como los gastos que este realiza y saber cuál es su finalidad.

Los ingresos del Estado.

Para comenzar el análisis del régimen financiero necesitamos saber de dónde se obtienen los ingresos y porque conceptos el estado los adquiere. Los ingresos es todo aquel dinero que recibe el estado para poder pagar los gastos que se hacen con el fin de apoyar a los ciudadanos. El estado necesita dinero para poder financiar y pagar las diversas necesidades que tienen las personas que lo habitan, pero existen diversas formas de obtener dicho dinero, las dividiremos para su estudio en ordinarias y extraordinarias.

Ingresos ordinarios.

Los ingresos ordinarios son aquellos que legalmente percibe el Estado en forma regular, renovándose en el presupuesto fiscal de cada año y que se destina a cubrir los gastos públicos de la federación, de los estados y de los municipios.

Como ya sabemos los ingresos ordinarios son todos aquellos que el Estado recibe para satisfacer las necesidades de sus habitantes, estos ingresos van a ser regulados mediante una ley la cual va a adoptar el nombre de ley de ingresos, a través de esta todos los ciudadanos están obligados a contribuir. De esta ley podemos desprender los siguientes conceptos por los cuales el Estado recauda de manera ordinaria: impuestos, aportaciones de seguridad social, contribuciones de mejoras, derechos, productos y aprovechamientos. Con el fin de comprender cada uno de ellos se hará un análisis individual.

Los impuestos.

El código fiscal define el impuesto en su artículo 2° en los términos siguientes: “Son impuestos las prestaciones en dinero o en especie que fija la ley con carácter general y obligatorio, a cargo de personas físicas y morales, para cubrir los gastos públicos”.

Entonces entendemos al impuesto en primer lugar como un ingreso de carácter ordinario, que es la forma normal en la cual el estado se provee de recursos de manera continua para poder cubrir los gastos públicos. También podemos rescatar de la definición que son de carácter obligatorio y que todas las personas están obligadas a contribuir de cierta forma.

Al mencionar la palabra contribuir debemos poder diferenciar el impuesto de la contribución. La contribución es un concepto más amplio con el cual se alude a todo lo que contribuye a los gastos del estado. Este concepto se encuentra en artículo 31 de la constitución con la expresión “contribuir”.

Entonces ahora encontramos que la principal diferencia radica en que todo impuesto es una contribución pero no todas las contribuciones son un impuesto.

Después de analizar y sintetizar el artículo 31 de la constitución, se pueden clasificar los impuestos en: legalidad, limitación, generalidad, proporcionalidad y equidad, certeza, de numerario del impuesto y de relación con el gasto público.

Los impuestos de legalidad.

Son efectuados por el Estado de manera impositiva como una autoridad revestida de un poder soberano y coactivo que ejerce sobre una comunidad social que tiene intereses y necesidades comunes y asume la obligación de atenderlas.

Entonces el impuesto es la parte más importante de los créditos públicos y fortalece la actuación financiera del estado, como un factor necesario para la mantención de la vida social, económica y política.

Por lo que entendemos que esto se llevara a cabo de manera unilateral y sin la necesidad de que se cumpla la voluntad de los ciudadanos, de modo que entendemos que esta facultad descansa sobre la ley constitucional.

Los impuestos de limitación.

El Estado tiene gastos crecientes debido al aumento demográfico que existe, entonces necesita una mayor cantidad de dinero. La capacidad económica de los pueblos no es ilimitada, por lo que los entes que recaudan no pueden llevar a cabo la acción fiscal hasta convertirla en un ingreso extraordinario.

Entonces entendemos que este límite puede variar de acuerdo a las necesidades de gasto y de crecimiento que se tienen, por lo que esto cambia entre países desarrollados y subdesarrollados.

Los impuestos de generalidad.

Esto se hace en base al artículo 73 constitucional, ya que las contribuciones deben de ser suficientes para poder cubrir todo el presupuesto que se aprueba, todas las personas que estén señaladas en las leyes fiscales contribuirán de acuerdo con su capacidad.

Los impuestos de proporcionalidad y equidad.

La proporcionalidad radica, medularmente, en que los sujetos pasivos deben contribuir a los gastos públicos en función de su respectiva capacidad económica, debiendo aportar una parte justa y adecuada de sus ingresos, utilidades o rendimientos. Conforme a este principio, los gravámenes deben fijarse de acuerdo con la capacidad económica de cada sujeto pasivo, de manera que las personas que obtengan ingresos elevados tributen en forma cualitativa superior a los de medianos y reducidos recursos.

Expresado en otros términos, la proporcionalidad se encuentra vinculada con la capacidad económica de los contribuyentes que deba ser gravada diferencialmente, conforme a tarifas progresivas, para que en cada caso el impacto sea distinto, no solo en calidad, sino en lo tocante

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