Juego Cooperativo
smalvilles5 de Marzo de 2013
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¿QUÉ ES UN JUEGO?
Es una actividad. Se hace algo.
Hay una persona al menos. Por tanto habrá ideas, pensamientos, sensaciones, sentimientos, relaciones interpersonales. ¿Hay juegos en los que no constan estos elementos?
Hay un acuerdo para funcionar, un reglamento, unas normas. A veces las normas son pocas. Puede ser una sola norma. En educación infantil debe haber muy poquitas normas. El acuerdo de actuación puede ser implícito (no se expresa, se intuye), puede ser preestablecido, y a veces es constructivo (se puede ir construyendo y modificando según se desarrolla el juego).
Esto es posible porque hay un marco de referencia abierto a la creatividad. A la posible inclusión de las reacciones propias de las personalidades de quienes participan. Lo específico del juego es que permite ordenar todos los elementos anteriormente descrito de formas muy variadas.
Y gracias a la creatividad, esto puede resultar divertido, gracioso aunque también hay juegos que no son divertidos.
El juego en este contexto siempre tiene un contenido educativo. Al ser creativo y permitir el desarrollo libre de la personalidad se hace fácilmente repetitivo y deja una huella importante en nuestras experiencias vitales de manera que adquirimos nuevos hábitos de conducta. Esto se puede producir de manera consciente o inconsciente. Y las nuevas conductas pueden ser positivas o negativas.
LOS JUEGOS COOPERATIVOS.
Las niñas acaban de llegar . . . Cómo conocerse, afirmarse, encontrar su lugar, escuchar, desarrollar una mirada positiva de sí misma y divertirse valorándose.
¿QUÉ ES UN JUEGO COOPERATIVO?
Un juego cooperativo es un juego sin ganadoras ni perdedoras, sin excluidas ni eliminadas, sin equipos temporales o permanentes. Es exactamente lo que distingue a estos juegos de los juegos de competición y de muchas actividades deportivas.
Lejos de potenciar los juegos de competición que también desarrollan valores, acá el acento está puesto en la convivencia, el placer de encontrar a otras y un desafío, encontrar una meta en común.
El juego cooperativo es un juego donde el simple placer de jugar está puesto en avanzar dentro de la persecución de un objetivo de grupo, que será alcanzado gracias a la ayuda mutua dentro de las interacciones.
Uno de los orígenes de los juegos cooperativos está en los new games de Steward Brand de los E.E.UU. planteados en el momento de la guerra de Vietnam.
Los canadienses entonces, han vuelto a tomar una parte de estos juegos sin violencia ni competición para plantear los juegos cooperativos. Terry Orly, profesora de la universidad de Otawa y autora de juegos y deportes cooperativos, ha jugado un papel importante dentro de esta etapa. Ha descubierto juegos cooperativos y tras la huella de la antropóloga Margaret Mead ha apuntado la tesis, según la cual, hay un lazo entre la frecuencia de la utilización de los juegos cooperativos y el carácter noviolento de tal o cual cultura. Estos trabajos en las escuelas de Canadá han permitido comprender mejor el impacto de la práctica de tales juegos sobre los comportamientos y más particularmente, sobre la facultad de evolucionar en grupo.
Algunos psicólogos han traído este tipo de juegos a Alemania. En España se difundieron ampliamente a través de LA ALTERNATIVA DEL JUEGO (1986), JUEGOS Y DEPORTES COOPERATIVOS de Terry Orlick y otras publicaciones que siguieron.
En 1988 Mildred Masheder publicó en Inglaterra LET´S COOPERATE.
¿CUÁL ES EL APORTE DE LOS JUEGOS COOPERATIVOS?
Los Juegos Cooperativos ayudan a las niñas y niños a:
• Tener confianza en sí mismas.
• Tener confianza en las otras personas.
• Poder experimentarse y experimentar aquello que sienten.
• Poder interpretar y aceptar .los comportamientos de las otras.
• Poder transformar sus comportamientos en función de las otras.
• Comprenderse mejor a sí mismas y a las demás.
• Superar sus angustias, sus culpabilidades y la sensación de sentirse juzgadas.
• Vivir en grupo y sentirse responsable de sí y de las otras.
• Comunicarse positivamente con las otras.
Para las adultas organizadoras, estos juegos permiten:
• Ver los diferentes comportamientos de las niñas.
• Conocer mejor a las niñas.
• Ver cómo funciona el grupo.
¿POR QUÉ UTILIZAR LOS JUEGOS COOPERATIVOS?
