Interculturalidad
citla0513 de Noviembre de 2014
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UTOPÍA Y PRAXIS LATINOAMERICANA -AÑO 18. N' 60 (ENERO-MARZO. 2013) PP. 57-68 REVISTA INTERNACIONAL DE EILOSOEÍA IBEROAMERICANA Y TEORÍA SOCLAL ISSN 1315-5216 - CESA - EACES - UNIVERSIDADDEL ZULLA. MARACAIBO-VENEZUELA
Interculturalidad, espacio entreculturas y la referencia ético-moral Intercuiturality, Intercultural Space and theEthical-Moral Reference
Diana de VALLESCAR, P. IE- Univ. Mínho/CIEC-Univ. doAlgan/e, Portugal.
RESUMEN
El artículo muestra la complejidad y multidi- nnensionalidad de la interculturalidad y realiza algu- nas consideraciones partiendo de las disciplinas de la ética, psicologia, educación y politica. Nos intere- sa subrayar la inserción como un modo de ser y de relacionarse y su papel en el plano de las relaciones interculturales. También subrayar la existencia y permanente conflicto de los espacios entreculturas y el llamado de Lévinas a una libertad como respon- sabilidad por los/as otros/as. Insistir en la posibili- dad de la ruptura personal y la "desobediencia cultu- ral" que, según Fornet-Betancourt, permite apuntar hacia las formas críticas de la estabilización cultural y así corregir y mejorar para alcanzar una mayor hu- manización personal y de los espacios que üabita- mos. Si hoy tenemos mayor conciencia de lasca- racterísticas y de los comportamientos intercultura- les es necesario introducir una formación especifica en las competencias interculturales para potenciar esos espacios y crear formas de convivencia, sobre la base de una mínima justicia e igualdad. Palabras clave: Interculturalidad, espacios entre- culturas, libertad, alteridad.
ABSTRACT
Thisarticle shows thecomplexity and multidimensionality of intercuiturality and explores someconsiderationsbasedonthe disciplines of ethics, psychology, education and politics. Cultural insertionisemphasized as a way of being and relat- ing, as isits role ontheplane of intercultural relation- ships. Thestudyalsounderlinestheexistence and permanentconflict of intercultural spaces and Levinas'scall to liberty as responsibilityforothers. Itinsistsonthepossibility of personal rupture and "cul- turaldisobedience," which, according to Fornet- Betancourt, permitpointing to criticalforms of cul- turalstabilization and therebycorrecting and im- provingthem to achievegreater personal human- ization and humanization of thespacesweinhabit. Iftoday, thereis a greaterawareness of thecharacter- istics and requirements of interculturaibehaviour, itisnecessary to introduce specific training in intercultural competences to empowerthesespaces and createforms of coexistencebasedon a minimum of justice and equality. Keywords: Intercuiturality, intercultural spaces, lib- erty, alterity.
Recibido: 29-09-2012 > Aceptado: 17-01-2013
Diana de VALLESCAR, P. 58 Interculturalidad, espacio entreculturas y la referencia ético-moral
INTRODUCCIÓN
Un contrapunto importante a nuestra temática se encuentra en la Conferencia de los Ministros del Consejo de Europa, celebrada en Vale do Garrâo (Algarve) los días 28 y 29 de Octubre 2005, con el título: "Diáíogointercuiturai: Os Caminhos de Futuro". En ella se apeló a la búsqueda de un nuevo entendimiento cultural para lograr alcanzar la estabilidad y la construcción de la paz en el Mundo. Sus ejes temáticos fueron: el papel de la cultura en la prevención de los conflictos, el refuerzo de la cohesión social y el apoyo a la expresión cultural en el contexto de los derechos humanos y el desen- volvimiento sustentable. Asimismo se enfatizó la necesidad de pasar de la retórica sobre la promo- ción del diálogo intercultural hacia ia acción concreta y ia necesidad de crear una piataforma interna- cíonaí que abra nuevas vías ai diálogo.
Las preguntas que hoy nos surgen en el momento presente son las siguientes ¿Hemos avan- zado? o ¿Qué desafios se presentan hoy?, estas cuestiones nos ayudan a orientar algunas observa- ciones sobre la temática y su planteamiento. Hay que hacer caminos y tender puentes, y estos últimos se sostienen mejor cuando son afianzados entre las dos orillas. Para construirlos es necesario andar un camino. A continuación apuntamos hacia algunas referencias a considerar en este trayecto.
