Juan Salvador Gaviota

JUAN SALVADOR GAVIOTA

Este libro trata de una gaviota solitaria que se la pasaba practicando vuelos para llegar a tener el más perfecto, y aprender nuevas acrobacias, para ella lo más importante era volar, y no simplemente encontrar comida. A pesar de que sus mismos padres se avergonzaban de él. Trató de ser como los demás, pero fue inútil; hasta que un día volvió a alta mar para seguir practicando. En éste libro encontramos claramente que nunca debemos abandonar nuestros sueños, aunque mucho de estos no sean lo que los demás quieren para nosotros, es mejor ser feliz con nosotros mismos, dirigirnos hacia nuestra libertad, afrontando las consecuencias que tengamos en el camino. Enseñar a los demás es cuando uno aprende.

Juan Salvador era ésta gaviota tan admirable que para todos en su bandada era una vergüenza por las maniobras que hacía en el aire, aunque nadie ni sus propios padres lo apoyaban, el nunca desistió a dejar su sueño de encontrar el vuelo perfecto. Un día tuvo un accidente perdiendo el sentido y cuando lo recobró,  se prometió que sería como las demás gaviotas, pero en ese mismo instante rompió su misma promesa y con más fuerza quizá conseguir su más anhelado sueño. Con la práctica que hacia día y noche obtuvo velocidades muy grandes, pero nunca eran suficientes para él, ¡él siempre quería más!. La persistencia de realizar éstos vuelos, la bandada tomó una decisión, optó por exiliarlo. Se fue a los Lejanos  Acantilados. Pero ni el estar solo nuevamente logró que dejara de practicar y practicar y así es como encuentra a dos gaviotas volando en el cielo junto con él, ellas lo llevarían a su nueva etapa por vivir.

Ahí conoce a Rafael un instructor, el cuál Juan deja muy sorprendido y le dijo: tú Juan, eres una gaviota en un millón, aprendiste tanto de una vez que no has tenido que pasar por mil vidas para llegar a esta.

Juan se convierte en un instructor, regresando así al lugar de donde el venía, para entrenar a Pedro Pablo Gaviota, había sido exiliado como Juan, pero ellos tenían un sueño en común aprender realmente lo que era volar. Pedro estaba demasiado furioso por que la bandada era incapaz de ver más allá, solo se conformaban con volar para encontrar comida, sin encontrarle el verdadero sentido de sentir la libertad en sus alas. Pedro Pablo Gaviota, tenía una meta por cumplir, perdonar a la bandada, aprender y trabajar para ayudarles a comprender. Después d ser entrenado por Juan. Sin embargo Juan logró que más integrantes de la bandada quisieran aprender todas las acrobacias que podían llegar a realizar. Juan por último le dijo a Pedro, no hay límites.

Éste es un libro que desde principio hasta fin, me gusto totalmente, el involucrarme realmente con la gaviota, me hace comprender que mis sueños son y serán míos nada más, en ocasiones seré afortunada si tengo el apoyo de gente cercana a mí o desafortunada si no lo tengo, pero tengo la idea de tenerme a mí misma en cada uno de mis metas. Comprendí que llevar al pie de la letra las reglas puede llegar hacer un obstáculo para sentirme satisfecha, si no estoy de acuerdo con algunas de éstas tengo la opción de sugerir. Me encantó que Juan Salvador Gaviota, nunca se rindió ante su situación, por más que querían hacerlo cambiar, creo que le inyectaban más fuerzas para poder lograr su vuelo perfecto. Juan cuando fue exiliado, tuvo la fuerza suficiente de poder defenderse ante todo el consejo de bandada, aunque una gaviota nunca replicaba, pero él lo hizo. Juan quería que le dieran la oportunidad de enseñarles a vivir, de aprender y de ser realmente libres. Pero nunca fue escuchado.

Muchas veces tenemos la oportunidad de aprender de los demás, pero nos es tan difícil aceptar la ayuda, que perdemos en muchas ocasiones oportunidades enormes, por egoístas y tener una mentalidad demasiado cerrada al cambio, cuando inconscientemente sabemos que los cambios son necesarios para mejorar. Se dice que la felicidad está después de nuestros miedos. La frase que me encantó fue, cuando Juan le dice a Rafael que porque aquí no hay tantas gaviotas, porque de donde el viene había miles y miles de gaviotas, Rafael le dice que él lo sabe, pero que la única respuesta que podía darle era esta: “Juan, es que tú eres una gaviota en un millón, la mayoría de nosotros progresamos con mucha lentitud, pasamos de un mundo a otro casi exactamente iguales, olvidando en seguida de donde habíamos venido, sin preocuparnos hacia dónde íbamos, viviendo solo el momento presente”.^[1]

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