Para muchas entre nosotras el juego ha sido la primera pedagogía de la vida. Además es el medio de crecer y aprender. Hemos intentado experimentos con la intención de probar el placer, el deseo y la distracción. Lo que nos causa placer, satisfacción, lo adoptamos y lo rehacemos. Siempre hemos ocultado esta posibilidad y, peor aún, identificado el trabajo con lo serio y el juego con lo no serio.
Para nosotras el juego está directamente ligado al placer intenso y ofrece la posibilidad de relativizar lo real.
Es tomar un lugar dentro del grupo, su lugar, aquel que se elige y se muestra a los otros. Es comunicar, dejar vislumbrar la fuerza de reacción.
¡A jugar . . . .!
FUENTE: Universidad de Namur. Bélgica.
¿CÓMO ES EL JUEGO COOPERATIVO?
Las personas juegan con las demás no contra las demás.
Juegan para superar desafíos u obstáculos y no para superar a las otras.
Buscamos la participación de todas.
Damos importancia a metas colectivas y no a metas individuales.
Buscamos la creación y el aporte de todas.
Buscamos eliminar la agresión física contra las demás.
Buscamos desarrollar las actitudes de empatía, cooperación,
aprecio y comunicación.
No discriminamos a las personas que tienen dificultades.
¿POR QUÉ HABLAMOS DE JUEGOS COOPERATIVOS?
Si pensamos un poco lo que suele ocurrir normalmente cuando jugamos, podemos observar que hay gente que se siente mal, otros que actúan con violencia, aparecen envidias y rencores. Y, en definitiva, una actividad aparentemente inofensiva provoca efectos negativos en la persona y en el propio grupo.
Aceptamos tanto en la vida como en el juego que son normales las relaciones de dominación y agresividad donde las personas fuertes superan a las débiles, y decimos que probablemente quien perdió se lo merecía, y que quien ganó también habrá sido por algo.
Muchas veces utilizamos juegos sin cuestionar los mensajes y valores que transmiten. Pongamos por ejemplo Las sillas musicales eliminatorias. En este juego las personas salen de la actividad si se quedan sin silla excluyendo a las menos habilidosas. Esto genera en ocasiones situaciones de angustia, de sentimientos negativos tanto en las eliminadas como en las ganadoras. A veces provoca agresividad y una tendencia a hacer trampas. ¿Es esto sano para el crecimiento personal y del grupo?
Los juegos cooperativos tratan de no excluir ni humillar a nadie, de conseguir diversión sin tener la amenaza de no conseguir el objetivo marcado, y de favorecer un ambiente de aprecio recíproco donde no se mira a la otra como competidora sino como compañera de juego.
EL JUEGO COOPERATIVO EN LA ESCUELA INFANTIL
Carlos Velázquez Callado
Un rápido vistazo al patio de recreo de una escuela cualquiera nos permitirá descubrir que la mayoría de los juegos infantiles que los niños practican en su tiempo libre son de tipo competitivo, en muchos casos imitando el deporte adulto que tanta relevancia tiene en los medios de comunicación social. Una observación un poco más detallada nos llevará a descubrir una separación por sexo en la mayoría de los juegos, cómo los niños más mayores ocupan los espacios más amplios del patio o cómo hay niños y niñas que pasan el recreo sentados en un rincón o simplemente paseando mientras charlan entre ellos. A veces he preguntado a estos niños por qué no juegan con los demás y sus respuestas son casi siempre las mismas: “no me gusta jugar al fútbol (y prácticamente todos los niños de su clase están jugando al fútbol)”, “los chicos no nos pasan el balón”, “no me gusta discutir y siempre terminamos discutiendo”, “si perdemos se burlan los de la otra clase (es habitual que en los juegos competitivos jueguen una clase contra otra)”, “no sé jugar y se meten conmigo”, etc. Estas respuestas me llevan a pensar que hay niños y niñas que no juegan no porque libremente hayan decidido no hacerlo sino porque se sienten incompetentes para hacerlo. Esta incompetencia autoasumida es fruto de los comentarios negativos que han recibido de sus propios compañeros cuando eran más pequeños: “con Pepito en nuestro equipo era imposible ganar”, en algunos casos derivados de estereotipos sociales: “tú no puedes jugar porque eres una niña y este juego es sólo de niños”. Incluso observando a los niños que sí que están jugando veremos cómo el codiciado objeto de juego, el balón, es acaparado por muy pocas personas mientras que otras se limitan a verlo pasar, a correr de un lado para otro y a darle alguna que otra patada cuando tienen la suerte de que, tras algún rebote, cae en sus pies.
Los conflictos durante los juegos competitivos no siempre son regulados siguiendo un modelo de justicia y es bastante habitual que los más fuertes impongan su criterio incluso cuando es evidente que no tienen razón.
En algunos
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