DELA INTERCULTURALIDAD Y LO ÍNTERCULTURAL
Parafraseando la metafísica de Aristóteles, la interculturalidad se dice de muchas maneras... Basta asomarnos a las publicaciones de últimos años, o incluso recurrir a cualquier buscador infor- mático, para verificar que la temática se ha disparado en varias direcciones^ Con todo, es posible apreciar que en los distintos ámbitos, a saber, político, académico o pedagógico, todavia asistimos a una considerable producción de teorías o modelos, propuestas, programas para enfrentar los desa- fíos e problemas que plantea la interculturalidad, mientras que es notable la escasez de los estudios empíricos acerca de los procesos y relaciones interculturales, en particular, en la educación, a pesar de su papel esencial de cara al futuro que nos espera^. A modo de simple aproximación a la interculturalidad, puesto que intentar definirla resulta pro- blemático, restrictivo y es síntoma de una mentalidad occidental monocultura^, diremos que se trata de una deliberada opción poriainterreíacíón (acción /comunicación /diálogo) entre personas, grupos o instituciones que pertenecen a culturas diferentes o mantienen señas de identidad más próximas o lejanas entre sí. No puede ser impuesta desde arriba, o por una cultura dominante. Además, integra varias dimensiones como son: el intercambio, reciprocidad, interacción, relación mutua, apertura y solidaridad efectiva, entre los distintos modos de entender la vida, los valores, la historia, lasconduc- tas sociales, etc. El estudio déla interculturalidad es complejo y puede realizarse desde el cruce de varias pers- pectivas, tales como la ética, la psicológica, la pedagógica y la política. Estas perspectivas pueden
1 FORNET-BETANCOURT, R (2001). "Supuestos, limitesy alcance de la filosofía intercuiturai". D/á/ogoF/7osóffco,n° 51, Madrid, España, pp. 411-426; DIETZ, G (2003). Muiticuituraiismo, intercuituraiidad y educación: una aproximación an- tropoiógica. Granada - México, EUG - CiESAS; DE VALLESCAR P, D (2000). Cuitura, Muiticuituaiismo e Intercuiuraii- dad. Hacia una racionaiidadintercuiturai. Madrid, PS editorial.
2 REiCH, H (1994). "InterkulturellePädagogik: eineZwischenbilanz", ZeitschriftfürRädagogik, 40 n" 1, pp. 9-27.
3 FORNET-BETANCOURT, R (2004). "Filosofar para nuestro tiempo en clave intercuiturai". Concordia, ReiheMonograp- hien- Band 37, Aachen, WissenshaftsverlagMainz, pp, 9-14.
Utopia y Praxis Latinoamericana. Año 18, No. 60 (2013), pp. 57 - 68 59
integrar un conjunto de categorías-variables, a saber: las relaciones, lo igual y lo diferente, la tradi- ción, la innovación y la distancia. La interculturalidad es una acción consciente y concertada por parte de los impiicados, no una pasiva recepción de elementos socioculturales". Se desarrolla en nuestra vida cotidiana y de formas muy concretas, sea en el ámbito público o privado. La aceptación y la comprensión son claves para despertar/favorecer ese proceso que puede traducirse en el aumento de las capacidades percepti- vas, cognitivas y comunicativas e incluso para el trabajo en común. También contribuyen al cambio de la propia imagen y la adecuación a una nueva situación. No se puede vivir la interculturalidad sin una actitud de diálogo inter/intrapersonal^.
Resta añadir, que lo que pueda ser la interculturalidad y lo intercultural guarda una relación estrecha con las prácticas y los diferentes modos de vida de las personas. Y es desde ellas que inter- pretamos lo intercultural, como sujetos activos e implicados. Es decir, somos nosotros/as aquí y aho- ra, quienes interpretamos desde una teoría o discursos sobre la intercultural, asentados en una de- terminada experiencia y la propia biografia.
PUNTO DE PARTIDA: LA INSERCIÓN CULTURAL Y LO INTERCULTURAL COMO MODO DE SER Y RELACIONARSE
Watsuji, un filósofo japonés siempre que se preguntaba por la persona humana, invariable- mente lo conectaba con la pregunta ¿qué es Japón y cómo son los japoneses?^. Pero suele ser más conocida entre nosotros/as la afirmación de Ortega y Gasset "yo soy yo y mi circunstancia", para re- ferirnos a la vinculación entre el yo y las circunstancias que le van modelando, revelando parte de su identidad (quien soy, o quien quiero ser)' O bien, la idea de Sartre" con su concepción de sujeto como ser-en-situación y/o universal singular y la concepción de la Escuela crítica de Frankfurt y Ha- bermas^ cuando subrayan la diversidad de "mundos de vida"y "visiones de mundo" de los que parti- cipa todo ser humano. Esas filosofías dan cuenta del sujeto humano inserido -o en relación interdependiente- con su respectivo universo cultural y de su humanización. Ese constituye su punto de apoyo (histórico-an- tropológico, no ontológico), situación y horizonte. Es la plataforma desde donde se lanza al mundo y responde, según las preocupaciones, necesidades o cuestiones que ie plantea. No obstante, desde los primeros años de vida la persona necesita ser introducida en la cultura a través de un conjunto de procesos de socialización (enculturación) para poder apropiarse de ella. Esto significa, que la situa- ción no es un destino inmutable y que existen posibilidades distintas por desarrollar, a nivel personal y cultural. Pero siempre pasa por el reconocimiento del papel de la circunstancialidad y sus límites, y del poder hacernos cargo que existen otras perspectivas sobre el mundo. Sin embargo,
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