Inteligencia y tanlento humano mitos

INTELIGENCIA Y TALENTO HUMANO: MITOS DEVELADOS

El tema de la inteligencia y el talento humano parece ser un tema de interés general, por lo que durante varias décadas se han mostrado al mundo diversas hipótesis e investigaciones sobre este contenido.

A través del tiempo se han dado a conocer diversidad de mitos acerca de la inteligencia y el talento, que a la larga, la ciencia mediante investigaciones han podido develar en gran manera. Desde tiempos pasados varios pensadores e investigadores han desarrollado teorías destinadas a refutar los mitos existentes entre los cuales se menciona al primero de ellos, enunciando que la inteligencia se definía como una capacidad global, estable, cuantificable, heredada y utilizada en los procesos de interpretación y la adaptación al mundo. En este mismo sentido el segundo mito aseguraba que la inteligencia tenía un componente heredado, se aseveraba que el conocimiento era trasmitido de una generación a otra. Una tercera invención nos indica que la inteligencia era una capacidad ecuánime e inmutable que puede ser evaluada con un test de forma general. El cuarto se refería a la supuesta correlación existente entre el coeficiente intelectual y el rendimiento académico. Y por último, como quinto mito, se afirmaba que el talento reposaba únicamente en la cabeza y manos de un niño.

Estos mitos fueron develados con el pasar del tiempo, con estudios hechos a niños a lo largo de su vida; puesto que estos paradigmas eran insostenibles ya que el creer que es posible hablar de la inteligencia de forma singular y tomarla como capacidad general resulta una manera clara de desconocer la diversidad de los procesos humanos. Estos estudios realizados a niños profesan una validez bastante limitada acorde a las variables y cambios que no son tenidos en cuenta al momento de evaluarlos, el entorno es cambiante por tanto sus aptitudes y capacidades son procesos sujetos a una multiplicidad de procesos de mediación futura. Es bastante ilógico creer que una prueba realizada durante dos horas a un sujeto al cual apenas se conoce, pueda decir con precisión absoluta las características presentes en él, no es posible medir las capacidades del ser humano en todas sus dimensiones: cognitiva, afectiva y práxica, ya que cada una de estas está sujeta a cambios constantes y son afectadas por factores externos. Un ejemplo que podemos citar consiste en la situación afectiva de la persona, pueden existir factores de su entorno social, ambiental o familiar que incidan de forma directa en la motivación o en las ganas de adquirir conocimientos, el sujeto podría tener las capacidades, la creatividad para crecer intelectualmente, pero no estaría exento a ser afectado por alguno de estos factores limitantes.

Por medio de investigaciones existentes y la experiencia, nos es factible pensar que los niveles en que se puede alterar la inteligencia analítica, afectiva y práxica resultan ser mucho más elevados de lo que se suponía en tiempos pasados ya que si se analiza detenidamente la calidad de la educación es un factor determinante en el desarrollo de las capacidades de niños y jóvenes, al no recibir calidad educativa se disminuye en gran medida la inteligencia analítica de la persona en cambio al recibir calidad en educación pueden superar o mantener sus capacidades y sus niveles intelectuales. Además cabe destacar que aquel individuo que no recibe orientación y que no tiene una directriz afianzada está más propensos a disminuir sus niveles de interés, autonomía y pasión por el conocimiento.

La inteligencia, el talento y la excepcionalidad tenían un concepto monolítico que domino el siglo XX, pero como los seres humanos no son objetos iguales, diseñados y creados de la misma forma, todos y cada uno de ellos son diferentes, al igual que el ambiente de formación y las diferentes relaciones socio-afectivas, cognitivo-prácticas, y culturales, que tienen a lo largo de sus vidas, esto influyen fuertemente en la formación de su inteligencia y el desarrollo de su talento. El pensamiento monolítico del siglo XX ha sido sustituido por el reconocimiento de una amplia gama de procesos intelectuales y talentos particulares, hoy resulta más plausible reconocer un ámbito práctico otro analítico y otro socio-afectivo de la inteligencia y de infinidad de talentos asociados a los campos de las artes, la ciencia, la tecnología y las relaciones interpersonales entre otros.      

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