Instruccion De Democracias Burguesas

Primera Unidad

Lectura: El problema de las institución en las democracias burguesas.

El siglo XIX se caracterizo por el despunte industrial de algunos países europeos. A fines del siglo XIX, y principios del presente, surgió la propuesta del socialismo como forma de organización social. Jhon Dewey fue una figura importante para la sociedad norteamericana por su pensamiento en torno a la educación: por cuestionar fuertemente al sistema educativo europeo y proponer una relación directa entre los binomios educación-producción y educación sociedad.

El planteo que la finalidad última de la educación otorgada a los individuos debía estar encaminada a su participación en la sociedad.

La industrialización si quiere prosperar, necesita cada vez más de la cooperación de los individuos y de las naciones. No solo debe otorgársele al individuo educación, sino que debe estar acompañada de una formación ciudadana que le posibilitase otro tipo de participación. Siguiendo esta línea de pensamiento, se desarrolla la corriente que se conoce como el neohumanismo europeo, que retoma la idea clásica de la producción humana en todos los sentidos.

Este pequeño resumen sacado en la primera columna resume muy bien el resto de las 3 páginas. Sin embargo incluiré algunos datos que me parezcan relevantes.

El juvenil credo pedagógico de Dewey , de 1897, apela constantemente en la relación entre la vida social y la vida escolar, considerándola necesaria: “Toda la educación se ha de socializar: la triple unidad moral de la escuela puede enunciarse así: fin social, fuerza social, interés social… la escuela es ante todo una institución social…, vida social simplificada. La educación es el método fundamental del progreso y de la acción social, La escuela es el instrumento esencial y más eficaz del progreso y de la reforma social… el enseñante está comprometido no sólo en la formación de los individuos sino en la formación de la justa vida social”

La escuela y los enseñantes, ósea la institución y los hombres de la sociedad existente, se convierten de hecho en el “instrumento esencial” para una vida social “justa”. Dewey denuncia el abismo entre ricos y pobres y la concentración del poder a que lleva necesariamente el mismo industrialismo.

“un cambio revolucionario fue determinado en gran parte por el factor económico de la vida” y se creo un sistema educativo vinculado a las experiencias concretas del trabajo; pero esto fue considerado por los conservadores con desprecio como una “instrucción de taller” pero abrió paso a un nuevo y más avanzado tipo de instrucción, al cual, con una expresión muy metafórica, daba el nombre de “laboratorio”. El laboratorio implica acción de trabajo y fatiga, implica contacto con el material técnico.

Dewey aprecia como nuevo y positivo en la escuela y sociedad “ el ver niños y niñas de diez, doce y trece años cociendo y tejiendo. Si vemos las cosas bajo otro aspecto, encontramos que este trabajo es un punto de partida, desde el cual el muchacho puede recorrer los pasos del progreso de la humanidad en la historia…”

Marx esperaba un cambio, ni aquella perspectiva utopica si se quiere, pero muy sugestiva, de una totalidad de individuos completamente desarrollados; en su lugar se encuentra en cambio la proclamada final de educar al individuo a participar en el cambio.

Se requerirá como condición minima, que se establezca un estado mundial y , posteriormente, un sistema mundial de educación.

Debe necesariamente auspiciar un sistema mundial de educación, que eduque a los futuros ciudadanos del mundo para el rechazo de toda escicion entre religiones, clases y naciones, y sobre todo para la condena de la guerra, de ka superstición y

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