Jabon De Maguey

ANTECEDENTES

El maguey es una planta emblemática para los mexicanos. A lo largo de la historia, desde antes de la llegada de los españoles o del México independiente, esta maravillosa y versátil planta, nos brinda, no solo las bebidas que se obtienen de las diversas especies de maguey, sino un abanico de usos prácticos y potenciales que nos hace estar muy orgullosos de nuestros orígenes.

Los agaves o magueyes, junto con las yucas y los amoles pertenecen a un grupo de plantas que se denominan en conjunto como Agavaceae. Este grupo, reconocido como “familia” en términos botánicos, representa un grupo de plantas suculentas de gran importancia en México. Aunque la domesticación del maguey data de hace unos 12,000 años, en algunas especies como el maguey de pulque o manso (Agave salmiana) parece haber iniciado hace apenas 3,500 años. Durante los años 2,000 a 200 a. C. el maguey era ya cultivado por las culturas de Tula, Tulancingo y Teotihuacan, en donde se han encontrado raspadores de piedra cuya finalidad era la obtención de aguamiel. Algunos códices de la época colonial, como el Florentino muestran cómo se sembraba el maguey a la llegada de los españoles a México. Francisco Hernández, protomédico e historiador de Felipe II, rey de España, en su obra “Historia de las Plantas de la Nueva España”, menciona en 1570 al maguey con sus nombres tradicionales, usos más frecuentes e ilustración de la planta.

La palabra maguey parece de origen antillano, derivada de las palabras meguey, magheih, magney o mangueis y fue traída por los españoles durante la conquista. Los nahuas conocen a los magueyes con el nombre de metl; los otomíes como uadá o bomi´ni, los zapotecos como dua o doba, los mixtecos como yabi y los purépechas como tacamba. En 1753, Carlos Linneo, padre de la Taxonomía, designó con el nombre genérico de Agave a este tipo de planta. La palabra proviene

de una raíz griega que significa “admirable” y describe no sólo su rara apariencia, sino además, su gran longevidad y su floración, que ocurre una sola vez en la vida, para después morir. Durante la época prehispánica, las agaváceas tuvieron un muy importante papel, proporcionando al hombre alimento, calor, techo, vestido, medicina, bebida, uso religioso, ornato, muebles, implementos agrícolas, forrajes y otros usos diversos. Los nahuas utilizan los magueyes de manera completa, desde las raíces hasta las semillas, dándole nombre a cada órgano de la planta. Llegaron a deificar a esta planta como la diosa Mayahuel, la diosa del maguey, madre de los 400 señores conejo, dioses de las diferentes formas de la embriaguez o borrachera. Como al maguey y al aguamiel se les atribuía un origen divino, su uso estaba restringido a ciertos acontecimientos importantes, como la recolección de la cosecha, ceremonias para atraer la lluvia, matrimonios, nacimientos y entierros.

De esta manera el maguey tuvo un lugar fundamental en la historia indígena.

CICEANA. Centro de Información y Comunicación Ambiental de Norte América, A. C.

INTRODUCCIÓN

La diversidad de fauna en zonas áridas y semiáridas de México puede ser considerada como moderada, ya que está constituida por más de 6000 especies vegetales conocidas.

Sin embargo, ofrecen un considerable potencial de recursos naturales catalogados como forestales, con posibilidades de ser aprovechados de manera racional y sostenible, para contribuir al mejoramiento de los niveles de vida del sector rural, en particular, ya que ofrecen múltiples alternativas de recursos maderables, alimenticios, forrajeros, industriales, energéticos, ornamentales, artesanales y/o medicinales. Entre otros, se ha seleccionado al maguey, para la obtención de sus beneficios vertidos en forma de jabón.

Las palabras maguey y agave son sinónimos. La diferencia está en el uso que se le da a la planta. La sábila (o aloe) es aquella que se utiliza para fabricar aceites o jabones. El henequén (agave fourcroydes) es la que se usa para producir fibras. Del maguey se produce el pulque, bebida fermentada muy popular en México y de baja graduación alcohólica (maguey manso). El agave es la planta de cuyos jugos fermentados y luego destilados se obtiene el mezcal o el tequila.

En la actualidad, el término comúnmente utilizado en México para nombrar al agave, es maguey. México es el centro de origen de la familia Agavaceae, a la que pertenecen ocho géneros, entre ellos el género Agave. De las 273 especies descritas de esta familia, que se distribuye en el continente americano –desde Dakota del Norte, EUA, hasta Bolivia y Paraguay– en México se encuentra la mayor diversidad con 205 especies, de las cuales, 151 son endémicas. Los estados más ricos en número de especies son Oaxaca, Chihuahua, Sonora, Coahuila, Durango y Jalisco. Encontramos desde el más pequeño “henequén” o el agave deserti de Baja California, cuyas hojas solo tienen 30 cm. de largo, hasta el más grande que crece en el centro del país que llega a tener un diámetro de 10 metros y una altura de 3 metros.

Álvarez S., T., y F. Chica (de la), 1974, “Fauna de México”, en El escenario geográfico: Recursos naturales, SEP-INAH, México, pp.261-264..

Son plantas hermafroditas y monocotiledóneas, es decir, que su semilla es indivisible, como el maíz. Si bien de aspecto son parecidas a los cactus, pertenecen a otra familia, las amarilidáceas.

Tienen forma de piña (o ananá) de la cual salen sus hojas o pencas, a veces rectas y otras dobladas de manera caprichosa, carnosas pero duras, de bordes espinosos, a veces de color amarillo, y con una púa en la punta. Sus flores (llamadas quiotes) llegan a medir 12 metros. El color va desde el verde claro hasta el verde oscuro casi púrpura, pasando por varios tonos de azul.

Se reproducen de dos maneras. Una forma es cortar sus flores, quitar los pétalos, ya que en cada una de ellas se forma una yema que da origen a un hijuelo (un quiote puede dar de 550 a 2500).

La otra es a partir de un rizoma que sale de la base de la planta que al estar a ras del suelo, le da el sol y entonces crece una yema que da origen a un hijuelo (desde su primer año, la planta da de 8 a 15 hijuelos, por lo cual es importante mantener el terreno desmalezado).

En ambos casos se siembran estos hijuelos en invernaderos hasta que den raíces (de 3 a 4 años). Luego son transplantados al lugar definitivo hasta que alcancen el tamaño necesario para cosecharlos (tardan alrededor de 7 años en desarrollarse).

http://www.elportaldemexico.com/cultura/bebidas/magueyagave.htm

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