Investigacion

Promover la vida

Marie- Francoise Colliere

Este libro nos habla de la evolución de los cuidados y del progreso de la enfermera desde su rol, delimitando la práctica profesional: los cuidados de enfermería.

Para comenzar analizaremos el origen de las practicas de cuidado y su influencia en la práctica de enfermería. La historia de los cuidados se origina alrededor de orientaciones:

• Asegurar la continuidad de la vida del grupo y de la especie: a través de recursos energéticos, alimento, protección contra con cambios ambientales, vestimenta, vivienda, etc. El mantenimiento de estas funciones vitales son llevadas a cabo por hombres y mujeres y su organización dará origen a la división sexual del trabajo.

• Enfrentarse a la muerte: Nacen los primeros discursos sobre el mal, surgen las orientaciones metafísicas. El Mal es portador de la enfermedad y de la muerte.

Estas dos orientaciones dificultaron la identificación de de los cuidados de enfermería, la primera hace referencia a los cuidados que tiene que ver con la fecundidad, desde la concepción hasta el nacimiento, elaborados alrededor de la mujer, lo hacen toda su vida cuidando a los niños y también a los enfermos y moribundos.

Sin embargo los cuidados que requieren fuerza física están vinculados con los hombres, de este modo de constituyen los cuerpos enfermeros vinculados a los ejércitos.

Los cuidados se reconocieron como un hecho social que se atribuía a las mujeres, madres (por la experiencia que esto les atribuía) y estas transmitían sus prácticas de unas a otras. Os cuidados en este momento no son redituables, el trabajo de la mujeres es considerado un servicio prestado, que conlleva a un servicio a cambio.

Luego, bajo la influencia de la iglesia se comienza a asentar una nueva concepción de los cuidados, erradicando el empirismo, y es esta quien decide los conocimientos que se deben utilizar para cuidar y limita los hábitos de higiene. La práctica de medicina será exclusiva de los hombres de Iglesia, los médicos son sometidos a celibato y los enfermos que se niegan a confesarse no reciben atención.

En esta época las mujeres tienen prohibida su entrada a la escuela de medicina y las que ejercían cuidados si haber hecho estudios médicos eran declaradas brujas y castigadas con la muerte.

Aparece entonces la mujer Consagrada: vírgenes y viudas que van a dedicar su tiempo a los pobres, enfermos y moribundos, convirtiéndose en una función social, la del diaconato. Estas mujeres podían ejercer algunas actividades curativas en las iglesias o en los hospitales y la educación de las niñas.

A finales del siglo XI nos encontramos con diferentes agrupaciones: las Beguinas, Las Agustinas del Hospital Paris, las Hijas de la Caridad, etc., no sometidas a la clausura como las primeras. Sus prácticas de cuidado se basan en los valores religiosos y morales, no evitan el sufrimiento, se aconseja. Las mujeres consagrada se encontraban subordinadas a los que saben, no tiene derecho de adquirir conocimiento ni a preguntar.

Con la separación de la Iglesia y el estado en Inglaterra, aparece la enfermería, en donde los cuidados en el enfermo y su entorno van a tener en cuenta la enfermedad. La actividad medica se amplia y es necesaria la ayuda de personal que se encargue de ciertos cuidados prescriptos por el médico. De esta forma es que nos encontramos con el auxiliar del médico quien prepara los materiales necesarios para su actividad y se encarga de los cuidados prescriptos, accediendo a conocimientos médicos.

Es así que a través de estos dos modelos, el de la mujer consagrada y el nacido de la medicina moderna, la enfermería se abre a dos campos de ejercicio diferentes: el ejercicio en el medio hospitalario de las enfermeras hospitalarias y el ejercicio fuera del hospital de las enfermeras visitadoras.

Socialmente la práctica de cuidados de la mujer enfermera-auxiliar del médico se devalúa al no tener un contenido profesional propio, los cuidados son consideraros tareas de bajo nivel que necesitan poca capacidad.

Con el tiempo las enfermeras se centraran en las técnicas de los cuidados haciendo de esta su objetivo prioritario de su formación. De esta forma los cuidados comenzaran a tener precio al hacerse más médicos y al dividirse en tareas.

La función de la mujer-enfermera- auxiliar del médico es la basa del proceso de profesionalización, alrededor del rol de la enfermera. Surgen las escuelas de enfermería, se ingresa como se ingresa a un convento, el hospital es donde se realizan las practicas y se aprende el rol de la enfermería, el régimen es de internado, por esta razón su visión del mundo es limitada, las relaciones son muy pobres, su rol social invade el terreno de su vida personal. De este modo las mujeres enfermeras no son conocidas como mujeres que ejercen la enfermería, su personaje es de “la Enfermera”.

El 27 de junio de 1922 se ratificaba a través de un decreto la formación profesional. El 31 de mayo de 1978 a través de un nuevo decreto se reconoce un rol propio que corresponde al enfermero (a).

Otra etapa del proceso de profesionalización son los grupos representativos. El primer grupo se constituye a alrededor de los valore religiosos y morales, los demás grupos se constituyeron alrededor de asuntos u cuestiones relativas a la formación.

Con la formación en las escuelas empiezan a aparecer las publicaciones de enfermería, divididas en dos géneros: los manuales y guías técnicas, los boletines y revistas profesionales. Los manuales y guías son redactados por médicos. Las enfermeras monitoras redactaran los manuales técnicos después de la segunda Guerra mundial. Las revistas son de contenido técnico y también contienen información sobre las grandes patologías.

Asi enfermería, desde sus inicios, busco la identidad profesional y la revaloración de su rol. Para ello debía apartarse de la influencia médica, lo cual suponía principalmente desmedicalizar los cuidados de enfermería identificando su naturaleza y diferenciándolos de los cuidados médicos, tratando siempre de hacerlos complementarios; adquirir el sello de una formación superior lo cual ofrece a la profesión una gran posibilidad ya que prepara personas capaces de utilizar y de difundir, con su práctica, una variedad de conocimientos indispensables para los cuidados de enfermería; y adoptar la imagen de marca de la investigación, la cual se basa en principio casi siempre en la formación: su orientación, sus métodos, sus formas de evolución, la organización de sus cuidados. La investigación profesional es una actitud de apertura y de interrogación sobre lo que se descubre y sobre lo que se puede hacer

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