Investigacion Como Base De Enseñanza

La crítica de la enseñanza. Carr, W. y Kemmis

Desde la perspectiva crítica el profesional de la educación debe someter sus objetivos, juicios y valores a la reflexión autocrítica, sin perder de vista que las cuestiones educativas no se resumen en lo individual, sino que comportan siempre una dimensión social y su resolución, por tanto, exige acciones colectivas (Carr y Kemmis, 1988).
Esto significa que la investigación crítica debe proponer interpretaciones teóricas como base para el análisis de las prácticas distorsionadas por razones sistémicas, así como sugerir las acciones que puedan modificarla. El investigador no propone teorías que deben ser aceptadas por los prácticos – los docentes-, sino que aporta interpretaciones a la luz de las cuales estos puedan discutir críticamente cómo su quehacer está influido por las estructuras sociales y políticas.

La ciencia social crítica según Habermas suministrará “el tipo de entendimiento autorreflexivo mediante el cual los individuos se explicarán por qué les frustran las condiciones bajo las cuales actúan y se sugerirá la clase de acción necesaria para eliminar si procede, las fuentes de tal frustración” (Carr y Kemmis, 1988, p. 149)
Así una teoría crítica de la enseñanza deberá someter “las creencias y justificaciones de las tradiciones prácticas existentes y vigentes a la crítica racional, la teoría transforma la práctica, modificando las formas de experimentar y comprenderla" (Carr, 1996) 

Aunque en el terreno de la didáctica general no abundan los aportes provenientes de la teoría crítica creemos que constituye una perspectiva válida para sustentar la tarea de la didáctica en el Nivel Inicial en cuanto permite:

Emancipar a los maestros de su dependencia de prácticas que son producto de la rutina o la tradición mediante la generación de formas de investigación que las pongan de manifiesto y permitan analizarlas.

Una de las líneas de investigación que más tiene para contribuir a esta tarea 2es sin duda la orientación denominada “pensamiento del profesor” o “conocimiento del docente”. El conocimiento docente es una síntesis particular de conocimientos de las ciencias de la educación, curriculares – compuestos por saberes disciplinares y didácticos- y conocimientos prácticos– conocimientos socializados y hábitos y rutinas.

La predominancia de los conocimientos prácticos sobre los curriculares y de las ciencias de la educación genera un tipo de conocimiento que llamaremos del oficio de enseñar, por el contrario llamaremos conocimiento profesional a la interacción equilibrada entre los tres tipos de saberes.

El desarrollo de estrategias que ayuden a examinar las creencias y los supuestos básicos implícitos en los marcos desde donde los docentes organizan sus prácticas parece especialmente relevante para el nivel. Deberían

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