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Juan Pablo Castel


Enviado por   •  27 de Noviembre de 2013  •  Tesis  •  6.852 Palabras (28 Páginas)  •  409 Visitas

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Introducción

Juan Pablo Castel es un pintor tan atormentado por su soledad como por establecer contacto con lo que para él hubiera sido su "alma gemela", el entrecruzamiento de dos túneles, de dos seres ajenos al mundo abierto.

A través de Maternidad, una obra plástica de Castel, ese destino que parecía imposible encuentra un resquicio por el cual colarse hasta el corazón del pintor: María, una joven de espíritu indescifrable, ve en el cuadro Maternidad un detalle que le fascina, el mismo detalle que había fascinado al mismo creador de la obra. Es a partir de ese momento que Castel se obsesiona con María, una obsesión que terminará con el crimen de la joven a manos del pintor.

En el marco de una aproximación de Ernesto Sabato casi ensayística (no por la forma, sino por el contenido) a propósito de la soledad, el amor, los celos y la existencia del ser humano como ser social, El túnel tiene la forma de una obra cuya suma de contenidos da por resultado un género algo distante del que, parece, prevalecerá a partir del primer capítulo: no será un policial, a pesar de que Sabato impone a su protagonista comenzar la historia confesando el crimen que cometerá en dos equinoccios: en el de la historia misma por un lado, y en el equinoccio de la personalidad doble de Juan Pablo Castel: mientras que en el inicio, al confesar su crimen y, a la vez, convertir al lector en una suerte de cómplice pasivo, aparece su faceta fría y coherente, en el final se descubre el monstruo pasional oculto tras los pensamientos lógicos y la mente calculadora.

Tampoco se encuentra el lector con una novela de misterio, ya que el personaje de María, más allá de su lado oscuro, no llega nunca a ser eje de la historia, puesto que el personaje mismo es creado por el narrador (Castel) a través del crisol de sus propias apreciaciones lingüísticas y paralingüísticas de María.

En cambio, sí es fácil decir que se trata de una novela psicológica y metafísica; todo pasa por los pensamientos, los sentimientos y los amores nacidos de los odios de Castel. En este sentido, la utilización de la primera persona acaba siendo determinante.

CAPITULO I: la historia

Sinopsis

Juan Pablo Castel, un pintor con problemas para comunicarse con la gente, en una de sus muestras ve a María, una muchacha misteriosa que queda atónita en la contemplación de la escena de un cuadro de Castel.

Castel, entonces, se maravilla con María, ya que ella ha sido la única que ha prestado atención a ese detalle, el cual él considera como un puente para la conexión entre dos personas: él estaba esperando en uno de los extremos; María parece ser la persona que ha aparecido en el otro, entonces la conexión se vislumbra posible.

A partir de ese momento Castel y María inician un tormentoso romance, en el transcurso del cual Castel irá sucumbiendo a sus propios fantasmas psicológicos, a medida que descubrirá que María no era todo lo pura que pudo haber creído.

Los celos, la incomunicación y el terror a la soledad, llevan a que Castel, finalmente, asesine a María.

El entorno de María: personajes

· Allende (también Adv.Cult., más allá de): esposo de María. Es ciego y aparece como un hombre culto, sosegado y sociable. La posibilidad más viable indica que sería consciente de los engaños de su esposa, y que los aceptaría a cambio de lo que su esposa podía darle a él. Al final, cuando Castel le confiesa que María está muerta, se suicida.

· Hunter (inglés, cazador): primo y, se sugiere, amante de María. Descrito como frívolo y mujeriego, es el principal disparador de los celos de Castel. De hecho, Castel decide matar a María cuando se entera de que ella ha preferido, en cierto momento, encontrarse con Hunter y no con él.

· Richard: examante de María; no tiene un rol activo en la historia, pero la alusión a su pasado (María le habla de él a Castel, le comenta de unas cartas, y así Castel continúa urdiendo su trama de locura), y el hecho de que se hubiera suicidado, resulta una pieza importante en ese rompecabezas abstracto cuya imagen final acaba enloquecer a Castel.

Análisis

Publicada en 1948, El túnel es una pieza emblemática de la corriente de los nuevos novelistas latinoamericanos que, en el siglo XX, sumergieron al hombre en su realidad, un ente en su entorno natural, el de la sociedad y el de las vicisitudes que la vida social depara a su fauna.

A partir del uso de la primera persona, los autores reflejan el tormento del hombre moderno, sus fantasmas, sus ambigüedades y las temáticas de la soledad, la muerte y de una existencia carente de sentido. De esta forma ponen al lector como uno de los actores principales de esta nueva corriente, como parte de esa realidad retratada mediante el cosmos psicológico de sus personajes, sus sistemas internos con sus órbitas de pensamientos y torturas.

Dicha tendencia queda perfectamente reflejada en estas palabras de Moreli: «Por lo que a mí respecta, me pregunto si alguna vez conseguiré hacer sentir que el verdadero y único personaje que me interesa es el lector, en la medida en que algo de lo que escribo debería contribuir a mutarlo, a desplazarlo, a extrañarlo, a enajenarlo».

Esta búsqueda de los novelistas latinoamericanos por insertar de alguna manera al lector en sus obras, como se ha mencionado, decanta en el uso de una primera persona que permite ponerse en los zapatos del protagonista o, al menos, en una suerte de confidente (algo muy presente en El túnel, en cuanto Castel "se nos confiesa" y se molesta, todo el tiempo, en aclararnos sus acciones, y en justificar sus pensamientos, aunque él mismo diga que le importa un bledo lo que piensen de él).

Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne, (Sabato, 2012: 7).

Así, de manera tan incisiva, tan directa, Sabato, a través de su personaje principal, el pintor Juan Pablo Castel, comienza la trama de El túnel (1948, Editorial Sur). Trama que no se enreda en ningún momento, por otra parte. No hay lazos que el lector deba desenmarañar; el devenir de los hechos es la creación exclusiva de la mente convulsionada de Castel, así como el aumento de la tensión y la comprensión del argumento por parte del lector: parece evidente que Castel es victimario, pero sin dudas también es víctima de sí mismo. Y su

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